lunes, 2 de junio de 2008

SEGUNDA PARTE DE LA ENTREVISTA A FRANCISCO DURAND

Hay un masivo ingreso de empresas
extranjeras . En ese contexto, ¿qué es importante rescatar, lo nacional o lo multinacional?

Hay que tener una visión nacional siempre. Hay que tener una estrategia. El problema de la multinacionalización de la economía que continúa con fuerza es que el principal agente económico, que tiene una gran influencia sobre el Estado, no tiene interés en un plan nacional, y se pueden ir generando las condiciones para que el Estado se convierta en un elemento que las favorezca. Poco a poco se moldea una situación en la cual el país asume una mentalidad de convoy. Para los políticos lo esencial es cómo engancharse a la locomotora. Esa es la lógica del TLC, blindar la política económica para engancharse a esa locomotora.

Depende de la forma cómo el gobierno responda, si es que lo nacional prime sobre lo otro...

Por lógica, y lo dice Peter Drucker, lo multinacional busca sus propios intereses, que son globales. Ellos no tienen por qué asumir los problemas de desarrollo de un país. Ellos desean una nación estable, que no les genere riesgos, pero más allá de eso no tienen por qué saber de los bolsones de pobreza, de la descentralización, de los problemas institucionales. Eso corresponde a los peruanos.

¿Por dónde está la salida?

La solución viene por el lado del Estado, que tiene que decir esta es nuestra estrategia, nuestro plan y sobre estos objetivos conversamos para ver si podemos entendernos.

Un caso interesante es la compra de Wong por Cencosud, también está Tottus del grupo Falabella y otros más de Chile que miran con apetito al Perú. ¿Cómo ve a este sector?

El supermercadismo está en expansión. Se constituyó en Lima, se modernizó, se depuró y ahora viene la etapa de conquistar el resto del país, empezando por las grandes ciudades. Según algunos estudios, el porcentaje de peruanos que compra en supermercados es pequeño y hay espacio para expandirse y estamos en ese momento. Y allí y se nota el rápido avance de las empresas chilenas.

¿Cuál es su lectura del hecho de que la venta de Wong se haya anunciado en Palacio de Gobierno, con la presencia del presidente Alan García, Horst Paulmann (Cencosud), Erasmo Wong y el ministro Rey?

Fue una ceremonia extraña porque se estaba anunciando la venta de un grupo bandera del capitalismo nacional a una empresa chilena poderosa. El mensaje que querían transmitir era que se había pasado a una nueva etapa de asociación, que unían fuerzas y que entraban en una alianza estratégica, pero evidentemente el lado ganador era el chileno.

¿Para muchos fue una puñalada al corazón?

Recuerdo haber leído en la prensa chilena que había gran entusiasmo entre los chilenos al decir que habían comprado la "joya de la corona". Eso demuestra la efectividad del lobbie chileno, que puede organizar en Palacio de Gobierno, con el apoyo de un ministro y la venia del presidente, una ceremonia para darle otro significado (a la venta), un proceso que indica claramente esta extranjerización muy acelerada de la economía peruana.

¿Cómo cree que los peruanos tomaron ese gesto?

Aún no vi encuestas de opinión al respecto, pero creo que hay preocupación. Me parece que está empezando a surgir un cierto nacionalismo económico que se manifiesta entre los intelectuales, entre los analistas que ven con preocupación esta tendencia de que hay un desbalance, una asimetría entre el capital nacional privado y el capital extranjero.

¿Cómo se manifiesta?

Creo que en sectores de las FFAA y el humalismo también expresa esto. Humala no es solo un comandante retirado, es alguien que mantiene lazos con su institución en la que también hay expresiones nacionalistas. El nuevo antichilenismo tiene un componente económico que no es solo de tipo territorial o reivindicativo, como en el pasado. Creo que hay algo allí que las encuestadoras no quieren medir. Estuve en Lima cuando se vendió Backus a Bavaria y, en un estudio de la Universidad del Pacífico, los líderes de opinión demostraban gran preocupación. Este tipo de actitudes que aparecen con distintas expresiones no se hacen eco en los medios de comunicación ni en la clase política, pero es una preocupación creciente. Estoy seguro de que si mañana venden el Banco de Crédito a un grupo extranjero tendríamos que decir, ¿qué pasó? Seguimos en esta tendencia.

Se acercan las Fiestas Patrias y Wong estaba acostumbrado a realizar su famoso corso. ¿Cómo cree que será este año?

Eso es algo por ver, ¿aún no cambiaron los colores de Wong? ¿Sigue siendo rojo y blanco? Una vez hablé con los Wong y su gran orgullo era el corzo porque decían "somos una empresa peruana y que el mayor orgullo era celebrar el día nacional". Entonces organizaron el corzo. Creo que no les queda más que continuar.

Y los usuarios con el nudo en la garganta...

Si el corso tiene menos recepción, menos acogida y menos entusiasmo, algo está pasando. Ese es el reto que tiene Cencosud este año.


Es urgente una estrategia nacional

Hay interés de grupos chilenos por los puertos del país.

Allí hay un tema sensible. Lo más sensato es que haya políticas que impidan esa presencia.

David Lemor dice que la Constitución no impide que los puertos pasen a los chilenos.

La Constitución de Fujimori desmontó toda la visión de desarrollo nacional anterior. Creó la cláusula en la que todos estamos en igualdad, lo cual no es cierto porque habrá igualdad jurídica, pero en la práctica hay desigualdades y asimetrías que tienen consecuencias políticas. También creó el blindaje de los contratos de estabilidad tributaria. Eso políticamente trae consecuencias. En el caso de las intenciones de Chile, por la sensibilidad que hay, por el pasado que hay, la estrategia nacional es particularmente urgente.

¿Chile la tiene?

Sí. Chile tiene una visión de Estado. Ellos sí lograron vincular el tema de su seguridad nacional con el rol de sus empresas. Además tienen capital nacional en los sectores claves de su economía. Esa no es nuestra situación. ¿Entonces cuál es nuestra estrategia? No puede ser la chilena. Tiene que haber una estrategia peruana en la cual se discuta el tema y se defina el tema de seguridad nacional en condiciones de globalización y presencia extranjera de países vecinos.

¿Qué hacer para forjar esa estrategia nacional?

Lo lógico es que el Perú tenga un centro de planeamiento estratégico en el que participen miembros del Estado y de la sociedad civil de muy alto nivel, que tengan un sentido nacional y al mismo tiempo la comprensión del escenario regional y global, y señalen los lineamientos estratégicos del Perú.

AUTOR : ROMI CEVALLOS

DIARIO LA REPUBLICA, 6/2/2008