Por EconoNuestra
La nacionalización parcial de Bankia, intervención de hecho de la entidad, llevada a cabo por el gobierno del Partido Popular, es un hito importante, y no el último, en el desarrollo de la grave crisis en la que está instalado el sistema bancario.
La forma en la que se ha realizado la intervención es tanto un reflejo de las contradicciones que recorren al PP, como de la falta de profesionalidad de sus dirigentes, en un tema en el que deberían tener interés en aparecer como gente capaz. Un suceso tan relevante como la nacionalización de una entidad sistémica, señalada públicamente como tal por el FMI, ha sido ejecutado con improvisación, filtraciones y titubeos. Fácilmente se podría haber disparado el pánico de los depositantes, con lo que alguna modalidad de “corralito” habría sido una realidad en nuestras tierras.