Por Jeffrey D. Sachs *
Los grandes cambios sociales se producen de varias formas. Un avance tecnológico –máquina de vapor, computadoras, Internet– puede desempeñar un papel destacado. Los visionarios –como, por ejemplo, Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Jr., y Nelson Mandela– pueden inspirar una exigencia de justicia. Los dirigentes políticos pueden encabezar un amplio movimiento de reforma, como Franklin Roosevelt y el New Deal.
Los grandes cambios sociales se producen de varias formas. Un avance tecnológico –máquina de vapor, computadoras, Internet– puede desempeñar un papel destacado. Los visionarios –como, por ejemplo, Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Jr., y Nelson Mandela– pueden inspirar una exigencia de justicia. Los dirigentes políticos pueden encabezar un amplio movimiento de reforma, como Franklin Roosevelt y el New Deal.
Nuestra
generación necesita urgentemente espolear otra era de grandes cambios
sociales. Esta vez debemos actuar para salvar el planeta de una
catástrofe medioambiental inducida por el hombre.
Cada
uno de nosotros siente esa amenaza casi diariamente. Olas de calor,
sequías, inundaciones, incendios forestales, glaciares que retroceden,
ríos contaminados y tormentas extremas azotan el planeta a un ritmo que
aumenta dramáticamente a consecuencia de las actividades humanas.
Nuestra economía mundial de 70 billones de dólares al año está
sometiendo el medio ambiente natural a presiones sin precedentes. Vamos a
necesitar unas tecnologías, unos comportamientos y una ética nuevos,
apoyados en pruebas sólidas, para conciliar un mayor desarrollo
económico con la sostenibilidad medioambiental.
El
Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, está afrontando
esa amenaza sin precedentes desde su excepcional posición en la
encrucijada de la política y la sociedad mundiales. En el nivel
político, las Naciones Unidas son el punto de reunión de 193 Estados
miembros para negociar y crear legislación internacional, como en el
caso del importante tratado sobre el cambio climático aprobado en la
Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992. En el nivel de
la sociedad mundial, las NN.UU. representan a los ciudadanos del mundo,
“nosotros, los pueblos”, como se dice en la Carta de las NN.UU. En el
nivel de la sociedad¸ las NN.UU. se ocupan de los derechos y
responsabilidades de todos nosotros, incluidas las generaciones futuras.