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jueves, 22 de mayo de 2008

GENEALOGIA DEL CONFLICTO ARABE-ISRAELI ( I PARTE)

EL PETROLEO... EL ORIGEN DE LA GUERRA
•La economía mundial, desde el momento en que empezó a existir a mediados del siglo XVIII, ha sido movida por dos fuentes energéticas: el carbón desde mediados del siglo XVIII hasta 1900, y el petróleo a partir de 1900. •Si bien actualmente existen sectores donde la principal fuente de energía no es el petróleo (la generación eléctrica por ejemplo), el petróleo (como antes el carbón), es en la práctica la única fuente de energía del transporte motorizado. Podemos hacer funcionar fábricas y alumbrar las calles con energía eléctrica generada en centrales hidroeléctricas, nucleares o eólicas, pero no podemos mover trenes, barcos, aviones ni camiones con dichas energías. •La explotación comercial del petróleo empezó hacia 1840 en EEUU, y estaba orientada a la producción de combustible para lámpara de alumbrado doméstico. El inicio de la demanda de petróleo para transporte se inicia a principios del siglo 20 con el paso de los barcos y locomotoras de carbón a los barcos y locomotoras de motor diesel, el desarrollo del automovilismo y de la aviación, los dos últimos basados en variantes del motor e combustión interna (alimentado con derivados del petróleo: gasolina, diesel, jet-oil) •Si bien se ha encontrado petróleo en todo el mundo, las reservas de petróleo y gas se concentran en el Medio Oriente (alrededor del Golfo Pérsico) y el Asia Central (alrededor del Mar Caspio). •Desde la Primera Guerra Mundial, los problemas en el Medio Oriente han estado relacionados con el crontrol del petróleo
La Falsa Promesa de la Independencia:
•Hasta la I Guerra Mundial, las zonas productoras de petróleo en el Caspio estaban en manos nominales del Imperio Zarista (campos petroleros de Bakú, Azerbaizhan) y del Imperio Otomano (campos en Kirkuk, Kuwait). •Una de las causas la I Guerra Mundial fue la lucha entre las potencias imperialistas por el control de las materias primas en los países en subdesarrollo. Inglaterra deseaba conquistar a los turcos otomanos el control del petróleo de Kirkuk y a los rusos el control de Bakú, mientras los imperios Alemán y otomano deseaban conquistar Bakú. •Cuando el Medio Oriente aún continuaba como colonia otomana, Francia e Inglaterra llegaron a un acuerdo secreto de partición de las colonias otomanas en el Medio Oriente (Tratado Sykes-Picot de 1915), por el cual a cambio del control de Líbano y Siria, por Francia, se aceptaba el control inglés de Palestina, la península arábica (actual Arabia Saudita) y Mesopotamia (actual Iraq). •Agentes de inteligencia ingleses como el ahora famoso Lawrence de Arabia lograron el apoyo de los jeques y tribus árabes en la lucha inglesa contra los otomanos, al prometerles la independencia una vez acabada la guerra. •El imperio Zarista, Francia e Inglaterra también prometieron la independencia a armenios, asirios y kurdos, si los apoyaban contra los turcos otomanos. Como consecuencia de ello, durante 1915 en la Anatolia Oriental se rebelaron armenios, kurdos y asirios. La respuesta del imperio otomano fue el genocidio de armenios (entre 1 millón y 1 millón y medio asesinados) y asirios (500 mil asesinados, alrededor del 60% de los asirios). Los kurdos de Anatolia apoyaron al imperio otomano, y los de Mesopotamia apoyaron a los ingleses. •Ambos genocidios no sirvieron para lograr la independencia armenia o asiria. Los armenios sólo lograron protección en territorio controlado por los bolcheviques. fue la lucha entre las potencias imperialistas por el control de las materias primas en los países en subdesarrollo. Inglaterra deseaba conquistar a los turcos otomanos el control del petróleo de Kirkuk y a los rusos el control de Bakú, mientras los imperios Alemán y otomano deseaban conquistar Bakú. •Cuando el Medio Oriente aún continuaba como colonia otomana, Francia e Inglaterra llegaron a un acuerdo secreto de partición de las colonias otomanas en el Medio Oriente (Tratado Sykes-Picot de 1915), por el cual a cambio del control de Líbano y Siria, por Francia, se aceptaba el control inglés de Palestina, la península arábica (actual Arabia Saudita) y Mesopotamia (actual Iraq). •Agentes de inteligencia ingleses como el ahora famoso Lawrence de Arabia lograron el apoyo de los jeques y tribus árabes en la lucha inglesa contra los otomanos, al prometerles la independencia una vez acabada la guerra. •El imperio Zarista, Francia e Inglaterra también prometieron la independencia a armenios, asirios y kurdos, si los apoyaban contra los turcos otomanos. Como consecuencia de ello, durante 1915 en la Anatolia Oriental se rebelaron armenios, kurdos y asirios. La respuesta del imperio otomano fue el genocidio de armenios (entre 1 millón y 1 millón y medio asesinados) y asirios (500 mil asesinados, alrededor del 60% de los asirios). Los kurdos de Anatolia apoyaron al imperio otomano, y los de Mesopotamia apoyaron a los ingleses. •Ambos genocidios no sirvieron para lograr la independencia armenia o asiria. Los armenios sólo lograron protección en territorio controlado por los bolcheviques.
•Recién en 1917 lograron los anglo-franceses derrotar a los otomanos, con el apoyo de árabes, armenios y asirios. Pero, en el tratado de Versalles entre las potencias vencedoras y las derrotadas en la I Guerra Mundial, las ofertas de independencia a los pueblos medio-orientales quedaron como lo que eran, engaños.
La Alianza entre los Ingleses y los Judios Sionistas
•El tratado de Versalles creaba la Sociedad de las Naciones como organismo supranacional, y esta sociedad decidió conceder a las potencias ganadoras los antiguos territorios otomanos, como “mandatos” (colonias), aduciendo que los pueblos de dichos territorios no tenían la capacidad de autogobernarse. Palestina, Jordania y Mesopotamia fueron otorgadas a Inglaterra y Líbano y Siria a Francia, los emiratos del golfo estaban bajo “protección” inglesa e Irán era una semicolonia inglesa. Se inventaron varios países (Siria, Jordania, Iraq, Arabia Saudita) para las élites árabes que apoyaron a ingleses y franceses.
•Iraq fue creado como una semicolonia inglesa tras la I Guerra Mundial. En 1920 hubo un levantamiento árabe contra la ocupación inglesa que fue violentamente reprimido por los británicos. Fue la primera vez en la historia que se usó un bombardeo aéreo de armas químicas, por los ingleses contra los levantados. •El petróleo mediooriental estuvo en manos de compañías inglesas y norteamericanas tras el fin de la I Guerra Mundial. La política occidental desde esa época ha estado orientada a mantener el control sobre dicho recurso, mediante el apoyo a monarquías feudales, y a los judíos en Palestina. •La población árabe en Palestina y en los demás países medio orientales estaba sometida a regímenes feudales y autocráticos. Desde mediados de 1930 se empezaron a formar partidos comunistas y nacionalistas modernos, violentamente reprimidos por las élites locales con apoyo inglés. •Entre los judíos europeos había varias corrientes políticas: una asimilacionista (Haskalah) muy fuerte en Europa Central (y donde eran muy fuertes las ideas socialistas radicales), otra conservadora religiosa (la mayoría de los judíos de Europa Oriental), y la muy minoritaria sionista. Esta última desde mediados del siglo 19 buscaba establecer un estado que contuviera a la mayoría de los judíos (se buscaron alternativas desde la Patagonia argentina hasta Australia, pasando por el Africa Oriental-Uganda). Con la declaración Balfour, la mayoría de los sionistas promovieron el establecimiento de dicho estado en Palestina, alentando para ello con apoyo inglés la migración de los judíos europeos. •Habiendo engañado a los árabes, a los que no se les concedió la independencia, Inglaterra promovió y armó a los judíos sionistas, para que éstos la ayudaran en su control del Medio Oriente. A pesar de ello, la migración judía a Palestina fue mínima antes de la Segunda Guerra Mundial (II Guerra Mundial). •En 1917 el Ministro de Relaciones Exteriores inglés prometió a Jaim Herzog, líder sionista, que Inglaterra los ayudaría establecer un estado judío en Palestina (territorio donde menos del 10% de la población era judía en ese momento).
La Creacion del Estado de Isrrael y la Nabka (Tragedia)
•Tras el genocidio judío por los nazifacistas en Europa durante la II Guerra Mundial, la mayoría de los judíos sobrevivientes de Europa Central y Oriental, que durante más de cien años habían desdeñado al sionismo, aceptaron ahora las propuestas de emigración hacia Palestina. •Esta emigración de casi dos millones de judíos entre 1945 y 1948 hacia Palestina cambió el panorama demográfico del territorio. Pero además tiene un carácter especial, los judíos que emigraron a Palestina eran hombres libres, formados en la autonomía propia del capitalismo, o escapaban de la dominación semifeudal en Europa oriental que no los había podido proteger del exterminio. •El genocidio judío promovió en la comunidad internacional la solidaridad con dicho pueblo, y ello permitió que mediante la resolución 181 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (organismo fundado en 1945 para remplazar a la infectiva Sociedad de las Naciones), la ONU dividiera en mandato inglés de Palestina en dos estados: uno árabe-palestino y el otro judío-Israel. •La creación de Israel contó con el apoyo de los países occidentales, que veían a dicho estado como un defensor de los intereses de las compañías petroleras occidentales. •Tras el fin de la II Guerra Mundial los países árabes progresivamente se fueron independizando de la tutela colonial inglesa o francesa (Egipto, Siria e Iraq en 1946, Jordania en 1947). •Israel empezó y ganó la guerra de 1948, expulsando violentamente de territorios concedidos por la ONU para el estado palestino a un millón y medio de árabes. Derrotó a los ejércitos egipcio, sirio, libanés y jordano. Egipto controló entre 1948 y 1967 la franja de Gaza y Jordania se anexó la Cisjordania o Ribera Occidental del río Jordán. •Ambos, Gaza y la Ribera Occidental, eran territorio donde debía haberse formado un estado palestino, pero a las élites árabes de Egipto y Jordania no les interesaba ello. •Israel inició junto a Francia e Inglaterra la guerra de 1956, originada por el intento del presidente egipcio Naser de nacionalizar el canal de Suez, hasta ese entonces en propiedad anglofrancesa. Si bien Israel conquistó la península de Sinaí, tuvo que devolverla por presión internacional. •Israel inició la Guerra de los Seis Días en 1967, conquistando nuevamente la península de Sinaí a Egipto y los altos del Golán a Siria, así como Gaza y la Cisjordania.
•La resolución 282 de la ONU ordenaba a Israel la devolución de los territorios ocupados en dicha guerra. En 1967 se crea la Organización por la Liberación de Palestina (OLP), organización nacionalista secular orientada a liberar Palestina de la ocupación israelí.
•En 1970 el ejército del reino jordano expulsa a las tropas palestinas que habían estado atacando a Israel desde 1967 tras cruentas luchas en los campos de refugiados palestinos. Las tropas palestinas se refugian en el sur del Líbano. •En 1973 Egipto y Siria inician la guerra del Yom Kippur, en la cual tras avances iniciales son derrotados por Israel. Como consecuencia de dicha derrota, en 1977 el presidente egipcio Anwar el Sadat y el Primer Ministro Israelí Menajem Begin firman el acuerdo de Paz de Camp David (EEUU), por el cual Israel devolvía a Egipto la península de Sinaí a cambio de la paz.
EN EL BLOG EL PUEBLO UNIDO JAMAS SERA VENCIDO

