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domingo, 7 de septiembre de 2008

LA ECONOMIA CHINA : LIDERANDO UN CAMBIO DE EPOCA

La mayoría de nuestros colegas sostiene que la economía china se desplomará en el transcurso de los próximos trimestres como consecuencia de la amenazadora crisis internacional. Opinan así porque creen que caerán las exportaciones; que se reducirá la inversión extranjera directa; que emigrarán los capitales golondrinos; que declinarán los precios de los capitales asentados en las Bolsas; que aumentará más la inflación por efecto de los crecientes precios internacionales del petróleo y los alimentos; que se deteriorarán las expectativas de ganancia de las empresas y, con ello, la inversión; que los consumidores tenderán a recortar sus gastos de consumo; etc. Pero, a contracorriente del Pensamiento Único, la estructura de la economía china y las políticas macroeconómicas y sectoriales que viene adoptando su gobierno no se asemejan a las demás economías de mercado.

La nueva estrategia de crecimiento: desde adentro hacia afuera
La economía china saldrá relativamente indemne de la actual turbulencia económica mundial, como lo hizo durante las crisis asiática y rusa de fines del siglo pasado. Ello será posible por el desarrollo de una nueva estrategia orientada a expandir sus mercados internos y a crear otros nuevos, con base al enorme potencial que posee por la magnitud de su población y de su geografía, como por la muy diversificada composición de sus exportaciones, en tipo de productos y en dispersión geográfica, que seguirá desarrollando en consonancia con dicha estrategia.

En marzo del año 2006 el gobierno chino dio inicio a su undécimo plan quinquenal 2006-2010. Poco se ha comentado sobre este importante plan, cuya ejecución, sin duda, inaugurará un cambio de época porque provocará la ruptura de un tipo de relaciones de poder económico que, con el liderazgo de los EE.UU., dominaron casi todo el siglo veinte. La novedad de ese plan no está sólo en sus metas de exploración del espacio, sino en apuntalar un crecimiento sin sacrificar el mercado interno, comprometiéndose realistamente a duplicar el PBI per cápita de 2001 en el 2010 y a reducir el consumo de energía por unidad de PBI durante el quinquenio.

China seguirá creciendo a tasas sostenidas en los próximos años, ciertamente por encima del 7.5% anual, que es su meta promedio anual de acuerdo al plan quinquenal vigente; casi siete puntos por encima de su tasa de crecimiento demográfico que apenas alcanza el 0,6% anual. Con ello se revertiría la desigualdad que generó el modelo de crecimiento basado en exportaciones con poca vinculación a los mercados internos y que elevó drásticamente el coeficiente Gini de 16 a 47. En lo que va de 2008, el ingreso disponible urbano aumentó en 14,4 % (llega a 8.065 yuanes), mientras que los ingresos monetarios rurales aumentaron en 19,8% (a 2.528 yuanes). La brecha aún sigue siendo muy elevada (relación: 3,2 a 1), pero el gobierno está aprovechando esa enorme disparidad urbano-rural como una oportunidad para reasignar los recursos y dinamizar la economía ‘desde dentro’ y ‘para los de adentro’. Por lo demás ya existen señales que se dará una reversión del énfasis excesivo en el ensamblaje de bienes electrónicos de consumo para la exportación y en la construcción de una industria pesada, que se realizó a costa del mercado doméstico de consumo.

Es verdad que el crecimiento chino se ha desacelerado en un punto porcentual, de 11,4 en 2007 a un aún sobresaliente 10,4% en el primer semestre 2008. Esto es consistente con la meta de su plan quinquenal. Pero, a pesar de esta desaceleración, el crecimiento chino sigue siendo el más alto de las 20 economías más importantes del mundo, con lo que está contribuyendo a sostener en algo la actual debilitada economía global.

