Por Kike Vasquez.
En ocasiones un simple suceso puede cambiarnos la vida por completo, hoy algo es “así” y de mañana en adelante “lo contrario”, y lo queramos o no tendremos que adaptarnos a ello. A veces dicho cambio no se produce por un hecho en si mismo, sino por el conocimiento: descubrimos algo que cambiará nuestra percepción de forma radical, un cambio de paradigma en la visión que tenemos del mundo. Un simple ejemplo sería el día que conocemos quien se esconde en realidad detrás de esos señores de Oriente llamados Reyes Magos, una información muy sencilla y fácil de entender pero que provoca que nuestra vida ya no vuelva a ser igual ¿Qué inocentes éramos, verdad? O no tanto, ya que algo parecido nos ocurre con el concepto de “dinero fiduciario” y sus consecuencias, nacemos creyendo en algo por intuición y “lógica” y un día llegamos a la conclusión de que nada es como pensábamos, que las cosas funcionan de forma distinta. Y hay que adaptarse, y nada en nuestra forma de ver el mundo vuelve a ser igual desde ese momento.
Lo que se esconde detrás de MF Global tiene muchos de los ingredientes que les acabo de presentar, pero empecemos por el principio, para situarnos y porque las buenas historias siempre tienen una bonita forma de empezar. MF Global era un bróker especializado en derivados, de hecho uno de los más importantes del mundo con 41 mil millones de dólares en activos, llegando a ser un “Primary Dealer” de la Reserva Federal de Estados Unidos. El pasado 31 de octubre, al parecer por unas malas inversiones en deuda pública europea de Bélgica, Italia, España, Portugal e Irlanda valoradas en 6.3 mil millones de dólares, se declaraba en bancarrota. Nada raro hasta aquí, todos cometemos errores y la empresa cometió uno que la llevó a su fin, el mundo sigue girando.
Sigamos con los prolegómenos. Jon Corzine, el CEO de la compañía, era muy conocido por haber sido entre 2006 y 2010 gobernador de Nueva Jersey, estado en serias dificultades económicas, y por ser antiguo CEO de Goldman Sachs. Decían de él que quería convertir a MF Global en los nuevos “chicos de oro” y que para ello incentivaba de manera importante el riesgo, de hecho muchos son los que le echan la culpa de esas posiciones europeas que dieron al traste con todo. La estrategia finalmente terminó con unas pérdidas de 191 millones de dólares en el último trimestre, las agencias de rating bajaron su calificación y a la semana se presentaba el “Chapter 11”. Antes ofrecieron la compañía a la competencia y vendieron “cientos de millones” en activos a Goldman Sachs, pero no fue suficiente. Game over. Las sospechas de que algo grande se escondía tras el suceso comenzaron cuando algunos de los clientes que habían depositado el dinero en el bróker se encontraron con que no estaba, misteriosamente unos 1.2 mil millones de dólares habían desaparecido y nadie sabía muy bien a donde habían ido.
¿Qué estaba pasando en MF Global? ¿A dónde iba el dinero? Aún no se conoce una respuesta definitiva, si bien la investigación que se está llevando a cabo ha sacado a la luz algunas prácticas cuyas implicaciones no son simplemente referentes a una firma de Wall Street, son globales y afectan al sistema al completo. Bienvenidos a la “rehypothecation”.