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lunes, 4 de febrero de 2013

¿FMI o soberanía popular?

 Por Julio C. Gambina
CADTM



En una situación sin antecedentes, por primera vez en la historia, el Directorio Ejecutivo del FMI, en base a un informe de Christine Lagarde, Directora Ejecutiva del Fondo, acaba de sacar “una declaración de censura a Argentina en relación con el incumplimiento de su obligación ante el FMI establecida en el Convenio Constitutivo” |1| (el convenio remite al “Fortalecimiento de la eficacia del artículo VIII, sección 5”).
No hay dudas que es una iniciativa más de chantaje del poder económico mundial expresado en la hegemonía del FMI, ya que Brasil por ejemplo no acordó con la medida y se sumó a las lógicas críticas provenientes desde la Argentina.

miércoles, 23 de enero de 2013

¿Está acabado el neoliberalismo? Pensémoslo de nuevo


 Por  George Montbiot


Como deben de sangrar por nosotros. En el año 2012, las cien personas más ricas del mundo se enriquecieron 241.000 millones de dólares más [1]. Su riqueza se estima ahora en 1,9 billones de dólares, sólo un poco menos que el PIB del Reino Unido.

Esto no es consecuencia del azar. El aumento de las fortunas de los super-ricos es resultado directo de medidas políticas. He aquí unas cuantas: la reducción de las tasas impositivas y de la aplicación de la fiscalidad; la negativa de los estados a recuperar una porción de los ingresos procedentes de los minerales y la tierra; la privatización de activos públicos y la creación de una economía de cabinas de peaje; la liberalización salarial y la destrucción de la negociación colectiva.

Las medidas políticas que hicieron tan ricos a los monarcas globales son aquellas medidas que nos están exprimiendo a todos los demás. No es esto lo que la preveía la teoría. Friedrich Hayek, Milton Friedman y sus discípulos – en mil escuelas de negocios, el FMI, el Banco Mundial, la OCDE y más o menos todos los gobiernos modernos – han argumentado que cuanto menos graven fiscalmente los estados a los ricos, menos defiendan a los trabajadores y redistribuyan la riqueza, más próspero será todo el mundo. Todo intento de reducir la desigualdad dañaría la eficiencia del mercado, impidiendo que la marea ascendente elevase a todos los barcos [2]. Sus apóstoles han llevado a cabo un experimento global durante 30 años y los resultados están hoy a la vista. Fracaso total.

Antes de seguir, debería señalar que no creo que el crecimiento económico perpetuo sea sostenible o deseable [3]. Pero si tu objetivo es el crecimiento – un objetivo que todo gobierno dice subscribir –, no se puede organizar mayor desaguisado en lo tocante a eso que liberando a los super-ricos de las restricciones establecidas por la democracia.

El informe anual del pasado año de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) debería haber supuesto una necrológica del modelo neoliberal desarrollado por Hayek y Friedman y sus discípulos [4]. Muestra inequívocamente que sus políticas han logrado resultados opuestos a los que preveían. A medida que las políticas (recortar impuestos a los ricos, privatizar activos del Estado, desregular el mercado de trabajo, reducir la seguridad social) comenzaban a dar dentelladas de los años 80 en adelante, comenzaron a caer las tasas de crecimiento y el desempleo a aumentar.

El notable crecimiento de los países ricos durante la década de los años 50, 60 y 70 se hizo posible gracias a la destrucción de la riqueza y el poder de la élite, como resultado de la Depresión y la II Guerra Mundial. Su bochorno otorgó al 99% restante una oportunidad sin precedentes de exigir redistribución, gasto público y seguridad social, todo lo cual estimuló.

El neoliberalismo fue un intento de invertir el sentido de estas reformas. Generosamente financiado por millonarios, sus defensores tuvieron un éxito asombroso: en lo político.  [5]. En lo económico, fracasaron.

A lo largo y ancho de los países de la OCDE, los impuestos se han vuelto más regresivos: los ricos pagan menos, los pobres pagan más [6]. El resultado, sostenían los neoliberales, sería que aumentarían la eficiencia económica y la inversión, enriqueciendo a todos. Sucedió lo contrario. Mientras disminuían los impuestos a los ricos y las empresas, cayó la capacidad de gasto, tanto del Estado como de la gente más pobre, y se contrajo la demanda. El resultado fue que descendieron las tasas de inversión, en consonancia con las expectativas de crecimiento de las empresas [7].