miércoles, 21 de mayo de 2008

PRESIDENTES DEL PERU 1821-2011

1821-1822 Don José de San Martín (Supremo Protector)
1822-1823 José de La Mar (Junta de Gobierno)
1822-1823 Manuel Salazar y Baquijano (Junta de Gobierno)
1823 José de la Riva Agüero (Primer Presidente)
1823-1824 José Bernardo de Torre Tagle(Segundo Presidente)
1824-1826 Simón Bolívar (Libertador del Perú)
1826-1827 Andrés de Santa Cruz
1827 Manuel Salazar y Baquijano(Interino)
1827-1829 José de La Mar
1829-1833 Agustín Gamarra
1834 Pedro Pablo Bermúdez
1833-1835 Luis José de Orbegoso
1835-1836 Felipe Santiago Salaverry
1836-1837 Andrés de Santa Cruz(Confederación Perú-boliviana)
1838-1841 Agustín Gamarra
1841-1842 Manuel Menéndez (Presidente Interino)
1842-1843 Juan Crisóstomo Torrico
1842-1843 Francisco Vidal
1843-1844 Domingo Elias
1843-1844 Domingo Nieto
1844 Justo Figuerola
1844 Manuel Ignacio de Vivanco
1844 Ramón Castilla
1844-1845 Manuel Menéndez (Presidente Interino)
1845-1851 Ramón Castilla
1851-1855 José Rufino Echenique
1855-1862 Ramón Castilla
1862-1863 Miguel de San Román
1863 Ramón Castilla
1863 Pedro Diez Canseco (Presidente interino)
1863-1865 Juan Antonio Pezet
1863 Pedro Diez Canseco (Presidente interino)
1865-1868 Mariano Ignacio Prado
1868 Pedro Diez Canseco (Presidente interino)
1868-1872 José Balta
1872 Mariano Herencia Zevallos
1872-1876 Manuel Pardo
1876-1879 Mariano Ignacio Prado
1879 Luis La Puerta
1879-1881 Nicolás de Piérola
1881 Francisco García Calderón
1881-1883 Lizardo Montero
1883-1885 Miguel Iglesias
1885-1886 Antonio Arenas
1886-1890 Andrés A. Cáceres
1890-1894 Remigio Morales Bermúdez
1894 Justiniano Borgoño
1894-1895 Andrés A. Cáceres
1895 Manuel Candamo
1895-1899 Nicolás de Piérola
1899-1903 Eduardo López de Romaña
1903-1904 Manuel Candamo
1904 Serapio Calderón
1904-1908 José Pardo y Barreda
1908-1912 Augusto B. Leguía
1912-1914 Guillermo Billinghurst
1914-1915 Óscar R. Benavides
1915-1919 José Pardo y Barreda
1919-1930 Augusto B. Leguía
1930-1931 Luis Miguel Sánchez Cerro
1931 David Samanez Ocampo
1931-1933 Luis Miguel Sánchez Cerro
1933-1939 Óscar R. Benavides
1939-1945 Manuel Prado Ugarteche
1945-1948 José Bustamante y Rivero
1948-1956 Manuel A. Odria
1956-1962 Manuel Prado Ugarteche
1962-1963 Ricardo Pérez Godoy
1962-1963 Nicolás Lindley
1963-1968 Fernando Belaunde Terry
1968-1975 Juan Velasco Alvarado
1975-1980 Francisco Morales Bermúdez
1980-1985 Fernando Belaunde Terry
1985-1990 Alan García Pérez
1990-2000 Alberto Fujimori Fujimori
2000-2001 Valentín Paniagua Corazao
2001-2006 Alejandro Toledo Manrique
2006-2011 Alan García Pérez

viernes, 16 de mayo de 2008

SENTENCIA ESCARMENTATORIA A TUPAC AMARU

El presente documento resume los aspectos más importantes de la sentencia de muerte contra: José Gabriel Condorcanqui y los que apoyaron la rebelión indígena de 1780. El resumen es copia fiel del original... SENTENCIA EXPEDIDA POR EL VISITADOR GENERAL DEL REINO JOSÉ ANTONIO DE ARECHE CONTRA JOSÉ GABRIEL TUPAC AMARU. En el Cusco, 15 de mayo de 1781."En la causa criminal que sobre mí pende y se ha seguido de oficio de la real justicia contra José Gabriel Tupa Amaro, cacique del pueblo de Tungasuca en la provincia de Tinta, por el horrendo crimen de rebelión o alzamiento general de los indios, mestizos y otras castas, pensado más ha de cinco años y ejecutado en casi todos los territorios de este virreinato y el de Buenos Aires, con la idea (en que está convencido) de quererse coronar señor de ellos y libertador de las que llamaba miserias de estas clases de habitantes que logró seducir, a la cual dió principio con ahorcar a su corregidor don Antonio de Arriaga...""...reflexionando juntamente el infeliz y miserable estado en que quedan estas provincias que alteró y con dificultad subsanarán o se restablecerán en muchos años de los perjuicios causados en ellas por el referido José Gabriel Tupac Amaro, con las detestables máximas esparcidas y adoptadas en los de su nación y socios y confederados a tan horrendo fin; y mirando también a los remedios que exige de pronto la quietud de estos territorios, el castigo de los culpados, la justa subordinación a Dios, al rey y a sus ministros, debo condenar y condeno a ]osé Gabriel Túpac Amaro a que sea sacado a la plaza principal y publica de esta ciudad, arrastrado hasta el lugar del suplicio, donde presencie la ejecución de las sentencias que se dieren a su mujer, Micaela Bastidas, sus dos hijos, Hipólito y Fernando Tupac Amaro, a su tío Francisco Tupac Amaro, a su cuñado Antonio Bastidas, y a algunos de los otros principales capitanes y auxiliadores de su inicua y perversa intención o proyecto, los cuales han de morir en el propio día, y concluidas estas sentencias, se le cortará por el verdugo la lengua, y después, amarrado o atado por cada uno de los brazos y pies con cuerdas fuertes, y de modo que cada una de estas se pueda atar o prender con facilidad a otras que pendan de las cinchas de cuatro caballos, para que, puesto de este modo, o de suerte que cada uno de estos tire de su lado mirando a otras cuatro esquinas o puntas de la plaza, marchen, partan o arranquen a una voz los caballos de forma que quede dividido su cuerpo en otras tantas partes, llevándose éste luego que sea hora al cerro o altura llamada de Piccho, a donde tuvo el atrevimiento de venir a intimidar, sitiar y pedir que se le rindiese esta ciudad, para que allí se queme en una hoguera que estará preparada, echando sus cenizas al aire, y en cuyo lugar se pondrá una lápida de punta que exprese sus principales delitos y muerte, para sólo memoria y escarmiento de su execrable acción. Su cabeza se remitirá al pueblo de Tinta, para que estando tres días en la horca, se ponga después en un palo la entrada más pública de el; uno de ¡,os brazos al de Tungasuca, en donde fue cacique, para lo mismo, y el otro para que se ponga y ejecute lo propio en la capital de la provincia de Carabaya, enviándose igualmente y para que se observe la referida demostración, una pierna al pueblo de livitaca, en la de Chumbivilcas, y la restante al de Santa Rosa, en la de Lampa, con testimonio y orden a los respectivos corregidores o justicias territoriales para que publiquen esta sentencia con la mayor solemnidad, por bando, luego que llegue a sus manos, y en otro igual día todos los años subsiguientes, de que darán aviso instruido a los superiores gobiernos a quienes reconozcan dichos territorios; que las casas de éste sean arrasadas o batidas y saladas a vista de todo los vecinos de pueblo o pueblos adonde les tuviese o existan; que se confisquen todos sus bienes, a cuyo fin se da la orrespondiente comisión a los jueces provinciales- que todos los individuos de su familia que hasta ahora no han venido ni viniesen a poder de nuestras armas y de la justicia que suspira por ellos para castigarlos con iguales rigurosos y afrentosas penas, queden infames e inhábiles para adquirir, poseer u obtener, de cualquier modo, herencia alguna o sucesión, si en algún tiempo quisiesen o hubiese quienes pretendan derecho a ella; que se recojan los autos seguidos sobre su descendencia en la expresada real audiencia, quemándose públicamente por el verdugo en la plaza pública de Lima, para que no quede memoria de tales documentos, y de los que sólo hubiese en ellos testimonio, se reconocerán y averiguará adonde paran los originales, dentro del término que se asigne para la propia ejecución. Y por lo que mira a lo general de la ¡¡usa nación de los indios, se consultará a Su Majestad lo oportuno, con el fin de que si ahora o en algún tiempo quisiese alguno de éstos pretender nobleza o descendencia igual o semejante de los antiguos reyes de su gentilidad, sea con otras cosas que se le consultarán, reservado este permiso y conocimiento a su real persona, con inhibición absoluta y bajo de las más graves y rigurosas penas, a cualquier juez o tribunal que contraviniese a ésto recibiendo semejantes informaciones, y que las recibidas hasta ahora sean de ningún valor ni efecto hasta que el rey las confirme, por ser esta resolución muy conforme a estorbar lo ,que se lee a fojas 3 4 v de estos autos, reservando del propio modo a su soberana determinación lo conveniente que es y será, atendidas las razones que van indicadas, y a que este traidor logró armarse, formar ejército y fuerza contra sus reales armas, valiéndose o seduciendo y ganando con sus falsedades a los caciques o segundos personas de ellos en las poblaciones, el que éstas, siendo de indios, no se gobiernen por tales caciques, sin que las dirijan los alcaldes electivos anuales que votan o nombren éstas, cuidando las mismas comunidades electoras y los corregidores, preferir a los que sepan la lengua castellana y a los de mejor conducta, forma y costumbres, para que traten bien y con amor a sus súbditos, dispensando cuando más y por ahora que lo sean aquellas que han manifestado justamente su inclinación, fidelidad, anhelo, respeto y obediencia por la mayor gloria, sumisión, y gratitud a nuestro gran monarca.." "..Al propio fin, se prohibe que usen los indios, los trajes de su gentilidad, y especialmente los de la nobleza de ella, que sólo sirven de representarles los que usaban sus antiguos incas, recordándoles memorias que nada otra cosa influyen que el conciliarles más y más odio a la nación dominante, fuera de ser su aspecto ridículo y poco conforme a la pureza de nuestra religión, pues colocan en varias partes de el al sol, que fuera su primera deidad, extendiéndose esta resolución a todas las provincias de esta América Meridional, dejando del todo extinguidos tales trajes, tanto los que directamente representan las vestiduras de sus gentiles reyes con sus insignias, cuales son el unco que es una especie de camiseta, yacollas, que son unas mantas muy ricas de terciopelo negro o tafetán, mascapaicha, que es un círculo a manera de corona de que hacen descender cierta insignia de nobleza antigua significada en una mota o borla de lana de alpaca colorada, y cualesquiera otros de esta especie o significación, lo cual se publicará por bando en cada provincia para que deshagan o entreguen a sus corregidores cuantas vestiduras hubiese en ellas de esta clase, como igualmente todas las pinturas o retratos de sus incas, en que abundan con extremo las casas de los indios que se tienen por nobles, para sostener o jactarse de su descendencia, las cuales se borrarán indefectiblemente, como que no merecen la dignidad de estar pintados en tales sitios y a tales fines, borrándose igualmente ' o de modo que no quede señal, si hubiese alguno retratos de éstos en las paredes u otras partes de firme en las iglesias, monasterios, hospitales, lugares píos o casas particulares, pasándose los correspondientes oficios a los muy reverendos arzobispos y obispos de ambos virreinatos por lo que hace a las primeras, substituyéndose mejor semejantes adornos por el del rey y nuestros otros soberanos católicos en el caso dé necesitarse; también celarán los mismos corregidores que no se representen, en ningún pueblo de sus respectivas provincias, comedias u otras funciones públicas de las que suelen usar los indios para memoria de sus dichos antiguos incas, y de haberío ejecutado darán cuenta certificada a las secretarías de los respectivos gobiernos. Del propio modo se prohíben y quitan las trompetas o clarines que usan los indios en sus funciones, a las que llaman pututos, y son unos caracoles marinos de un sonido extraño y lúgubre, con que anuncian el duelo y lamentable memoria que hacen de su antigüedad, y también el que usen o traigan vestido negro en señal del luto que arrastran en algunas provincias como recuerdo de sus difuntos monarcas y del día o tiempo de la conquista, que ellos tienen por fatal y nosotros por feliz, pues se unieron al gremio de la iglesia católica y a la amabilísima y dulcisima dominación de nuestros reyes.Con el mismo objeto se prohíbe absolutamente el que los indios se firmen incas, como que es un dictado que le toma cualquiera pero que hace infinita impresión en los de su clase, mandándose como se manda a todos los que tengan árboles genealógicos o documentos que prueben en alguna manera sus descendencias con ellos, el que los manifiesten o remitan certificados y de balde por el correo a las respectivas secretarías de ambos virreinatos, para que allí se reconozcan sus solemnidades por las personas que diputen los excelentísimos señores virreyes, consultando a Su Majestad lo oportuno según sus casos, sobre cuyo cumplimiento estén los corregidores muy a la mira, solicitando o averiguando quién no lo observa, con el fin de hacérselo ejecutar, o recogerlos para remitirlos, dejándoles un resguardo..." "...Finalmente queda prohibida en obsequio de dichas cautelas, la fábrica de cañones de toda especie, bajo la pena a los fabricantes nobles de diez años de presidio en cualquiera de los de Africa, y siendo plebeyos, doscientos azotes y la misma pena por el propio tiempo, reservando por ahora tomar igual resolución en cuanto a la fábrica de pólvora, que seguirá luego. Y porque hay en muchas haciendas y trapiches y obrajes de estas provincias variedad de ellos de casi todos los calibres, se recogerán por los corregidores acabada íntegramente la pacificación de este alzamiento, para dar cuenta a la respectiva capitanía general con el fin de que se les dé el uso que parezca propio. Así lo proveí, mandé y firmé por esta mi sentencia definitivamente juzgando."José Antonio de Areche (firmado)
AUTOR: ALEXANDER MURAZZO, PUBLICADO DOCUMENTOS HISTORICOS ,5/15/2008
FUENTE: COLECCION DOCUMENTAL DEL BICENTENARIO DE LA REVOLUCION ENMANCIPADORA DE TUPAC AMARU,TOMO III-LOS PROCESOS A TUPAC AMARU Y SUS COMPANEROS.LIMA 1981-PAGS 268-77

