La inflación del 2008 cerró en 6.65%, superando a la del 2007 (3.9%) y, también, a las de años anteriores que fueron sensiblemente menores. En el 2008, el sector que tuvo más inflación fue Alimentos y Bebidas, con 9.66%, seguida de Alquileres de Viviendas, Combustibles y Electricidad, con 5.39%.
Lo que más influyó en el aumento de precios de los alimentos fue la llamada “inflación importada” de la soya, el trigo y el maíz pues son componentes claves del consumo familiar de aceite, pan y fideos y alimentos para pollos. También contribuyó al aumento del Índice General el alto precio de los combustibles.
Los más afectados, claro está, fueron los sectores de menores ingresos, pues tienen que gastar una mayor porción de sus ingresos mensuales en el “día a día”. Es el caso del gasto en alimentos y bebidas, los limeños gastan el 47.5% de sus ingresos mensuales. No sucede lo mismo en países vecinos como Chile, Colombia, Argentina y Brasil, donde la población solo gasta en alimentación del 22 al 29% de sus salarios. Dicho de otra manera, los salarios aquí son mucho más bajos que en esos países (ver Inflación de alimentos golpea más a Perú, www.cristaldemira.com, 7/7/08).
La alta inflación del 2008 tendrá un impacto en los niveles de pobreza, que habían bajado al 39% de la población en el 2007. Diversos estudios realizados durante el año indican que esta habría aumentado en 2 a 3 puntos porcentuales. Veremos qué nos dicen los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares en los próximos meses.
En el 2009, la inflación debiera retornar al techo de la meta del BCR, que es el 3% anual, la misma que no fue cumplida ni en el 2007 ni en el 2008. Esto debido a que, desde julio del año pasado, se reventó la burbuja de precios de los productos básicos (petróleo, minerales y alimentos).
En efecto, la rebaja de la tasa de interés en EEUU de 5.25% en setiembre del 2007 a 2% en abril del 2008 (para combatir la crisis financiera y la recesión) provocó una fuerte depreciación del dólar frente al euro y el yen. Por ello, una gran cantidad de inversionistas decidió poner su dinero en los mercados de “commodities”, lo que derivó en una especulación brutal y una burbuja (alza de precios ficticia; ver “Los precios de los alimentos y la especulación”, www.cristaldemira.com, 3/11/08).
Esta burbuja fue la que se quebró en julio pasado y desde esa fecha casi todos los precios de los alimentos se han reducido en un 50 a 60%. Como somos un país importador neto de alimentos, esto nos beneficia. Lo mismo sucede con el precio del petróleo (también somos importadores netos). Pero lo que no nos beneficia es la caída de precios de los minerales, sobre todo, cobre, zinc y plomo, pues caerán los ingresos fiscales y el canon minero.
Esa es la noticia “buena”. La mala es que la pérdida de poder adquisitivo de los sueldos y salarios en el 2008 no ha sido recuperada. El salario mínimo de S/. 550/mes que rige desde enero del 2008 ha perdido toda la inflación del año. Lo mismo sucede con los sueldos y salarios que se han mantenido virtualmente estancados. Y aquí va a llover sobre mojado pues se anuncian ya decenas de miles de despidos.
Si bien la inflación del 2009 podría ser menor al 6.65% del 2008, igual los sueldos y salarios, y el sueldo mínimo, seguirán perdiendo poder adquisitivo. Como el gobierno no quiere institucionalizar el salario mínimo, como no están previstos aumentos de sueldos en el sector público y como tampoco habrá aumentos en el sector privado (de vez en cuando García les hace pedidos a los empresarios para salvar la cara, pedidos que caen en saco roto), los trabajadores saldrán perdiendo.
Conclusión: tendremos una inflación más baja en el 2009 (siempre que no haya devaluación del sol y los oligopolios bajen los precios), pero no una recuperación del poder adquisitivo de los que menos tienen.
AUTOR : HUMBERTO CAMPODONICO
FUENTE : CRISTAL DE MIRA
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