Los neoliberales insistieron también en que la desigualdad irrestricta en ingresos y los salaries flexibles reducirían el desempleo. Pero a lo largo y ancho del mundo rico, tanto la desigualdad como el desempleo se han disparado [8]. El reciente salto del desempleo en la mayoría de los países desarrollados – peor que el de cualquier recesión previa de las últimas tres décadas – se vio precedido de la cuota en proporción de los salarios en el PIB más baja desde la II Guerra Mundial [9]. Salta hecha trizas la teoría. Fracasó por la misma razón evidente: los bajos salarios deprimen la demanda, lo cual deprime el empleo.

Conforme se estancaban los salarios, la gente complementaba sus ingresos endeudándose. El aumento de la deuda alimentó a los bancos desregulados, con consecuencias de las que todos somos conscientes. Cuanto mayor se vuelve la desigualdad, descubre el informe de la Naciones Unidas, menos estable es la economía y más reducidas sus tasas de crecimiento. Las medidas políticas con las que los gobiernos neoliberales tratan de reducir su déficit y estimular su economía son contraproducentes.

La inminente reducción en el tramo superior del impuesto sobre la renta en el Reino Unido (del 50% al 45%) no supondrá un impulso para los ingresos del Estado o la empresa privada [10], pero enriquecerá a los especuladores que hicieron venirse abajo la economía: Goldman Sachs y otros bancos están ahora pensando en retrasar el pago de sus incentivos para aprovecharse de ello [11].

La ley de bienestar social aprobada por el Parlamento la semana pasada no ayudará a aclarar el déficit o estimular el empleo: reducirá la demanda, suprimiendo la recuperación económica. Lo mismo vale para el tope puesto a los sueldos del sector público. “Volver a aprender algunas antiguas lecciones sobre justicia y participación”, afirma la  ONU, “es la única forma de acabar superando la crisis y proseguir por una senda de desarrollo económico sostenible”. [12]

Como he dicho, no tengo favorito en esta carrera, salvo la creencia de que nadie, en este océano de riquezas, debiera ser pobre. Pero observando atónito las lecciones desaprendidas en Gran Bretaña, Europa y los Estados Unidos, me llama la atención que toda la estructura del pensamiento neoliberal sea un fraude. Las demandas de los ultrarricos se han vestido de teoría económica sofisticada y se han aplicado independientemente de su resultado. El completo fracaso de este experimento a escala mundial no es impedimento para que se repita. Esto no tiene nada que ver con la economía. Tiene absolutamente que ver con el poder.


Notas:


[2] Milton Friedman y Rose Friedman, 1980, Free to Choose, Secker & Warburg, Londres [Libertad de elegir, Grijalbo, Barcelona, 1992].

[3] Para una vision alternativa, véase Tim Jackson, 2009, Prosperity Without Growth [Prosperidad sin crecimiento, Icaria, Barcelona, 2011], Sustainable Development Commission, http://www.sd-commission.org.uk/data/files/publications/prosperity_without_growth_report.pdf

[4] UNCTAD, 2012, Trade and Development Report: Policies for Inclusive and Balanced Growth, http://unctad.org/en/PublicationsLibrary/tdr2012_en.pdf

[5] Véase David Harvey, 2005, A Brief History of Neoliberalism, Oxford University Press [Breve historia del neoliberalismo, Akal, Madrid, 2007].

[6] Informa la ONU: “El efecto conjunto de estos cambios en la estructura fiscal hizo más regresivos los impuestos. Desde luego, un examen de las reformas fiscales de los países de la OCDE no encontró un solo país en el que el sistema fiscal se volviera más progresivo (Steinmo, 2003: 223)”, UNCTAD, 2012, como supra.

[7] “La redistribución por medio de medidas fiscales puede por tanto darse en interés de la sociedad en su conjunto, especialmente allí donde la desigualdad es especialmente pronunciada como en muchos países en desarrollo. Apoya esto la experiencia de los países desarrollados, pues las tasas de inversión no eran más bajas – sino desde luego a menudo más altas – en las primeras tres décadas de la época de postguerra, aunque los impuestos sobre beneficios y los tramos superiores eran más elevados que después de las amplias reformas fiscales aplicadas posteriormente. Hay fuertes razones para creer que la disponibilidad de los empresarios a invertir en una nueva capacidad productiva no depende primordialmente de los beneficios netos en un determinado periodo temporal sino en sus expectativas respecto a la futura demanda de bienes y servicios que pueden producir con capacidad adicional. Esto resulta de especial importancia cuando se considera el efecto conjunto de un aumento de los impuestos empresariales. Siempre y cuando los ingresos fiscales más elevados se utilicen para gasto adicional del Estado, mejorarán las expectativas de las empresas de crecimiento de la demanda. Este efecto de demanda es independiente de si los gastos adicionales del Estado adoptan la forma de consumo del Estado, inversión pública o transferencias sociales. Cuando el nivel de la inversión fija se mantiene como resultado de expectativas de demanda favorable, subirán los beneficios brutos, y generalmente también los beneficios netos, no obstante el aumento inicial de impuestos. En ese proceso, se crearán ingresos y empleo adicionales para la economía en su conjunto”, UNCTAD, 2012, como supra.