jueves, 15 de mayo de 2008

LA DERECHA TIENE POLITICOS RENTADOS

NELSON MANRIQUE G. Historiador y sociólogo analiza el perfil ideológico que ya no oculta el Apra, también habla de la derecha económica y deja una sentencia lapidaria para los viejos cuadros de izquierda.

Emilio Camacho.

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Lapidario. Sociólogo se toma un tiempo para analizar todo el espectro político: la derecha aprista y la izquierda atomizada.

¿El último libro del presidente Alan García (que habla de la evolución ideológica de Víctor Raúl Haya de la Torre) termina por identificar al Apra con la derecha de la política peruana o todavía quedan dudas?

A mí no me que quedaba dudas a partir de la segunda semana del gobierno de Alan García. No descarto que haya algunos apristas que se sientan izquierdistas. He conversado con alguno de ellos. Pero como partido, el Apra está situado a la derecha y hace palidecer de envidia al PPC. Ha ocurrido algo que parecía imposible y es que Lourdes Flores ha terminado a la izquierda del Apra.

¿Es la primera vez que desde el Apra se admite que había un pensamiento a favor del libre mercado, y que esto ya estaba en los lineamientos dejados por Víctor Raúl Haya de la Torre?

Sí. El Apra ya era abiertamente derechista desde los años cincuenta. Pero ellos decían una cosa y hacían otra. Es así que en 1971 Haya de la Torre todavía podía decir "seamos francos, el mundo va al socialismo". ¿Y eso por qué? Porque Velasco se proclamaba socialista y Haya no podía quedarse atrás. Pero esta es la primera vez que el Apra dice lo que hace. Y creo que eso es un paso adelante, se ha sincerado qué es el Apra en el espectro político.

¿Y es real esta derechización del Apra? ¿No será que el oficialismo se acomoda a las circunstancias, pero no tiene un derrotero ideológico claro? Es decir, si la derecha no controlara en este momento el tema económico, el Apra podría desarrollar un programa progresista. Como que no le queda otra cosa que seguir con el programa económico seguido por Fujimori y Toledo.

Yo concuerdo con usted en que el Apra tiene una notable capacidad de plegarse a quien tenga el control, pero no creo que sea su única alternativa. Cuál fue la explicación que Haya de la Torre le dio a Julio Cotler cuando se le consultó por su alianza con la oligarquía. Por qué pactó con Prado y Odría. Haya respondió que había juzgado mal la situación y que pensó que la oligarquía tenía más fuerza de la que realmente tenía. En otras palabras, si Haya se hubiera dado cuenta de que la oligarquía no era tan fuerte, él se hubiera proclamado antioligárquico. Pero yo creo que hoy el Apra tiene mucho más margen de acción del que tuvo Haya. Si García quisiera ser consecuentemente hayista, tendría que recoger lo que su líder sí sostuvo hasta el final de sus días: que el Estado debía controlar al imperialismo, debía negociar de igual a igual con el imperialismo. En ese sentido, Evo Morales resulta más hayista que Alan García.

Porque él sí ha negociado con más energía con los capitales...

Él ha negociado y ha incrementado los ingresos del Estado boliviano de 400 a 2 mil millones de dólares anuales. Los socialdemócratas del Partido Socialista de Chile son más radicales que Haya, porque han retenido el cobre para el Estado y han obtenido 25 mil millones en 4 años, entre el 94 y el 97. Cuánto negocia el estado antiimperialista de Alan García: 180 millones.

Se refiere al aporte de las empresas mineras...

Me refiero al óbolo de las mineras. Lo que quiero decir es que no era necesario ser comunista o romper con el imperialismo para negociar mejores condiciones. Y la duda que surge es: ¿esto se hace gratis? ¿Se regalan miles de millones gratuitamente? Creo que con la experiencia del primer gobierno aprista tengo derecho a ser suspicaz. Una exigencia elemental de la oposición debería ser una declaración jurada de bienes de los principales funcionarios apristas.

¿Si el Apra encarna un pensamiento de derecha, cómo quedan otras fuerzas conservadores como el PPC?

El problema con la derecha es que nunca ha existido como un partido orgánico. Bush, Rumsfeld y Cheney son magnates petroleros. Son la burguesía financiera norteamericana metida a la política. Acá la derecha económica renta políticos y funcionarios para que los representen. Ni Alan García ni Lourdes Flores son una derecha social, son personal rentado por la derecha económica. Y la marca que persigue a Lourdes Flores es que es intercambiable. Eso ya lo había descubierto Mario Vargas Llosa en El pez en el agua cuando pensó que había ganado una serie de adeptos, pero al día siguiente de su derrota todos se pasaron al barco de Fujimori. Esta es una derecha que ideológicamente no tiene bandera, salvo los negocios.


"Finalmente la izquierda ha logrado suicidarse"

¿Sería más sincero que la Confiep, que representa a los grandes capitales, construya un partido que se reconozca de derecha?

Es cierto, podrían crear una expresión política propia. Pero también creo que es saludable que haya una distinción entre el gremio y un posible partido. Si la Confiep se convirtiera en partido y dejara de ser un gremio también dejaría de ser una alternativa. Pero sí, sería conveniente que los grandes burgueses actúen políticamente.

Y esto tampoco es una utopía. Ya ha pasado, al inicio de la historia republicana, que la derecha económica y los magnates se agruparon como un partido.