La importancia de la Inversión Nacional y el consumo de las familias
El liderazgo del actual crecimiento lo tiene la demanda interna con la participación positiva y complementaria de la demanda externa neta. La inversión pública y privada, que representan un impresionante 45% del PBI, es financiada con creces por el ahorro interno (principalmente de las familias), y el 20% de su crecimiento se debe a la inversión en viviendas y fábricas. Se han adoptado, además, medidas de apoyo y estimulo al desarrollo de la empresa privada nacional, y se ha dispuesto equiparar el tratamiento de la empresa privada con la estatal, asegurando los derechos de propiedad. Por otro lado, los chinos han sabido negociar buenos términos con la inversión extranjera, logrando que abran sus tecnologías, adaptándolas para la producción propia. Se sabe que a esta inversión se le asignó una función clave en la transferencia de tecnología, obligándosele a realizar operaciones conjuntas con socios chinos en actividades de uso intensivo de tecnología.

El otro motor es el consumo privado, que seguirá creciendo gracias a los aumentos salariales en las urbes y a la incorporación más plena y acelerada –aunque reciente- de las zonas rurales al mercado doméstico. Además, se parte de un nivel relativamente bajo respecto al PBI: en 2007 el consumo representaba apenas el 36%, con lo que el consumo potencial tiene aún un amplio margen para su expansión. En este primer semestre las ventas al por menor aumentaron en 21,4% (nominal), ciertamente en un contexto en el que la inflación anual fue del 7,9% (y el de alimentos 20,4%). Por primera vez en los últimos siete años, la contribución del consumo en el crecimiento fue de 4.4, comparado con el de la inversión de 4.3 y el de la demanda externa neta de 2.7 puntos porcentuales. Esto debido a que iniciaron la reducción gradual de la dependencia de factores externos, mediante políticas de desarrollo industrial, recortes de impuestos, subsidio a las familias de bajos ingresos y agricultores, elevación del salario mínimo y mayores inversiones en educación, en el sistema de salud y en vivienda.

A modo de conclusión
En suma, el énfasis en el mercado interno, ciertamente sin cerrar la economía, significa la reorientación de las inversiones, en especial de infraestructura, hacia las zonas rurales. En este cambio de modelo está la explicación de por qué la crisis hipotecaria norteamericana no tendrá efectos recesivos en la economía china. La tasa de crecimiento de su producto no será menor a la establecida en el undécimo plan quinquenal, a pesar de que sus exportaciones crecerán a tasas menores. Por el contrario, continuaría por encima del 9% anual, debido fundamentalmente al crecimiento de la inversión y a la expansión de la infraestructura a lo largo y ancho del país. Por su parte, los elevados superávit comerciales registrados en los últimos años le permitieron a China acumular reservas internacionales por más de un trillón y medio de dólares (más de un millón de millones en la numeración española) monto más que suficiente para enfrentar choques externos adversos, como la recesión que puede generar la actual crisis financiera norteamericana. Un poco más del 70% de estas reservas están en bonos del tesoro americano. Además, como es sabido, el sistema bancario chino prácticamente no está expuesto a los bonos subprime.
AUTOR : FELIX JIMENEZ Y JURGEN SCHULDT.
FUENTE: ECONOMIA POLITICA PERUANA,08/10/2008

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CUANTO CAE ASIA SI CAE EE.UU. ?

Uno de los temas más discutidos entre los economistas es si una recesión en EEUU llevaría a una recesión global. Los que dicen que sí afirman que el peso relativo de la economía de EEUU es tan grande que arrastraría a Europa, Japón y también a las economías emergentes, incluyendo a China, India (y a las demás economías asiáticas) y Brasil.

Quienes afirman lo contrario dicen que EEUU ya no tiene el mismo peso que antes, por lo que el "arrastre hacia abajo" sería mínimo. También que China e India dependen ahora mucho más de sus mercados internos, que serían capaces de seguir sosteniendo las altas tasas de crecimiento del PBI (en el 2008 China crecería 9.8%, menos que lo habitual, e India 7.7%).

