Por Michael Roberts
Es
una historia de nunca acabar. El sector bancario mundial sigue
revolcándose en un lodo de escándalos, corrupción y mala gestión. Y
continua sin satisfacer su supuesto objetivo, a saber, proporcionar
liquidez y crédito a los hogares para comprar artículos caros (o incluso
cubrir sus gastos mensuales) y a las empresas para que puedan pagar por
el capital y la inversión que necesitan para crecer. Y sin embargo, en
2012, los precios de las acciones de los bancos se han disparado por
encima del 25%, más que los índices de los mercados de valores en auge.
Durante el colapso financiero de 2008, el sector bancario de los EE.UU. tuvo que descontar 600
mil millones de dólares en activos y su valor bursátil cayó en 1 billón
de dólares. Sin embargo, las autoridades (de la Reserva Federal y el
Tesoro), "en nombre de los contribuyentes, rescataron a estos bancos
errantes con dinero en efectivo, garantías y préstamos por valor de más
de 3 billones de dólares. Ahora, con la recuperación supuestamente en
marcha, hay menos bancos, pero son más grandes y vuelven a sus viejos
trucos, igual que antes.
Ahí
están los bancos del Reino Unido: Barclays ha sido multado con 450
millones de dólares por su participación en el llamado escándalo del
Libor, en el que los corredores de los bancos se pusieron de acuerdo
para fijar el tipo de interés de los préstamos interbancarios, que
establece la base del coste de la mayoría de los créditos en todo el
mundo. Esta conspiración implica que autoridades locales, organizaciones
benéficas y empresas terminaron pagando más de lo debido por los
préstamos. HSBC fue acusado por el Congreso de los EE.UU. de lavar el
dinero de los carteles de la drogas mexicano y violar las sanciones
contra Irán (al igual que Standard Chartered). Lloyds Bank, junto con
todos los otros bancos, ha tenido que compensar a sus clientes por
obligarles a contratar seguros de accidentes personales por una suma de £
5.300 millones de libras, dinero que podría haber sido mejor utilizado
para financiar la industria y abaratar los créditos.
Y
el RBS. Este banco británico acabó de rodillas en el colapso financiero
gracias a la gestión liderada por (Sir) Reg Goodwin, nombrado caballero
por sus servicios al sector (¡!). Goodwin destacó por su matonería, su
inclinación al riesgo y sus enormes bonificaciones. Se fue, pero no sin
una pensión escandalosa y muchos apretones de manos de la junta del RBS,
al igual que todos los altos ejecutivos de los bancos cuando se les ha
pedido que “se retiraran” después de un escándalo. Nadie ha sido acusado
o condenado por un tribunal penal por las operaciones de estos bancos
globales después de que estallaran los escándalos y se descubrieran sus
actividades ?(Ver mis notas 1 y 2)
Por
el contrario, los bancos han restado toda importancia a estos
escándalos. JP Morgan mantuvo un equipo de operaciones de alto riesgo en
Londres dedicado a la comercialización masiva de derivados, las mismas
"armas financieras de destrucción masiva" (para usar la terminología del
mayor inversor del mundo, Warren Buffet) que desencadenaron la crisis
de 2008. La 'ballena de Londres', como se le llamaba, hizo perder al
banco ¡6 mil millones de dólares! Y hay que recordar que eso ocurrió en
2012, no 2008. El corredor principal, Bruno Iksil, les dijo a sus jefes
ejecutivos que estaba preocupado por el tamaño “espantoso” de las
transacciones que operaba. Pero no le hicieron
caso. Y los supervisores en EE.UU. del banco, la Oficina del Interventor
de la Moneda, que supuestamente vigilaba muy de cerca a los bancos,
tampoco hicieron nada. En marzo de 2012, las pérdidas comerciales iban
en aumento y fueron hechas públicas, pero aún así el jefe ejecutivo de
JP Morgan, Jamie Dimon, afirmó que el asunto sólo era "una tormenta en
un vaso de agua".
Esta
fue la respuesta típica de los gerentes de los bancos. Bob Diamond -el
ex presidente de Barclays, que acabó finalmente destapando el escándalo
del Libor, pero sólo porque el gobernador del Banco de Inglaterra,
Mervyn King le obligó-, tuvo que reconocer que "para mí, la evidencia de
que existe cultura es cómo se comporta la gente cuando nadie la está
mirando ". Exacto, y es evidente cual es la cultura bancaria, es decir
como se utiliza el dinero de los clientes, los contribuyentes y los
inversiones en bonos y acciones para tratar de obtener grandes
beneficios a través de fondos de riesgo y cobrar así unas primas
grotescas. Y nada ha cambiado realmente. Esta misma semana, el jefe del
departamento de gestión de patrimonios privados de Barclays
fue despedido por "deficiencias culturales" en su departamento. Al
parecer, un informe secreto había comprobado que el banco se dedicaba a
buscar "ingresos a toda costa" y utilizaba "la intimidación y el
chantaje" al personal para conseguirlo. Este informe ha sido hecho
desaparecer por el jefe de la división, que era un aliado cercano de Bob
Diamond.