Es cierto. La pérdida del guano determinó una de esas experiencias. Durante décadas los consignatarios se habían enriquecido con el guano, pero cuando sube al poder Balta y su ministro Piérola, este decide entregar el guano a un monopolio controlado por el francés Dreyfus, entonces los poderosos tuvieron que organizarse como un partido. Actuaron así porque les habían quitado la gallina de los huevos de oro. Quizá un susto de esa naturaleza ayude a la derecha económica a organizarse, pero creo que por ahora le resulta más barato rentar funcionarios.

¿En este escenario, dónde está la izquierda peruana?

Para decirlo poéticamente, después de muchísimo esfuerzo la izquierda logró suicidarse. Ahora, es cierto que subsiste un temperamento de izquierda, pero este discurso no es viable porque no se atreve a hacer el balance de lo que suponen estos años. Además, existe una costra burocrática que impide la formación de nuevos cuadros.


miércoles, 14 de mayo de 2008

LA MITA EN EL TAHUANTINSUYO

La mita (trabajo por turnos) podría tener su origen según los arqueólogos en el horizonte medio (fusional), durante el desarrollo de la civilización Huari, conocida como el primer imperio andino; sin embargo la mita recién se aprecia claramente durante la época imperial del incario (siglo XV).
Según las fuentes históricas referidas a la mita incaica (vistas y crónicas) esta empezaría con el advenimiento del Sapa Inca Pachacutec, el primer emperador del Tahuantinsuyo. La mita era un trabajo obligatorio para el estado inca, que consistía en la explotación de la mano de obra de los ayllus dominados.
El modo de producción incaico era el Comunal-Tributario (según Waldemar Espinoza) éste tenía como base la mita, los hatun runas que pertenecían a ayllus autosuficientes tenían que brindar su fuerza laboral al estado a modo de tributo (en el Tahuantinsuyo no había moneda), para que el estado reciba la entrega de mano de obra tenía que dar muestras de reciprocidad frente a las comunidades proveedoras de mano de obra. El nexo entre las comunidades y el Estado era el Curaca o jefe étnico.
Entre las principales características de la mita tenemos que era un trabajo colectivo, rotativo y planificado.Los mitayos (los que hacían la mita) durante el Tahuantinsuyo eran los hatun runas u hombres grandes ("libres") de 18 a 50 años. La mita se podía realizar de diversas formas, a través de servicios domésticos, cultivo de tierras, construcción de caminos, servicios de correo (chasquis), en el ejército (esta era la mita mejor "remunerada" si el runa tenía un papel destacado), etc.
Debemos de recordar que cuando el Inca enviaba a un grupo de mitayos a cultivar las tierras del Estado les daba herramientas, semillas y les cubría sus necesidades básicas durante el tiempo que se le trabajase, mientrás que cuando se enviaba a un runa a producir textiles el Inca daba la lana de sus ganados; en otras palabras el estado Inca sólo usaba la fuerza de trabajo del hatún runa.
La mita luego fue reconfigurada por el virrey Francisco de Toledo en el siglo XVI, de esa forma se convirtió en la base para la riqueza de la corona española, mucho se ha dicho de las riquezas del Perú colonial (minas de plata) , pero estas no serían nada sino fuese por la mano de obra indígena.
AUTOR: JUAN CANDELA ALVA,CRONICAS DE PERU,5/9/2008

