Tan bien como a los alemanes con su boom exportador no le va a nadie en toda la zona euro. Como ocurre con los títulos estadounidenses en el espacio del dólar, los bonos federales (la mejor solvencia, con nota AAA) gozan de éxito. Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España –los estados PIIGS– serán irremediablemente comparados con la República federal, con la mejor deuda pública de toda la zona.
En septiembre, los PIGS (sin Italia) aceptaron más de 21 mil millones de euros en crédito: Grecia dio el pistoletazo de salida con un crédito de 750 millones, seguida de España con 14'3 mil millones de euros para redfinanciar su deuda. Portugal: 3'5 mil millones; Irlanda: 1'9 mil millones; y, el enano económico Grecia repitió con otros 1'6 mil millones. Mucho más de lo que los mercados financieros esperaban, ya que, con eso, el conjunto de los países del sur de Europa ha satisfecho el 90% de sus planes económicos para el próximo año. Ninguno de los PIIGS tiene dificultades a la hora de colocar en los mercados para sus emisiones de deuda- Al contrario.
Todas las emisiones se han encontrado un enorme entusiasmo suscrioptor. Los bonos del Estado español a diez años se vendieron como rosquillas, y aun a un interés claramente más bajo –concretamente: del 4'1%– que los anteriores. El primer ministro Zapatero puede sonreír: la agencia de rating japonesa JCR los ha premiado con la mejor nota, AA, de modo que la diferencia de interés de los bonos españoles en comparación con los alemanes baja de manera apreciable. Irlanda debe en comparación ponerse el capuz de penitente, pagar por su persistente crisis bancaria y ofrecer intereses al seis por ciento por sus bonos a ocho años. Los griegos se caen de la foto, porque tras las restricciones procedentes de los fondos de ayuda de la Unión Europa todo (excepto préstamos muy a corto plazo, con una duración de seis meses) les está prohibido. Así, los griegos deben cada par de meses volver a agitar en la mano la refinanciación de su deuda, por la que pagan más que los españoles por sus diez años.
Gracias a la crisis de deuda se siguen ampliándose en la eurozona las diferencias entre los países miembros. Por no decir nada de los especuladores alemanes con la crisis: Francia, por ejemplo, con una deuda igualmente elevada, tiene motivos para estar satisfecha. Nunca, en 200 años, habíamos podido tomar créditos a unos intereses tan bajos como éstos, se oye desde el ministerio de finanzas francés. Desde comienzos de año, el país ha podido endeudarse a cinco y a diez años a una tasa promedio del 2,6%; en 2008, el promedio era de 4'1%.
AUTOR : Michael R. Krätke, miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO, es profesor de política económica y derecho fiscal en la Universidad de Ámsterdam, investigador asociado al Instituto Internacional de Historia Social de esa misma ciudad y catedrático de economía política y director del Instituto de Estudios Superiores de la Universidad de Lancaster en el británico.
FUENTE : SIN PERMISO
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