Por Andrei Fúrsov
Rebelion
La crisis financiero-económica que comenzó en 2007 en los Estados Unidos y que hoy abarca a todo el mundo a menudo es comparada con la crisis de 1929-1933. Aquella, a su vez, representaba la parte final de la larga crisis de 1873-1933. Por cierto, con aquella larga crisis, cuya época fue definida por el historiador holandés Jan Romein como la “línea divisoria”, a menudo comparan el momento histórico que comenzó en los 1970, o más exactamente – en 1973 y que dura hasta ahora. La crisis de la “línea divisoria” de 1873-1933 fue el tiempo del “reparto de naipes del juego social” (F.Braudel), “reparto de los Naipes de la Historia”, y los que consiguieron hacerse con los ases permanecieron arriba hasta el siguiente reparto, que comenzó en los 1970. Más aún, ahora tienen buenas posibilidades para añadir a los viejos ases otros nuevos. Lo que se dice “dinero va al dinero”. Aunque también podría resultar “cenizas a las cenizas” – eso ya depende de cómo Dios tire los dados.
La importancia de la crisis de 1873-1933 es indiscutible. Justamente entonces se formaron los principales sujetos (jugadores, agentes) del siglo XX: el capital financiero, su hermano-enemigo el movimiento socialista revolucionario, los servicios secretos, el crimen organizado; precisamente entonces surgieron las principales contradicciones, que tuvo que resolver el siglo XX: germano-británicas, británico-norteamericanas, germano-rusas; justamente entonces fue determinado el orden del día filosófico y científico del siglo XX, se derrumbaron los últimos imperios del Antiguo Régimen, que la burguesía estaba rompiendo desde el siglo XVIII, se formó el capitalismo monopolista del estado, el comunismo – anticapitalismo sistémico, fascismo, nacional-socialismo y los movimientos de liberación nacional. Y, sin embargo, parece más correcto comparar la crisis de la “línea divisoria” de finales del siglo XX – comienzos del XXI no con la crisis “romeiniana”, sino con la crisis de 1490-1560, crisis de una magnitud mucho mayor que la de 1873-1933, y lo más importante – crisis sistémica.