PERU : OCASO DE LA OLIGARQUIA

Perú entra en los años sesenta, bajo el gobierno de Manuel Prado y Ugarteche, en medio de una severa crisis económica y de extrema agitación política y social. El general Manuel Odría tuvo que celebrar elecciones y retirarse, debido a la presión popular.Prado enfrenta un país en ebullición. Han terminado las dictaduras militares de derecha y el país está en proceso de transformación. El pueblo ha luchado veinte años por la apertura política y la democratización del país. Sectores estudiantiles, populares y de la pequeña burguesía empobrecida se han radicalizado y crece un pujante movimiento popular sindical, estudiantil y campesino en demanda de cambios. Las huelgas, por cuestiones salariales, son constantes y los conflictos de tierra en la sierra se dan en dimensiones sin precedentes. Los más graves ocurren en 1959 y 1960 en Casa Grande y Paramonga, dos grandes ingenios azucareros, en propiedades de la compañía norteamericana Copper Corporation, y en la hacienda Torreblanca. Terminan en combates con la fuerza pública y en baños de sangre. Pero el gobierno ha estado del lado de los propietarios nacionales y empresas extranjeras.Prado llega al poder con una alianza con Haya de la Torre, jefe máximo del APRA, el partido más importante y de mayor arraigo popular. Esa alianza, que ellos llaman la «convivencia», es de mutuo beneficio. Haya de la Torre quiere su legalización y abrir canales para llegar al poder. El APRA ha oscilado entre la legalidad y la ilegalidad decretada por gobiernos militares y oligárquicos que lo persiguen por temor a su fuerza popular. Es una lucha constante, muchas veces sangrienta.Prado y el importante sector oligárquico que lo apoya creen necesario tener al APRA de su lado. Haya de la Torre se compromete a abandonar sus posiciones radicales a cambio de programas y medidas del gobierno que aseguren una distribución justa del ingreso y amplíen los beneficios sociales a los sectores populares.Haya de la Torre, nacionalista, no comunista, de extracción oligárquica, igual llega ad portas del poder que a la cárcel o el exilio. Igual obtiene el triunfo electoral –siempre frustrado por las oligarquías y los militares– o a la derrota con frecuencia fraudulenta. Miembros del APRA rechazan la alianza con Prado y con la oligarquía. Sectores estudiantiles y de la clase media se retiran del partido, crean el APRA Rebelde y luego el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), como grupo armado. Otros sectores se unen a Acción Popular –partido de Fernando Belaúnde Terry– a la Democracia Cristiana, al Movimiento Social Progresista y al Partido Comunista que ha resurgido. El APRA pierde fuerza y Haya de la Torre prestigio. No obstante sigue siendo la mayor fuerza política del país.Por primera vez las masas campesinas, populares y de barrios marginales entran en la arena política con banderas nacionalistas, antioligárquicas y de reivindicación social. Piden reforma agraria, vivienda, empleo, salarios justos, educación y salud. Son demandas justas que den a sus necesidades y son apoyados por sectores militares, estudiantiles y por la Iglesia.Sectores oligárquicos también están en proceso de cambio. «La presencia de de las barriadas pobres en la capital son motivo de preocupación para las clases pudientes y para las clases medias. Ven que esa miseria, que contrasta con el lujo limeño, es una amenaza latente. Los planes de asistencia social no son suficientes para cerrar esa brecha». Los grandes diarios, cuyos dueños o directores son de la oligarquía, por primera vez se ocupan de temas sociales y recomiendan cambios.Medidas del gobierno en favor de la transnacional petrolífera, International Petroleum Company (IPC), norteamericana, y el alza del precio de la gasolina provocan un agitado debate político en la Cámara de Representantes contra la IPC, por la nacionalización del petróleo defensa de la soberanía nacional. Manifestaciones populares y estudiantiles, con banderas antiimperialistas, la piden. Lo mismo hacen militares y de la Iglesia. Éste es el tema crucial de esa década.En las elecciones presidenciales de 1962 triunfa Raúl Haya de la Torre, candidato del APRA, por catorce mil votos. Belaúnde Terry, su contendiente, la oligarquía y los militares alegan fraude. A la semana- antes de que Prado entregue la presidencia- los militares dan el golpe.Toma el poder una Junta militar (1962-1963). Anuncia que pondrá orden a la agitación política y social que convulsiona al país y dará solución a los problemas derivados de esa sociedad injusta, pues presión no se acallará el malestar del pueblo. En efecto, la Junta importantes medidas de corte social: expide una ley de reforma agraria, legaliza la toma de tierras por los campesinos, les reconoce el «control de facto» de las tierras que han ocupado, pero exige que sean pagadas. Nunca lo hacen. No obstante, reprime a los campesinos en la sierra para mantener el orden público. En corto tiempo-como lo había prometido- celebra elecciones. Se retira con prestigio. Ha realizado reformas importantes y cumple con su palabra de entregar el poder.Fernando Belaúnde Terry (1963-1968) es elegido presidente. Derrota a Haya de la Torre. Belaúnde ofrece medidas reformistas, lleva gente nueva al gobierno y promete dar solución al problema con la IPC en noventa días. La nacionalización del petróleo ha sido uno de los temas centrales de su campaña.El pueblo ve en Belaúnde una promesa de renovación y de cambio. los primeros noventa días presenta una ley ejecutiva sobre reforma agraria pero el Congreso, dominado por una alianza mayoritaria del APRA y UNO (Unión Nacional Odriísta) la modifica para no afectar intereses de poderosos latifundistas nacionales y extranjeros. Sus propieda-des quedan intactas. La reforma sólo se aplica en zonas de conflicto en la sierra. Campesinos e indígenas esperan que Belaúnde cumpla con su pro-mesa de dar solución a los problemas de tierra. El gobierno envía a la sierra -comisiones de expertos en reforma agraria, cooperativas, préstamos estatales e investigadores sociales con el propósito de atender sus demandas. La cuestión no se arregla. A mediados de 1963 en todos los departamentos de la sierra -con excepción de Puno- ocurre una ola de tomas violentas de tierras con la consigna «Tierra o Muerte». En éstas parte cerca de trescientos mil campesinos, comuneros, colonos y trabajadores. Son reprimidas con violencia y algunas terminan en baños sangre. El movimiento campesino toma fuerza con el apoyo de estudiantes, de militares en retiro y de abogados que les ayudan a crear organizaciones comunitarias y sindicales.El gobierno de Belaúnde pierde apoyo y prestigio en amplios sectores. -Tiene al Congreso en contra. Sus medidas reformistas son bloqueadas por la la Alianza del APRA y UNO frustrando las esperanzas del pueblo. Reacciona con violencia cuando ocurre una inesperada devaluación de la moneda en un 44 por ciento -Belaúnde había asegurado que no se haría- y no ha resuelto el problema con IPC como prometía. En la el MIR y el ELN, grupos armados surgidos bajo su gobierno, están atizando el fuego. Belaúnde promete liquidados.La opinión pública se entera de que Belaúnde ha realizado negociaciones secretas con la IPC y que ha llegado a un acuerdo. Lo hace público. Dice que la IPC entregará pozos a cambio de condonarle una deuda de alrededor de doscientos millones de dólares (otros afirman que seiscientos millones) con el compromiso de ampliar y modernizar instalaciones. Continuaría con el monopolio de la gasolina por un periodo de cuarenta años. El gobierno le otorga en concesión un mi-llón de hectáreas para nuevas exploraciones de petróleo.Líderes políticos comprueban que tales acuerdos son lesivos de los intereses nacionales y que Belaúnde ha ocultado partes importantes. Acción Popular, su partido, le retira su apoyo, el APRA se lava las manos y el influyente diario El Comercio arremete contra el presidente y le pide al ejército hacerse cargo de la situación. El gobierno naufraga en una profunda crisis de legitimidad, envuelto en ese escándalo y en otro de contrabando, a gran escala, en el que aparecen implicados congresistas, altos funcionarios y miembros de las fuerzas armadas. Es la corrupción a alto nivel. El engaño de Belaúnde al país y el comportamiento de las mayorías del Congreso que por mezquinas razones políticas han bloqueado importantes reformas sociales y han manejado irresponsablemente los fondos públicos son intolerables para muchos y en especial para los militares. Comparten el clima antioligárquico que se afianza en el país y toman el poder para realizar el cambio. El 3 de octubre de 1968 el general Juan Velasco Alvarado derroca a Belaúnde y lo deporta a Buenos Aires.La insurgencia de los años sesentaLa situación de Perú, económica y social, es caldo de cultivo de la insurgencia y de la lucha armada revolucionaria. La Revolución cubana les sirve de estímulo. Es una sociedad semirrural en la que las mayorías, campesinas e indígenas -descendientes de los incas-, analfabetas, están sumidas en la miseria, en el total abandono y son explotadas como bestias por gamonales y terratenientes. Al otro lado de la escala social está la reducida clase aristocratizante y antidemocrática, dueña de extensos latifundios, que tiene control de los principales sectores económicos y de los grandes diarios y cuya enorme influencia juega un papel determinante en los destinos del país.Con el apoyo de estudiantes y de sectores de clase media y de la pequeña burguesía, los campesinos y los obreros continúan organizándose en sindicatos. La figura principal del movimiento campesino e indígena en la sierra es Hugo Blanco, un «disciplinado trotskista», que se instala allí para impulsarlo. Ayudados por abogados cuzqueños, comienzan a vincularse a la Federación de Trabajadores del Cuzco, dominada por el Partido Comunista.Blanco quiere que el Movimiento Sindical Campesino se convierta en una fuerza democrática que pueda enfrentarse al poder patronal, manejado por gamonales. No pretende alentar la lucha revolucionaria por el poder (así lo afirma en 1964 desde la cárcel), pues lo considera prematuro. Su objetivo es dar solución al problema de tierras, defender a los campesinos e indígenas en las ocupaciones de tierra e impedir que sean atropellados por el ejército, por gamonales y por terratenientes. Alarmados con los levantamientos campesinos y por la toma de tierras, los terratenientes, los gamonales y la prensa limeña -portavoz de la oligarquía- piden al gobierno reprimirlos e impedir que continúen organizándose. La prensa comienza a alertar sobre la labor de Hugo en la sierra.En 1963, en una gran ofensiva contra el movimiento