Como se ve, cada posición tiene sus argumentos y el debate será zanjado en los próximos meses, cuando la realidad nos diga qué sucedió. Pero, ¿es posible anticiparse a estos resultados analizando qué sucedería si se cumplen tales o cuales supuestos? Claro que sí, con la econometría. Lo que debe siempre tenerse en cuenta, sin embargo, es que estamos hablando de proyecciones que se basan en supuestos.

La Comisión Económica y Social para el Asia y Pacífico de Naciones Unidas (ESCAP, por sus siglas en inglés) ha efectuado este análisis en su último informe anual (verlo en www.unescap.org), lo que es bienvenido porque casi hay este tipo de ejercicios. Para ello, usaron el modelo Link, de la Universidad de Toronto y Naciones Unidas, que fue impulsado por el Premio Nobel Lawrence Klein (www.chassw.utoronto.ca/link). Este modelo tiene data de 60 países e integra los modelos nacionales en un solo modelo econométrico mundial.

En el Seminario Internacional que se viene desarrollando en Penang, Malasia, organizado por la Red del Tercer Mundo, el economista de ESCAP Syed Abu Muhammad presentó los tres escenarios del Informe: el escenario base, el optimista y el pesimista. El escenario base proyecta una leve caída del PBI mundial de 3.7 a 3.4% del 2007 al 2008, mientras que el optimista proyecta un PBI mundial de 4.1%.

El escenario pesimista proyecta un PBI mundial de solo 1.6% en el 2008. Sus supuestos principales son: crecimiento de 0% del PBI y del consumo privado en EEUU, depreciación del dólar en un 20% adicional y una caída de 20% en la inversión privada de EEUU (sobre todo en construcción en el sector residencial).

En este escenario, el crecimiento del PBI en el sudeste asiático bajaría de 7.5 a 4.8% en el 2008. Dice ESCAP que el impacto no es uniforme, pues se verían más afectados los que exportan más a EEUU, entre ellos Taiwán, Singapur y Corea del Sur. Con esas caídas, estos tres países tendrían crecimiento negativo en el 2008.

En China, el PBI caería en 3.3% (del 9.6 al 6.3%). Dice ESCAP: "el PBI caería significativamente, pero seguiría siendo alto en términos relativos y una fuerte demanda interna permitiría absorber parte el impacto externo". El gurú de la actual recesión en EEUU, Nouriel Roubini, dice que, dadas las enormes necesidades de China de incorporar a millones de pobres, un 6% de crecimiento sería una verdadera catástrofe. En la India, la caída de 1.2% llevaría el PBI del 7.7% actual a 6.0%: "una demanda interna robusta y el actual boom de inversiones en el sector industrial y de servicios, reduciría el impacto del shock externo" (ídem).

Esta simulación no toma en cuenta las medidas de política económica que aplicarían los países asiáticos para neutralizar los impactos negativos de una fuerte recesión en EEUU. Lo interesante del ejercicio, sin embargo, es que demuestra –con un análisis serio– que el peso de EEUU sigue siendo grande (aunque con clara tendencia a perderlo) y que si entra en recesión afectaría fuerte a la economía mundial.

El ESCAP también dice que, en el escenario pesimista, el crecimiento del PBI de América Latina caería de 4.8 a 2.6% en el 2008. Lamentablemente, no hay información desagregada por países. ¿Alguien se anima a correr el LINK para la región para saber cómo nos iría en todos los escenarios, incluido el pesimista?
AUTOR : HUMBERTO CAMPODONICO.
FUENTE : CRISTAL DE MIRA,08/29/2008

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ECONOMIAS ASIATICAS Y LA TRINIDAD IMPOSIBLE

Hace 11 años comenzó la crisis asiática, cuya causa fue el sobreendeudamiento externo motivado por la irrestricta apertura de la cuenta de capitales de la Balanza de Pagos. Es por eso que este tema ocupó gran parte de las discusiones en el seminario internacional de Penang, organizado por la Red del Tercer Mundo.