Y
con esto no acaba todo. Ahora se ha sabido que durante el colapso
financiero, cuando Barclays se vio amenazado con una nacionalización
parcial, la junta de Barclays prestó dinero a Qatar para que invirtiera
en acciones del propio banco por valor 12 mil millones de libras. De
esta manera, el banco evitó controles del Estado ¡mediante la emisión de
más préstamos! Todavía no está claro qué "comisiones" se les pagaba a
los inversores de Qatar. Dexia, el banco belga, eventualmente forzado a
la nacionalización, también intentó el mismo truco en 2008 y también lo
hizo el podrido banco de Islandia, Kaupthing, que "prestó" dinero a un
miembro de la familia real qatarí, que lo reinvirtió en el banco. Los
qataríes cobraban una "comisión" y si las acciones no valían nada
después, a ellos les daba igual. Simplemente aumentaban las pérdidas del
banco y el coste para el contribuyente en caso de rescate.
Y
casi me olvido del Monte dei Paschi di Siena. Se descubrió que este
antiguo banco venerable del centro de Italia utilizaba una doble
contabilidad para ocultar el hecho de que su división de derivados,
fuera de control, había perdido más de 700 millones de euros en diversas
operaciones. Este viejísimo banco, con una supuesta tradición de banca
prudente se dedicaba igual que todos los demás a operaciones de alto. Y
de nuevo, los reguladores, en esta ocasión el Banco de Italia, dicen que
no sabían nada de ello hasta que el banco pidió ser rescatado con el
dinero de los contribuyentes para salvarse de la quiebra. El actual
presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, era el presidente
del Banco de Italia en esa época.
Nadie
ha sido acusado por estas actividades inmorales y probablemente
ilegales. En cambio, lo que ha sucedido es que los trabajadores de los
bancos, la mayoría de los cuales no han tenido la menor participación en
estos escándalos y operaciones de alto riesgo, que solo trabajaban en
oficinas de poca monta o en las ventanillas, han sido despedidos por
miles para reducir costes. Y cada mes se recortan más puestos de
trabajo.
El
alcance y la naturaleza de estos continuos escándalos han obligado
incluso a los partidarios del "libre mercado" y de la City de Londres,
como el ex ministro de finanzas thatcherista, Nigel Lawson, ¡a pedir la
nacionalización completa del RBS! El banco es ya propiedad de los
contribuyentes en un 82%, pero eso no significa nada porque los
contribuyentes no tienen ni voz ni voto en la gestión del banco, que
primas se pagan y qué hace el banco con los depósitos, préstamos e
inversiones.
Y
es así porque el gobierno no "interfiere" y se mantiene fuera,
esperando privatizar el banco tan pronto como sea posible. No lo ha
hecho, hasta el momento, porque las acciones del RBS siguen siendo
estando tan bajas que los contribuyentes perderían algo así como 30 mil
millones de libras en el valor de las acciones de propiedad pública. Sin
embargo, Lawson defiende que el banco, en vez de ser privatizado, debe
ser totalmente nacionalizado y el gobierno intervenir en su gestión para
"convertirlo en un instrumento para aumentar los créditos a las
empresas". Lawson ha llegado a decir que los bancos deben "predicar con
el ejemplo" y comportarse correctamente de ahora en adelante, pero por
detrás del escenario hacen una enorme presión para evitar cualquier
regulación adicional o aumentar las tasas de liquidez y control de
riesgos.
Como
hemos visto, este cabildeo ha funcionado, y el Consejo de Estabilidad
Financiera del G-20 ha cambiado de orientación, se ha relajado y
pospuesto una regulación más estricta (ver mi nota al respecto).
Lawson comentó: "Yo no creo que el gobierno tenga que temer a los
bancos en lo más mínimo. De vez en cuando se oyen amenazas de que se van
a ir del Reino Unido, pero son solo tonterías".
Tras
los escándalos se encuentran las preguntas más importantes de: ¿para
qué sirven los bancos? y ¿qué valor añadido o que servicios contribuyen a
la sociedad? Los comités de dirección de los bancos ocultan estos temas
tras una nube de complejidades. Alegan que son instituciones tan
complejas que sólo personas muy bien remuneradas e inteligentes pueden
dirigirlos. Pero al parecer, no lo han hecho tan bien. Las cuentas de
los bancos más importantes son, en palabras de uno de los analistas
financieros más importantes de todo el mundo, Meredith Whitney,
"increíblemente difíciles de leer". Y sin embargo, como Whitney dice, en
realidad no es tan difícil, "después de todo, los bancos ganan dinero
mediante la venta de productos y del margen que obtienen de esos
productos, lo mismo que cualquier otro negocio". Pero también sabemos
que estos excesivamente retribuidos ejecutivos bancarios no tienen ni
idea de hasta que punto están jugando con fuego cuando utilizan los
activos de sus bancos para operar y comprar productos de alto riesgo.