campesino –bajo el gobierno de Belaúnde-, Blanco y casi toda la cúpula diri-gente campesina e indígena son detenidos. No obstante, la lucha continúa. -En las ciudades las corrientes populares toman impulso y ganan espacio político. La respuesta a esos conflictos, que más de una vez se originan en empresas transnacionales, es la violenta represión con sal-dos de muertos y de heridos.A pesar de la represión, las fuerzas populares, estudiantiles, intelectuales -y de Izquierda, cada día más radicalizadas, siguen luchando por la apertura política y democrática. La contienda ideológica chino-sovié-tica del momento produce las consabidas controversias político-ideoló-gicas y el fraccionamiento de los partidos de izquierda. De éstos surgen grupos armados. Del APRA surge el Comité de Defensa de los Prin-cipios Apristas y de la Democracia Interna, el APRA rebelde y más tarde el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y Vanguardia Re-volucionaria. Y el Frente de Izquierda Revolucionaria (FIR) y el Ejér-cito de Liberación Nacional (ELN), ambos dirigidos por cuadros que salen del Partido Comunista y de la juventud comunista.Al ELN, procastrista, lo conforman estudiantes, intelectuales, políticos, -obreros comunistas y algunos campesinos. Es de tendencia «foquis-ta» y su proyecto político es el gobierno popular, la expulsión de los monopolios extranjeros, la revolución agraria, la soberanía nacional y la amistad con todos los pueblos. El ELN es «infiltrado» y sufre desercio-nes y delaciones. De sus filas salen los mejores informantes del ejército y los peores enemigos de la guerrilla. En 1965 el ejército provoca un enfrentamiento con el ELN que es un desastre para la guerrilla.El MIR siempre está en convulsión, en polémicas, en pugnas y en luchas internas y con una estrategia errada según Héctor Béjar, uno de sus militantes. Pretende, sin hombres suficientes, crear tres frentes para obligar al ejército a dispersarse. Pero la superioridad numérica del ejército – tiene cincuenta mil hombres en armas- le permite llevar la guerrilla simultánea en varios frentes y lo golpea duramente. A pesar de las discrepancias conceptuales, políticas y estratégicas entre el ELN Y el FIR, hacen esfuerzos para unirse y coordinar la acción. No lo logran. Sin saberlo dan combates más o menos simultáneos contra el mismo objetivo. El MIR y Blanco tampoco logran superar sus discrepancias, que no eran insuperables, comenta Béjar.A nivel político la situación de la izquierda no es mejor. En 1961, Juan Pablo Chang y un grupo que no milita en ningún partido crean la Asociación para la Unificación de la Izquierda Revolucionaria (APUIR), cuyo objetivo es crear el Partido Único de la Revolución con las organizaciones y partidos de izquierda y dar un fuerte apoyo a la lucha campesina y a Hugo Blanco, que en 1961 aún está en la sierra sin soporte político. En 1963 el ejército lo captura. Los partidos ignoran ese llamado a la unidad y los pocos que apoyan a Blanco no le dan lo que más necesita en ese momento que es dinero, hombres y armas.Un factor negativo en la lucha insurreccional peruana es el comportamiento político de la «nueva izquierda». Está desunida, fraccionada, se atacan unos a otros públicamente y no tiene planteamiento ideológicos y políticos coherentes. No estudia a fondo la complejidad de la realidad peruana, escribe Béjar. Esa desunión y discordia política también se da en las organizaciones campesinas. Su lucha se debilita y es más vulnerable frente al ejército.En siete meses de intensos combates el ejército desarticula los movimientos armados, liquida sus frentes y encarcela a sus máximos dirigentes. Muchos guerrilleros se pasan al bando enemigo y facilitan su tarea. Los «nasseristas» criollosEl general Juan Velasco Alvarado (1968-1975) prepara el golpe contra Belaúnde con un grupo de oficiales sin consultar con nadie. Cuando toma el poder negocia con los altos mandos. Anuncia que el «gobierno revolucionario» - así lo denomina - será colectivo de las fuerzas armadas, liderado por una Junta Revolucionaria, integrada por los generales más antiguos y de más alto rango. Conforma el gabinete con la más alta jerarquía castrense. Los militares del gobierno revolucionario son progresistas, nacionalistas, antiimperialistas y antioligárquicos. Por esa tendencia – ajena a las dictaduras militares del continente - se les llama «nasseristas». El gobeirno no es represivo, pero mantiene el orden con la fuerza, no incluye los sectores populares en el gobierno pero les da participación política a través de cooperativas y de organizaciones comunales y sindicales. Da tierra a los campesinos y a los trabajadores rurales para explotarlas de forma asociativa. Los partidos políticos siguen funcionando pero ya no tienen peso frente al gobierno. No toca a la prensa, bastión de la oligarquía, pero en 1974 la estataliza.Este gobierno militar pone fin al largo período de la alianza de militares y las oligarquías que por primera vez carecen de fuerza política. Las nuevas fuerzas son las clases media y popular que entran a la escena política. Es un hecho revolucionario -escribe el historiador Pease García-, pues genera el cambio de clases. Los nasseristas son también una nueva clase militar, distinta a la que rige los destinos del país en los últimos veinte años. Comienzan a modernizarse, a depurarse y a prepararse profesionalmente en el Centro de Altos Estudios Militares (CAEM), creado en 1956. Allí los oficiales reciben preparación científica y analizan y estudian los problemas nacioles. El objetivo del centro es la formación de cuadros para la ejecución de planes nacionales de desarrollo y de política exterior, de modernización del país y del fortalecimiento de Perú en la arena internacional. La mayoría de la oficialidad, de clase media, es conciente de la situación de desigualdad de la sociedad peruana, de la pobreza del pueblo y del abandono de las masas populares y campesinas por parte de los gobiernos. Entiende que tal situación es la causa del malestar general y de la insurgencia. Entiende que la represión, sin tratar de dar solución a los problemas que originaban el malestar social, es errada y un camino peligroso. Su diagnóstico sobre la situación del país es pesimista: el subdesarrollo peruano es más agudo que el de los países vecinos, el poder real está en manos de latifundistas, agroexportadores, banqueros y empresas extranjeras - la mayoría norteamericanas - cuyos intereses en general no son los del pueblo ni los del país. El desarrollo debe ser planificado. En 1969 la poderosa prensa tiene el primer choque frontal con el gobierno cuando intenta controlarla. Sus directores acusan a Velasco de comunista, de atentar contra la propiedad privada y hacen fuertes críticas a su reforma agraria. Cinco años después Velasco la estataliza.El gobierno monopoliza el manejo de la economía, de los latifundios agroindustriales, del comercio exterior y de la banca. En 1969 expide la Ley de Reforma Agraria para dar tierra a campesinos e indígenas y ampliar la producción de alimentos para cortar el drenaje de divisas. Expropia latifundios nacionales y extranjeros y con la Ley de Reforma Industrial «peruaniza» las empresas privadas, las convierte en empresas mixtas y ensaya el sistema de cogestión obrera siguiendo el modelo yugoslavo.La expropiación a manu militari - a los seis días del golpe - del complejo petrolífero de la IPC, la nacionalización de plantas industriales, de ingenios azucareros, de plantas de productos químicos, de papel - pertenecientes a la W. R. Grace - y de la Corporación Cerro de Pasco – norteamericana -, con sus grandes reservas de cobre, estaño, oro y plata, son aplaudidas por el país. Tal respaldo le da una sustantiva legitimidad al gobierno y le permite avanzar en sus programas de cambio de la estructura económica para centralizar su manejo. La pequeña burguesía intelectual y política apoya al gobierno y algunos colaboran y ocupan cargos de significación.Tal política le reporta enormes tensiones con Estados Unidos. El gobierno teme que le aplique sanciones como lo hace con Cuba. Washington teme a su vez que un tratamiento semejante pueda llevar a la «cubanización» de Perú y actúa con cautela. Nixon envía un representante para tratar la cuestión de la IPC sin ningún éxito. Pero cuando la armada peruana captura barcos pesqueros norteamericanos en aguas territoriales, le corta la ayuda militar y le suspende la venta de armas. El gobierno peruano, en represalia, expulsa la misión militar deEstados Unidos y no permite que la Comisión Rockefeller, en gira por el continente por encargo de Nixon, entre en Perú.La política exterior de Velasco Alvarado es tercermundista, independiente y de apertura. Estrecha relaciones con los países comunistas. En 1971 reestablece relaciones con Cuba y lidera un movimiento regional para que la OEA levante las sanciones que le impuso en 1964. En 1974 Perú ingresa en el Movimiento de Países No Alineados.En 1975 comienza una grave crisis económica provocada por la recesión mundial, la caída de los precios de sus principales productos de exportación y la reducción de sus exportaciones. La deuda externa, el déficit fiscal y de la balanza de pagos y la inflación van en ascenso. En contra de su retórica tercermundista, Velasco se somete a las exigencias del Fondo Monetario Internacional.Esta crisis provoca movilizaciones populares, protestas sindicales y huelgas -el gobierno las «ilegaliza»-, una de la policía deja Lima sin control policial. Tal situación es aprovechada por miles de maleantes para saquear el comercio. Esta huelga es sofocada con máximo rigor. La tensión crece con conflictos fronterizos con Bolivia y Chile en julio y agosto de 1975.Los militares están descontentos con la situación y el 29 de agosto lo obligan a renunciar. Velasco sale solo del palacio presidencial, inadvertido para el pueblo limeño. Se va, pero deja un nuevo Perú, Le ha dado el vuelco. Ha favorecido a las masas y ha reducido el poder de las oligarquías. Pero las graves dificultades económicas, sociales y políticas que afectan a todo el país abren las puertas a la oposición, tanto de izquierda como de derecha. Todos están descontentos. El general Francisco Morales Bermúdez (1975-1980), su sucesor, entierra la Revolución nasserista y el país regresa a lo de antes. Es el final de una experiencia extraordinaria, manejada por militares progresistas, con conciencia social, que ha despertado grandes esperanzas en las masas peruanas y es admirada más allá de sus fronteras.Tomado de: "Los amos de la guerra. El intervencionismo de Estados Unidos en América Latina. De Eisenhower a G. W. Bush". Barcelona: Debate, 2005, pág. 194-203.