[8] “La proposición de que una mayor flexibilidad del nivel salarial agregado y los salarios medios más bajos es necesaria para impulsar el empleo, pues conduce a la substitución de trabajo por capital en la economía en su conjunto, puede refutarse directamente, dada la fuerte correlación positiva entre inversión en la formación de capital fijo bruto (FCFB) y la creación de empleo que existe en los países desarrollados (gráfico 6.3). Esta correlación contradice el modelo neoclásico: en el mundo real, las empresas invierten y desinvierten en capital y trabajo a la vez, y el nivel de su inversión depende del estado conjunto de sus expectativas de demanda. Esto implica que, en el contexto macroeconómico, capital y trabajo se pueden considerar substitutos solo en una medida muy limitada”, UNCTAD, 2012, como supra.

[9] “Justo antes del último y enorme salto del desempleo en los países desarrollados – de menos del 6% en 2007 a cerca del 9% en 2010-2011? la proporción de los salarios en el conjunto del PIB había caído a su nivel más bajo registrado desde el final de la II Guerra Mundial (es decir, al 57%, de más de un 61% en 1980). Esto debería suponer una llamada de alerta. Si el desempleo asciende más que durante cualquier otra recesión ocurrida en las últimas tres décadas, aunque la parte de los salarios en el PIB haya descendido, debe haber algo fundamentalmente errado en una teoría económica que justifica el aumento de la igualdad principalmente en términos de la necesidad de atacar un desempleo persistente”, UNCTAD, 2012, como supra.

[10] Thomas Piketty, Emmanuel Saez y Stefanie Stantcheva calculan que el nivel óptimo del tramo superior del impuesto sobre la renta (para maximizar ingresos) se encuentra entre el 57 y el 83%. Piketty, Saez y Stantcheva, 2011, Optimal taxation of top labor incomes: A tale of three elasticities, National Bureau of Economic Research, Cambridge, MA. http://www.nber.org/papers/w17616

[11] Patrick Jenkins, “Goldman Eyes Tax Delay on UK Bonuses”, Financial Times, 14 de enero de 2013.

[12] UNCTAD, 2012, como supra.



 George Monbiot es uno de los periodistas medioambientales británicos más consistentes, rigurosos y respetados, autor de libros muy difundidos como The Age of Consent: A Manifesto for a New World Order y Captive State: The Corporate Takeover of Britain, así como de volúmenes de investigación y viajes como Poisoned ArrowsAmazon Watershed y No Man's Land.

lunes, 18 de junio de 2012

Pongamos freno a las corporaciones: ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo?

 Por Susan George *










El capitalismo está en problemas. Seguramente no lo suficiente, pero tiene que lidiar con asuntos mucho más complejos que aquellos que enfrentaba hace una o dos décadas. No festejen – ni lloren – todavía. Un animal hambriento, acorralado, es más peligroso que uno bien alimentado, libre. El capitalismo se pregunta en cada momento, de dónde va a venir su próxima comida.
Desde que el neoliberalismo se volvió el modelo económico dominante a inicios de los años 80, y que el FMI ha impuesto los programas de ajuste estructural, primero en los países endeudados del Sur y ahora en Europa, los servicios públicos, en su mayoría, han sido privatizados. Pero esto no basta. Las corporaciones quieren que todos los servicios públicos se vuelvan una fuente de lucro, a la vez que no tienen inconvenientes en dejar las pérdidas al sector público. Las nuevas fronteras del asalto capitalista son la salud (a través de los seguros de salud u hospitales con fines de lucro), escuelas (con sistemas de bonos) y cárceles (con una cuota de ocupación garantizada…).
La mayoría de los recursos naturales ya se han convertido en commodities, pero no todos: gran parte de la tierra y del agua se mantienen fuera del control corporativo. Pero el contexto ha cambiado desde 2008, cuando los precios mundiales de los alimentos se elevaron exponencialmente. Ahora el acaparamiento de tierras está arrebatando decenas de millones de hectáreas a quienes tradicionalmente las han trabajado, poniéndolas para el uso corporativo, destinado a la exportación. El agua es vista como un producto capitalista perfecto – es indispensable, no puede ser sustituido y su mercado crece a medida que crece la población.

martes, 22 de mayo de 2012

El gran despilfarro

 
Por EconoNuestra

La nacionalización parcial de Bankia, intervención de hecho de la entidad, llevada a cabo por el gobierno del Partido Popular, es un hito importante, y no el último, en el desarrollo de la grave crisis en la que está instalado el sistema bancario.

