Por Vicenc Navarro
Uno de los argumentos más utilizados para no aumentar los impuestos de las personas con mayores rentas es que tales impuestos desincentivan el ahorro y la inversión productiva de tal ahorro, una inversión productiva que crea empleo. Este argumento se reproduce constantemente, una y otra vez, en la mayoría de medios de información y persuasión del país, subrayando que no hay que penalizar a los productores de riqueza y puestos de trabajo.
Uno de los argumentos más utilizados para no aumentar los impuestos de las personas con mayores rentas es que tales impuestos desincentivan el ahorro y la inversión productiva de tal ahorro, una inversión productiva que crea empleo. Este argumento se reproduce constantemente, una y otra vez, en la mayoría de medios de información y persuasión del país, subrayando que no hay que penalizar a los productores de riqueza y puestos de trabajo.
El problema con este
argumento es que, por mucho que se repita, no tiene evidencia que lo
avale. Un estudio reciente de una empresa de análisis de mercados
(Market Watch) analizó recientemente qué hacen los súper ricos con su
dinero (“Where the Rich are Keeping their Money”). Y aunque no es fácil
encontrar esta información, algo sí que se pudo ver. Pues bien, la
enorme cantidad de dinero que tienen los súper ricos no se invierte en
lo que se llama economía productiva, es decir, donde se producen puestos
de trabajo. El 90% estaba en compra y venta de propiedad inmobiliaria,
en bonos del Estado, en cuentas personales y en otras actividades de uso
personal o actividad especulativa. Sólo un 1% se invertía en el
establecimiento de nuevas empresas que produjeran empleo.