AUTOR: CLARA NIETO, PUBLICADO EN EL REPORTERO DE LA HISTORIA, OCTUBRE 2007

PORQUE SE FUNDO LA REPUBLICA?

El Perú moderno (lo hemos dicho muchas veces) debe a la época pre-hispánica la base territorial y parte de la población; de la época hispánica provienen también la base territorial, otra parte de la población y el contacto con la cultura de Occidente; y la época de la Emancipación aporta el sentido de la independencia y de la soberanía. Mas en esta última etapa, madura asimismo un elemento psicológico sutil que puede ser llamado la promesa.El sentido de la independencia y de la soberanía no surge bruscamente. Dentro de una concepción estática de la historia el período de tiempo comprendido entre 1532 y 1821 se llama la Colonia. Para una concepción dinámica de la historia, dicha época fue la de la formación de una sociedad nueva por un proceso de rápida “transculturación”, proceso en el cual aparecieron como factores descollantes la penetración de los elementos occidentales en estos países, la absorción de elementos de origen americano hecha por Occidente, el mestizaje, el criollismo y la definición de una conciencia autonomista.Los americanos se lanzaron a la osada aventura de la Independencia no sólo en nombre de reivindicaciones humanas menudas: obtención de puestos públicos, ruptura del monopolio económico, etc. Hubo en ellos también algo así como una angustia metafísica que se resolvió en la esperanza de que viviendo libres cumplirían su destino colectivo. Nada más lejos del elemento psicológico llamado la promesa que la barata retórica electoral periódica y comúnmente usada. Se trata, de algo colocado en un plano distinto de pasajeras banderías. Aún en los primeros momentos de la independencia así quedó evidenciado. Los llamados separatistas o patriotas entraron en discordias intestinas demasiado pronto, antes de ganar esa guerra, aún antes de empezar a ganarla. Se dividieron en monárquicos y republicanos y los republicanos, a su vez, en conservadores y liberales, en partidarios del presidente vitalicio y del presidente con un período corto de gobierno, en federales y unitarios. Y sin embargo, a pesar de todo el fango que con tal motivo mutuamente se lanzaron, y a pesar de la sangre con frenesí vertida entonces, para todos ellos esa victoria en la guerra de la Independencia al fin lograda después de catorce años, apenas si fue un amanecer. Bolívar y San Martín, Vidaurre y Luna Pizarro, Monteagudo y Sánchez Carrión, por hondas que fuesen sus divergencias, en eso estuvieron de acuerdo.Las nacionalidades hispano-americanas tienen, pues, un signo dinámico en su ruta. Su antecedente inmediato fue una guerra dura y larga; su origen lejano, un fenómeno de crecimiento espiritual dentro del proceso vertiginoso de la “transculturación” de la civilización occidental en este suelo simbólicamente llamado el “Nuevo Mundo”. Y por eso se explica que en el instante de su nacimiento como Estados soberanos, alejaran su mirada del ayer para volcarla con esperanza en el porvenir.Esa esperanza, esa promesa, se concretó dentro de un ideal de superación individual y colectiva que debía ser obtenido por el desarrollo integral de cada país, la explotación de sus riquezas, la defensa y acrecentamiento de su población, la creación de un “mínimun” de bienestar para cada ciudadano y de oportunidades adecuadas para ellos. En cada país, vino a ser en resumen, una visión de poderío y de éxito, para cuyo cumplimiento podrían buscarse los medios o vehículos más variados, de acuerdo con el ambiente de cada generación.En el caso concreto del Perú, sin saberlo, la promesa recogió algunos elementos ya conocidos en el pasado trasformándolos. Los incas para sus conquistas inicialmente procuraron hacer ver a las tribus cuya agregación al Imperio buscaban, las perspectivas de una vida más ordenada y más próspera. Más tarde, incorporado el Perú a la cultura occidental, su nombre sonó universalmente como fascinador anuncio de riqueza y de bienestar. Al fundarse la Independencia, surgió también, un anhelo de concierto y comunidad: “Firme y feliz por la Unión”, dijo, por eso, el lema impreso en la moneda peruana. Y surgió igualmente en la Emancipación un anuncio de riqueza y de bienestar proveniente no sólo de las minas simbolizadas por la cornucopia grabada en el escudo nacional sino también por todas las riquezas que el Perú alberga en los demás reinos de la naturaleza, que el mismo escudo simboliza en la vicuña y en el árbol de la quina. Un fermento adicional tuvo todavía la promesa republicana que el “quipu”, inca y el pergamino colonial no pudieron ostentar porque ambos correspondían a un tipo de vida socialmente estratificada: el fermento igualitario, o sea el profundo contenido de reivindicación humana que alienta en el ideal emancipador y que tiene su máxima expresión en el “Somos libres” del himno.Lágrimas de gozo derramáronse en la Plaza de Armas de Lima el 28 de julio de 1821; con majestad sacerdotal se sentaron los hombres del primer Congreso Constituyente en sus escaños; heroicamente fueron vertidos torrentes de sangre tantas veces, estentóreos sonaron los gritos de tantas muchedumbres incluyendo las que vocearon su solidaridad con México, Cuba y Centro América amenazados y las que combatieron cantando el 2 de mayo de 1866. Y sin embargo ¡cuán pronto se escucha también en nuestro siglo XIX quejas y protestas, voces de ira y desengaño, recitaciones vacías, loas serviles, alardes mentidos, y se ven al mismo tiempo, encumbramientos injustos, pecados impunes, arbitrariedades cínicas y oportunidades malgastadas!A pesar de todo, en los mejores, la fuerza formativa e inspiradora de la promesa siguió alentando. Dejarla caer implicó el peligro de que otros la recogieran para usarla en su propio beneficio, quizás sin entender bien que el destino dinámico de estas patrias, para ser adecuadamente cumplido, necesita realizarse sin socavar la cohesión nacional y los principios necesarios para el mantenimiento de su estabilidad. Porque careciendo de otros vínculos históricos, algunos de estos países tienen como más importante en común sólo su tradición y su destino.En aquel ámbito de la vida republicana sobre el cual resulta posible intentar un juicio histórico, llaman preferentemente la atención dos entre los diferentes modos como se intentó el cumplimiento de la promesa: el debate entre las ideas de libertad y autoridad y el afán de acelerar el progreso material.El dilema libertad-autoridad no estuvo felizmente planteado por los ideólogos del siglo XIX. Los liberales se dejaron llevar por la corriente de exagerado individualismo que después de la Revolución Francesa surgió en Europa. Tuvieron de la libertad un concepto atómico y mecánico. No miraron a la colectividad como a una unidad orgánica. En las Constituciones de 1823, 1828, 1834, 1856 y 1867 intentaron el debilitamiento del Ejecutivo y pusieron en todo instante una fe excesiva en el sufragio, cuya máxima ampliación buscaron. Por su parte, los conservadores fueron incrédulos ante la ilusión del sufragio, criticaron la acción del Poder Legislativo (léanse, por ejemplo, las páginas de “La Verdad” en 1832 y las notas de Bartolomé Herrera al texto deDerecho Público de Pinheiro Ferreira) y quisieron fortalecer el Ejecutivo. Pero a veces les caracterizó su falta de espíritu de progreso, su carencia de fe en el país y su poca cohesión. Los liberales, en cambio, tuvieron seducción en su propaganda, optimismo, inquietud por los humildes. Cabe pensar, por eso, que el ideal habría sido “encontrar, una fórmula que recogiendo los matices mejores de ambas concepciones fuese hacia un Estado fuerte pero identificado con el pueblo para realizar con energía y poder una obra democrática” (Son palabras de quien escribe también estas líneas, incluidas en un estudio titulado “La Monarquía en el Perú”, que se publicó en 1928).El afán exclusivo por el progreso material se plantea por primera vez en gran escala por acción de Enrique Meiggs hacia 1870. Este hombre de negocios norteamericano había vivido en Estados Unidos durante el rápido tránsito de dicho país desde la vida agrícola hacia la vida industrial. Había visto Meiggs, por lo tanto, surgir y desarrollarse aquella exuberancia de energía, aquella actividad casi frenética que siguió a la guerra de Secesión, mediante las construcciones de ferrocarriles, la difusión del teléfono y del cable y las especulaciones osadas de los bancos y bolsas comerciales. Modelar el continente para beneficio del hombre y participar en las grandes ganancias que de allí resultan: ese fue el ideal de dicha época. Meiggs quiso aplicar bruscamente la misma panacea en el Perú. De allí la febril construcción de ferrocarriles, los grandes empréstitos, “el vértigo comercial que arrastró a los hombres de negocios a toda clase de negocios”. Bien pronto sin embargo vinieron la formidable oposición ante la nueva política económica, la tragedia de los hermanos Gutiérrez, la crisis que precedió a la guerra con Chile. La experiencia evidenció así que el desarrollo material del país no debía ser una meta única. Evidenció también que este mismo desarrollo, para ser sólido, necesita basarse no sólo en la hacienda pública sino también en una permanente estructura industrial y comercial, y que en la administración fiscal preciso es dar importancia, al lado del aumento de las rentas y de los gastos, a un maduro y sistemático plan económico.¿Para qué se fundó la República? Para cumplir la promesa que en ella se simbolizó. Y en el siglo XIX, una de las formas de cumplir esa promesa pareció ser durante un tiempo la preocupación ideológica por el Estado y más tarde la búsqueda exclusiva del desarrollo material del país. En el primer caso, el objetivo por alcanzar fue el Estado eficiente; en el segundo caso, fue el país progresista. Mas en la promesa alentaba otro elemento que ya no era político ni económico. Era un elemento de contenido espiritual, en relación con las esencias mismas de la afirmación nacional. ¿Comprendieron y desarrollaron íntegramente y de modo exhaustivo ese otro matiz de la promesa los hombres del siglo XIX que, por lo demás, no malograron ni la estabilidad del Estado ni el integral progreso del país? He aquí lo que un peruano, también del mismo siglo escribió: “Como individuo y como conjunto, finalmente, el hombre necesita tener un ideal que perseguir, una esperanza que realizar. Por ese ideal y conforme al que se trazan, se hacen los hombres y los pueblos. Cuando carecen de él se arrastran, como nosotros, perezosos, desalentados, perdidos en el desierto, sin luz en los ojos ni esperanza en el corazón. Crearlo digno y levantado y mantenerlo siempre viviente para los individuos y para el conjunto es suprema necesidad de todo el pueblo y misión encomendada a los que lo guían”.(*)
AUTOR : JORGE BASADRE
LA PROMESA DE LA VIDA PERUANA Y OTROS ENSAYOS;editorial juan mejia baca,1958