La forma en la que se ha realizado la intervención es tanto un reflejo de las contradicciones que recorren al PP, como de la falta de profesionalidad de sus dirigentes, en un tema en el que deberían tener interés en aparecer como gente capaz. Un suceso tan relevante como la nacionalización de una entidad sistémica, señalada públicamente como tal por el FMI, ha sido ejecutado con improvisación, filtraciones y titubeos. Fácilmente se podría haber disparado el pánico de los depositantes, con lo que alguna modalidad de “corralito” habría sido una realidad en nuestras tierras.

viernes, 27 de abril de 2012

Alemania, de paseo junto al cortafuegos

 Por Michael R. Krätke *

 

 

Después de demorar su decisión, India, Brasil y China están dispuestas a proporcionar dinero al fondo anticrisis del Fondo Monetario Internacional. A cambio esperan que se cumplan los acuerdos que les otorgarían un mayor poder de decisión en la organización. 

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial disponen: el G20, el club de los mayores accionistas del FMI, ha prometido aumentar el fondo de rescate en 430 mil millones de dólares y duplicar así el volumen para posibles rescates financieros para los países en quiebra de Europa, así como otros aspirantes al puesto. El FMI se convierte así en un bombero equipado con más de un billón de dólares para sofocar fuegos.
El ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schäuble ha recibido una merecida paliza. EE.UU. y Canadá se escurren y no participarán en la operación. También los estados BRIC dudan y hasta hace poco no establecieron la cantidad de su aportación. Fueron sobre todo los países europeos, entre ellos Alemania, con 55 mil millones de dólares, así como Japón (60 mil millones) y Corea del Sur (15 mil millones), quienes construyen este cortafuegos. Sus motivos no son difíciles de adivinar: ninguno de ellos está interesado en ver cómo Europa se hunde en una depresión que duraría décadas.
Ciertamente, muchos de los estados donantes dudan de que la Eurozona puede curarse gracias la medicina alemana a base de regla de oro, dogma de austeridad y pacto fiscal. Los economistas en Estados Unidos reclaman un programa económico urgente para países como España, Portugal, Irlanda o Grecia. Como alternativa a los engranajes de la política de crisis europea ejercida hasta la fecha, recomiendan además la creación de eurobonos, comparables a los bonos del tesoro estadounidense, sin los cuales el dólar como moneda mundial no existiría. Y animan al Banco Central Europeo a que intervenga, como ha hecho ya la Reserva Federal en los Estados Unidos. El gobierno alemán no podrá bloquear a largo plazo ninguna de ambas cosas si quiere que atraer a inversores internacionales para que compren los títulos de deuda de los países de Europa. 

sábado, 25 de febrero de 2012

Grecia debe romper con la Troika y suspender el pago de la deuda

Por Erick Toussaint.

Es urgente que los movimientos sociales de Europa expresen una auténtica solidaridad activa con el pueblo griego y constituyan una plataforma común europea de resistencia a la austeridad con el fin de conseguir la anulación de las deudas ilegítimas. Una gran parte de la población griega ha mostrado desde el primer memorándum de mayo de 2010 una oposición creciente a las medidas de austeridad impuestas por las autoridades griegas y la Troika: huelgas generales, ocupación de las plazas públicas, manifestaciones en las calles, movimientos de resistencia a los aumentos de las tarifas de los servicios y los transportes, sin olvidar el relanzamiento de la actividad de algunos servicios como el del hospital de Kilkis en Macedonia o la recuperación de la actividad, el 15 de febrero de 2012, del periódico Eleftherotypia conducido por los trabajadores.
La sumisión y el compromiso del gobierno griego con la Troika agravan la situación económica del país y violan los derechos económicos y sociales de la población. El último plan, falazmente llamado «de salvamento», constituye una etapa más del abandono de la soberanía griega a favor de la Unión Europea y los acreedores: el total de los nuevos créditos irá a reembolsar una deuda ampliamente ilegítima y será gestionado directamente por los acreedores.