Los reguladores financieros tratan de encontrar la manera de medir el
riesgo que supone acumular activos como créditos, hipotecas, bonos y
derivados de los mismos. Pero un nuevo informe de los reguladores
bancarios del mundo ha concluido que no solo la información no es
suficiente para juzgar si un banco ha acumulado demasiado "riesgo" o no (ver aqui),
sino que cree que las estimaciones de riesgo de los bancos podrían ser
en realidad ¡cinco veces superiores a las confesadas! Que Dios nos
ayude.
Recientemente
ha tenido lugar un debate entre los economistas ortodoxos sobre si el
sector financiero añade algún valor a la economía. En los EE.UU., el
sector financiero 'contribuye' el 8% de todos los ingresos de la
economía. En un nuevo estudio, dos académicos trazan el crecimiento del
sector financiero, que, sorpresa, sorpresa, no es el resultado de
conceder más préstamos a la industria o los hogares, sino en la creación
de activos respaldados en hipotecas y otros instrumentos financieros
exóticos para venderse basura tóxica entre sí (The Growth of Modern Finance).
Lo que el estudio demuestra es que gran parte de las operaciones de
banca no ha sido para ayudar a la industria y los hogares, sino para
participar en 'tradings', que básicamente significa, en palabras de Michael Lewis, autor del libro Poker de mentirosos, "dejar sin blanca a los necios".
Los mercados financieros son ineficientes
en la asignación del crédito y el ahorro y el sector financiero es
inherentemente inestable y propenso a las crisis (Minsky, Shiller, etc).
Por encima de todo, lejos de añadir "valor" a la economía, el sector
reduce los recursos disponibles para la inversión productiva (en el
sentido capitalista) y en su lugar canaliza el sobreproducto hacia
capital ficticio que solo sirve para "destruir valor”.
El
economista neoclásico John Cochrane ha medio defendido que no hay nada
de qué preocuparse porque al final este tipo de inversiones son
eliminadas por las fuerzas racionales del mercado (tamaño del sector financiero).
El problema es que, incluso si el mercado puede asignar recursos de
manera “eficiente” como afirma la escuela neo-clásica, la experiencia
del ascenso del sector financiero en los últimos 30 años es que puede
llevar un tiempo tremendamente largo hacerlo. Y entonces sólo
“racionaliza” estas inversiones ficticias "fuera del mercado", mediante
el colapso financiero y la destrucción “colateral” de capital productivo
y empleo.
Lo
que demuestran los continuos escándalos de la banca es que el sistema
bancario global no ha cambiado realmente ni su cultura ni su razón de
ser y que tampoco puede hacerlo. Que tiene que orientar la mayor parte
de sus actividades hacia la maximización de beneficios y eso significa
hacia áreas que tienen mayor riesgo y no hacia préstamos con “márgenes
bajos” a la industria y los hogares. Y los llamados reguladores no
pueden cambiarlo. Han sido presionados y acosados por los bancos para
que no "limiten" sus actividades "demasiado" o para que les obliguen a
apartar demasiado dinero o capital para cubrir posibles pérdidas, porque
esto no es rentable. Y las comisiones creadas para recomendar una
drástica reestructuración del sector bancario (Vickers en el Reino
Unido, Volcker en los EE.UU.), obligándoles desde arriba a dividirse
para que no sean "demasiado grandes para quebrar", o forzando a los
bancos a elegir entre ser una banca minorista o de inversión, han sido
menospreciadas o ignoradas. La solución de Nigel Lawson sigue siendo la
única forma práctica y eficaz de transformar el sistema bancario en un
servicio a la sociedad no monstruo destructor de valor. Consúltese el folleto del sindicato de bomberos del Reino Unido y sus argumentos a favor de la propiedad pública de los bancos.
Anexo:
He aquí una gran cita del economista novecentista Frederic Bastiat, cortesía del análisis devastador de Bill Black
sobre la corrupción de los banqueros durante la crisis: "Cuando el
saqueo se convierte en una forma de vida para un grupo de hombres que
viven juntos en sociedad, acaban creando para sí mismos en el transcurso
del tiempo un sistema legal que lo autoriza y un código moral que lo
glorifica".
Y los Países Bajos acaban de nacionalizar SNS Reaal NV, el cuarto mayor banco en importancia sistémica de los Países Bajos, con un coste para los contribuyentes holandeses de 3.700
millones de euros, después de las pérdidas por sus propiedades de
bienes raíces, sobre todo de activos españoles. El Estado inyectará 2.200 millones de euros en nuevo capital, perdonándole 800 millones de euros que el banco aún adeuda tras su rescate durante la crisis financiera
. También cancelará 700 millones en el valor de los activos
inmobiliarios del banco. Además, el gobierno va a imponer un impuesto
extraordinario de 1.000 millones a los bancos holandeses en 2014, como
una contribución para el restablecimiento de la salud del sector
financiero. Sin embargo, los tenedores de bonos estarán protegidos.
Michael Roberts es un reconocido economista marxista británico, que ha trabajador 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession.
Michael Roberts es un reconocido economista marxista británico, que ha trabajador 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession.
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