Hasta principios de la década del 90, la entrada de capitales a los países asiáticos estaba fuertemente regulada. Los residentes, por ejemplo, no podían tener cuentas en dólares ni sacar sus ahorros fuera del país. De su lado, las empresas extranjeras no tenían libre disponibilidad de moneda extranjera y solo podían remesar una parte de sus utilidades. Además, estaba muy regulada la entrada de capitales de corto plazo, que venían al sistema financiero o a la Bolsa de Valores.

Pero el FMI insistió en el libre flujo de capitales, lo que se hizo, salvo en India y China. El resultado fue una enorme entrada de capitales, en buena medida de corto plazo, que produjo burbujas en distintos sectores de la economía, sobre todo el inmobiliario. Cuando estalló la burbuja, la región se vino abajo, menos China e India.

Once años después, la apertura de la cuenta de capitales continúa en la región y que China e India también han avanzado en esta dirección, aunque mantienen una serie de controles y regulaciones. Pero el panorama del 2008 es distinto a 1997: casi todos los países tienen significativos superávits provenientes en la cuenta corriente, generando un enorme aumento de las reservas internacionales.

El problema hoy es cómo administrar el "exceso de liquidez" en un contexto de recesión en EEUU, así como de alza de la inflación por los precios del petróleo, las materias primas y los alimentos. Se constata, de un lado, la apreciación de las monedas nacionales (exceso de dólares) y, de otro, una tendencia a subir las tasas de interés para combatir la inflación. Allí está el problema para muchos. ¿Suena parecido? Sí. Pero hay una diferencia clave: el superávit comercial asiático se da por competitividad industrial, mientras el peruano depende de las materias primas y sus precios.

El economista Yu Yongding, del Instituto de Economía y Política Mundial de la Academia China de Ciencias Sociales, explicó que este era un problema clásico de la "Trinidad Imposible", explicado por Robert Mundell: si se sube la tasa de interés para frenar la inflación, con apertura de la cuenta de capitales, la entrada de dólares apreciará la moneda nacional. Y si la tasa de interés no se baja para que no entren capitales especulativos, entonces aumenta la demanda y, también, la inflación (ver "El BCR y el trilema imposible", www.cristaldemira.com, 24/4/08).

Explicó que si en China se abriera totalmente la cuenta de capitales (que hoy es limitada), eso implicaría también la libre flotación del yuan. Afirmó que, en caso de shock externo, se podría producir una masiva fuga de capitales de hasta US$ 790,000 millones (fuga de ahorros, deuda de corto plazo y, sobre todo, remesas de utilidades) lo que equivale al 27% del PBI de US$ 2.95 billones.

Esa política no solucionaría tampoco uno de los problemas centrales, el de los enormes excedentes gemelos (de inversión extranjera y de la cuenta corriente de la Balanza de Pagos) que están en el origen de los "excedentes de liquidez".

Para Yu, China debe continuar con las políticas gradualistas de los últimos 30 años, a las que se opuso siempre el FMI, recomendando el shock, como en Rusia, que fue un fracaso completo. Para reducir el exceso de liquidez hay que tomar medidas ad hoc como alentar la inversión china en el exterior, permitir que la inversión extranjera use el ahorro nacional (hoy no puede) y controlar mejor los flujos de entrada de capitales. Afirma que la apertura de la cuenta de capitales es un objetivo de muy largo plazo que no tiene por qué implementarse de golpe.

Resumiendo: si bien no existe en Asia una política uniforme, la apertura de la cuenta de capitales (que existe en la mayoría de países) es mirada siempre con aprehensión porque les recuerda lo que sucedió en 1997-98. No es el dogma lo que prima, sino el análisis de la situación concreta.
AUTOR : HUMBERTO CAMPODONICO,
FUENTE: CRISTAL DE MIRA,08/30/2008

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