jueves, 8 de mayo de 2008

BREVE HISTORIA DE LOS REGIMENES MONETARIOS DEL PERU


Breve Historia de los Regímenes Monetarios del Perú
I¿Pudo alguien imaginar , en los terribles días de la hiperinflación, justo cuando la más descomunal catástrofe económica sobre nosotros se cernía e imperturbable, toda ilusión consumiendo, transformaba al Perú en el inefable país de las últimas cosas, que tan sólo veinte años después, hubiera personas reunidas en el local del Banco Central para celebrar los 75 años de su creación y satisfechas escuchando un discurso similar al que preparó para la ocasión Oscar Dancourt, el vicepresidente de esta institución? Aun cuando es probable que los espíritus más perceptivos del Perú pudieran haber concebido, en los años ochenta, una posibilidad cómo la que describo, pues conocían cuán excepcionales y transitorios eran los eventos que en ese entonces presenciaban, ellos hubieran considerado mera ensoñación la posibilidad de que, en ese mismo lapso, nuestro Banco Central pudiera ocupar , gracias a las virtudes de su política monetaria, el primer lugar en un concurso en América Latina. Hay, en efecto, tanta distancia entre las condiciones económicas que prevalecían en los años ochenta y las que hoy parecen regir en nuestros mercados financieros, que estas, sin duda, deben parecer inteligibles a los espíritus más jóvenes. Los discursos racionales, a pesar de su complejidad técnica, probablemente nunca conseguirán trasmitir a plenitud la incertidumbre e inseguridad que amargó en los años ochenta el ánimo de aquellos que vivieron en esos días en el Perú, porque sólo es posible adquirir este tipo de conocimiento mediante la experiencia. Sin embargo, la profunda diferencia que existe entre dos momentos de nuestra historia económica, nos permite apreciar cuán diferentes pueden ser los efectos de los regímenes y principios que inspiran la práctica de la política monetaria, juzgar sus ventajas y entender sus debilidades estructurales , y, finalmente, analizar sus principales propiedades.Tres partes componen este breve ensayo que intentará explicar las principales principios que inspiran el diseño de la política monetaria actual , entender sus efectos sobre las principales variables económicas ydiscutir los principales desafíos del futuro. En la primera parte, intentaremos presentar una historia de los distintos regímenes monetarios que guiaron las acciones de los distintos directorios del Banco Central de Reserva en sus 75 años de existencia. En la segunda parte, discutiremos las bases conceptuales del actual régimen de objetivos de inflación , su modalidad de funcionamiento y las principales fuerzas que intervienen en la determinación del equilibrio general. Finalmente, la tercera parte se dedicará a discutir los principales riesgos y desafíos que enfrentará el actual régimen en los próximos cinco años.
IINo pudo escoger , la Junta de Gobierno que sucedió a Leguía, momento más oportuno para fundar el Banco Central de Reserva , cuando el 18 de mayo de 1931, expidió el decreto ley No. 7137 que estableció en el Perú a esta institución, siguiendo el proyecto preparado por la misión Kemmerer. Era la función principal del nuevo banco mantener estable el valor de la moneda nacional y proporcionar, según las circunstancias, la liquidez necesaria para la demanda variable del comercio y de la industria. Su organización imitaba la estructura del Banco federal de Reserva de los Estados Unidos y las normas que regulaban su funcionamiento interno. Aunque puede resultar apasionante e intrigante en sumo grado, reflexionar sobre esta extraña y comprobada predisposición a establecer los objetivos de nuestra instituciones justo en circunstancias donde es probable que no cumplan con los objetivos que la son asignados, es probablemente más eficaz para los objetivos de este artículo solo mencionar que en 1931, era el nuevo banco incapaz de cumplir con sus objetivos principales. Y fue este hecho el que determinó que el primer sistema cambiario que administró el Banco Central fuera un sistema de tipo de cambio flexible. Si bien esta elección fue motivada por las urgencias propias del momento y no sugerida por ninguna reflexión teórica, puede ésta haber sido la más apropiada para contener la deflación que en ese entonces amenazaba con destruir nuestra economía. La depreciación del sol contuvo , sin duda, la caída incesante de los precios y contribuyó a amortiguar los efectos que sobre el Perú tuvo la gran depresión económica de los años treinta. ¿Explica, acaso, la peculiar política monetaria que practicó el primer directorio del Banco Central, los efectos leves que la gran depresión tuvo en el Perú y la rapidez de la posterior recuperación económica? Aunque me inclinaría a responder afirmativamente, una respuesta definitiva puede requerir de mayor investigación.No podemos dejar de notar, ya que este hecho tuvo una enorme importancia para la historia monetaria del Perú, el gran empeño que demostró el directorio del Banco Central para cumplir con el objetivo de satisfacer las necesidades de liquidez del sector privado. Fue este impulso el que llevó a establecer un conjunto de bancos especializados en sectores específicos gracias a la feliz iniciativa de los distintos gremios de producción. La Sociedad Nacional Agraria, por ejemplo, encargó a un abogado elaborar un proyecto para establecer el Banco Agrícola del Perú y este comenzó a operar en 1932. Iniciativas similares llevaron , en años posteriores, a la fundación del Banco Minero y del Banco Industrial. Fue una característica de estos nuevos intermediarios financieros su estrecha dependencia financiera respecto del Banco Central.¿Hubo alguien que percibiera alguna contradicción entre este objetivo secundario y el más fundamental de velar por la estabilidad monetaria? No, en apariencia, y si bien sólo podemos elaborar conjeturas para explicar esta curiosa actitud, me atrevería a conjeturar que la teoría que justificó económicamente estos proyectos, fue una variante de la “Real Bill’s Doctrine”, creada en el siglo XIX por los economistas ingleses , y que siempre gozó de gran popularidad entre los gremios productores.En cualquier caso, las operaciones financieras que ejecutaba el nuevo Banco Central con estos bancos especializados se convirtieron pronto en cruciales instrumentos de la política monetaria, y, quizás, fue la subordinación de estos respecto del financiamiento del Banco Central, el factor que explique la escasa fortuna que ha tenido esta institución administrando un sistema de tipo de cambio fijo.Este conflicto potencial se manifestó con gran claridad en los años cuarenta, cuando la Segunda Guerra Mundial drásticamente transformó las condiciones económicas que prevalecían en la economía mundial y el Perú sustituyó el sistema de tipos flexibles de cambio por uno de paridad fija, emulando la tendencia mundial. Esta nueva coyuntura afectó, en primer lugar, los flujos de comercio internacional, y este hecho impulsó los precios hacia arriba, tanto en el mercado interno como en el internacional. También elevó drásticamente las necesidades financieras de todas las unidades de producción. En efecto, el conflicto armado, al aumentar los costos de transacción del comercio internacional, redujo también las velocidades de rotación de todos los activos circulantes – inventarios, cuentas por pagar y cuentas por cobrar, entre otros —, y, por esta razón, incrementó el capital de trabajo requerido por unidad de producción y la demanda de crédito bancario.Sin embargo, poseía el Banco Central pocos incentivos para cambiar de expansión crediticia que , después de la fundación de la “Banca de Desarrollo“ prevaleció en la década de los treinta. De hecho, el nuevo esquema institucional y las urgencias económicas del momento contribuían a la popularidad de estas políticas. Si bien el acuerdo general parece ser una cualidad deseable de cualquier política económica ya que favorece la tradición antes que la revisión, desafortunadamente, no posee la cualidad de eliminar una contradicción en caso que exista. Puede así, en determinadas circunstancias, ser deseable una política económica que, aunque sostenible en el corto plazo, no lo sea en el largo plazo.Al final, el régimen que terminó por consolidarse fue uno de tipo de cambio fijo. No fue difícil para el gobierno y el directorio del banco central descubrir que el sistema podía funcionar, en el corto plazo, sin garantizar la plena convertibilidad de la moneda nacional, pues así se generan las condiciones que permiten, al menos en el corto plazo, los efectos probables de la expansión interna del crédito sobre los agregados monetarios. Favorecía a esta política la excepcional coyuntura que prevalecía en los mercados internacionales de los años cuarenta. La guerra global imponía un límite obvio a la inversión financiera internacional, incrementaba la preferencia por liquidez, e impulsaba hacia arriba las cotizaciones internacionales de todos los productos de exportación del Perú.Aunque la inflación internacional y la propensión natural hacia el atesoramiento le permitieron al directorio del Banco Central sostener por un período prolongado el tipo de cambio fijo a pesar de la tasa de crecimiento del crédito interno, cuando la victoria aliada volvió a cambiar los factores que regían la dinámica de las distintas variables internacionales , y, por esta razón, abruptamente se interrumpió en el Perú la tasa de crecimiento del ingreso nominal, volvió a dominar el carácter contradictorio de la política peruana y todo el sistema colapsó.Produjo el colapso del régimen una crisis económica, pero sus efectos fueron bastante leves, ya que la economía mundial estaba a punto de iniciar la mayor expansión económica del siglo XX, la “Edad de Oro del Capitalismo“ , y este hecho le permitió al Perú, sin modificar el modelo diseñado en los años treinta, superar los efectos de la crisis.Resulta, sin embargo, interesante mencionar varias de las políticas que introdujeron los gobiernos en su vano afán de aplazar lo inevitable, ya que son notoriamente similares a aquellas que se introdujeron en los años ochenta cuando también se agotaron las posibilidades del régimen monetario. La crisis fue, en ambas ocasiones, precedida por medidas administrativas cuya ejecución rebasa los límites de la capacidad de regulación de nuestro aparato estatal. Trataron, en efecto, nuestras autoridades económicas, de remediar la crisis con tipos de cambio diferenciados, controles de capitales y racionamiento de las divisas. Y en ambas ocasiones fracasaron. Lo sorprendente, sin embargo, no es el fracaso, sino la corta duración que hubo entre la introducción de los controles administrativos y el fracaso en ambas ocasiones. Parece que el Estado Peruano carece de la capacidad necesaria para administrar este tipo de sistemas, pues en otras partes del mundo suele gozar de una vida más prolongada. Este curioso rasgo de nuestra naturaleza puede reflejar una escasa tolerancia hacia la institucionalización de la corrupción, único camino que permite prolongar la duración de estos complicados sistemas de gestión administrativa.
IIIEra, el Perú, a finales de los años cincuenta, una economía bastante peculiar. Inconfundible en América Latina, ya que la organización de sus instituciones y la estructura de su sistema de producción no se acomodaban con facilidad al patrón típico de un país no desarrollado. Inmediatamente capturaban la atención de los especialistas más perspicaces que solían, de cuando en cuando, visitarnos, dos rasgos de nuestro sistema financiero: el inusual sistema cambiario y la gran sofisticación de la banca y del mercado interno de capitales.En los años dorados del régimen de “Bretton Woods“ era, sin duda alguna, bastante curioso encontrar en el mundo algún banco central que operara un sistema de tipo de cambio flexible. Existía, por cierto, la posibilidad, y esta era discutida en los tratados de economía internacional, pero su existencia todavía poseía – pensaban los especialistas - un naturaleza ideal. Sin embargo, los economistas más informados conocían que, en dos países de la tierra, esta idea había mutado en realidad: Canadá y el Perú. Era el primero una economía del mundo desarrollado y su banco central se había forzado abandonar el sistema de “Bretton Woods“, pues su proximidad geográfica respecto de los Estados Unidos integraba su mercado de capitales al de éste último país, y, por esta razón, imposibilitaba, bajo las reglas de “Bretton Woods“ la práctica de una política monetaria independiente. ¿Fue, acaso, la temprana experiencia del Canadá con un sistema flexible de tipo de cambio la que inspiró a Robert Mundell a escribir su clásico ensayo sobre los efectos de las políticas fiscal y monetaria? Probablemente lo haya sido así, pues, ¿no nacen todos los modelos útiles que conciben los economistas de un proceso similar? También el caso peruano motivó a un economista del Fondo Monetario Internacional, C.S. Tsiang, a escribir en la revista de esta institución un ensayo que documentó la experiencia del Perú.¿Cuál era la razón que apartó al Perú de los cincuenta de la usual práctica internacional? ¿ Por qué resultaba tan curioso e intrigante el sistema financiero del Perú? La respuesta a estas preguntas se relaciona íntimamente con las políticas económicas que ejecutó el gobierno del general Manuel Odría para superar la crisis financiera de finales de los años cuarenta, pues postularon éstas un retorno al sistema de tipos flexibles de cambio de los años treinta. Contó el general Odría con los servicios de la Misión Klein para diseñar el nuevo sistema cambiario, y fue la propuesta institucional de este distinguido consultor internacional la que, con modificaciones, orientó la política monetaria en el Perú hasta el gobierno de Alan García, cuando, forzado por las circunstancias, nuevamente tuvo que abandonar el modo de regulación monetaria propuesto por el señor Klein y estableció el régimen monetario que actualmente prevalece.Propuso, el señor Klein, al gobierno del Perú, un sistema de tipo de cambio dual, con una tasa de cambio para las transacciones comerciales y otra para las transacciones comerciales. Era un sistema bastante flexible y fácil de adaptar al tormentoso curso de las variables internacionales, ya que su funcionamiento le permitía al Banco Central ensayar, sin introducir modificaciones sustantivas, la lógica fundamental del esquema global, diversos sistemas cambiarios e incluso mezclar sus propiedades, y así encontrar el balance apropiado para las circunstancias del momento. Sin embargo, el requisito esencial para su funcionamiento era el requerimiento que entregaba al banco central el monopolio de la oferta de dólares. Colapsó el sistema, a finales de los años ochenta, cuando las condiciones económicas que permitían preservar este monopolio, debido a la aparición del narcotráfico, la banca paralela y la hiperinflación, no pudieron sostenerse.No quiero pasar a otro tema sin brevemente comentar otro hecho que en esos años solía motivar la curiosidad de los más perceptivos visitantes extranjeros: la sofisticación y enorme eficiencia de la banca peruana de finales de los cincuenta. Fue esta, sin duda, el producto de singulares circunstancias y, aunque el tema también ha sido poco estudiado, no creo equivocarme si atribuyo esta característica al genio financiero del inmigrante cubano José Payán y al carácter diversificado del sector primario exportador. Conseguía, en efecto, el sistema financiero de Payán, logros que aparentemente se encuentran fuera del alcance del actual, como, por ejemplo, colocar en la Bolsa de Valores de Lima bonos emitidos por las Municipalidades y financiar en el mercado interno diversas inversiones públicas.Quisieron, sin embargo, las leyes que parecen regir la evolución de la economía y de la sociedad en el Perú, alejarnos de estos logros tan notables para una economía subdesarrollada, ya que, en los años que siguieron, otras fuerzas terminaron apartando a nuestra economía de estas felices coincidencias.A principios de los años sesenta, con el primer gobierno de Belaúnde, comenzaron a realizarse cambios institucionales en el modelo financiero de Payán, cuyo propósito fundamental era reforzar el papel que jugaba el estado en el sistema monetario y financiero. Aparece así, en los años sesenta, el Banco de la Nación, y se produce un notable aumento de los requerimientos de crédito del Estado. ¿Cuáles eran las misteriosas determinaciones que despertaban estas tendencias? La motivación más profunda parece ser la conjunción de la caída en la rentabilidad que se registraba en varias ramas del sector primario exportador y el notorio descenso en la inversión de las empresas. Creaban estas condiciones un consenso a favor de la expansión del Estado, ya que se le asignaba a este, mediante la expansión de sus funciones en la economía, el papel de sustituir a un sector privado que parecía dispuesto a retirarse de las actividades productivas. Fueron estos hechos los que determinaban, en ese entonces, la aparición de un superávit en el balance entre el ahorro y la inversión de las empresas, y, por esta razón, los que provocaban la necesidad de canalizar estos excedentes hacia el sector público. ¿Qué factor provocó la caída en la rentabilidad de nuestras industrias exportadoras? Nos encontramos, nuevamente, con una interrogante para la cual no tenemos una respuesta muy precisa. Todo, sin embargo, parece indicar que en esos años había agotado la economía peruana sus posibilidades de expansión y que las inversiones requeridas para solucionar este problema estructural, debido a su escala, escapaban de las posibilidades del sector privado nacional.El Perú de los años sesenta no había aún desarrollado mecanismos ni instituciones que permitieran concentrar y centralizar el capital en un gran proyecto de inversión. Tampoco contaba con grupos empresariales capaces de financiar las inversiones requeridas para superar los problemas estructurales de la economía. Este hecho, sin duda, favoreció la expansión del sector público en la economía. Y fue precisamente este proceso el que determinó la historia financiera en los años posteriores.Con el gobierno militar del general Velasco Alvarado, intensificaron las determinaciones que comenzaron, con claridad, a manifestarse en los años sesenta. Abandona, en efecto, este, la convertibilidad de sol, y, aunque preserva el modelo de regulación cambiaria concebido por Klein, refuerza su poder regulatorio con controles de capitales y la prohibición expresa de los depósitos en moneda extranjera. Contrata también en los mercados internacionales una apreciable cantidad de deuda pública, y con estos recursos financieros, ejecuta un programa de inversiones cuyo propósito fundamental era superar las dificultades estructurales de la economía exportadora.Desgraciadamente, estas inversiones maduraron demasiado tarde, cuando el Perú había caído en una nueva crisis financiera, y esta, a diferencia de lo ocurrido a finales de los años cuarenta, tuvo una duración demasiado prolongada. Fue esta crisis la que determinó la aparición de la inflación y de los mecanismos psicológicos que garantizan su preservación en el tiempo.Cuando con el ministro Javier Silva Ruete, las autoridades peruanas logaron recuperar el control de la situación a finales de los años sesenta, existieron claras oportunidades para cortar las raíces del fenómeno inflacionario. Cometió, sin embargo, el directorio presidido por Manuel Moreyra, un error crucial en el diseño de su política cambiaria cuando se inclino éste por un sistema que indexaba la paridad del sol con respecto al dólar. ¿Fue este error estratégico el origen primordial de la hiperinflación que a finales de la años ochenta produjo la desventura de todos los peruanos? No lo podemos saber con precisión, pero es claro que fue el sistema de minidevaluaciones de los años ochenta la fuerza que impulsó la dolarización de la economía y que introdujo en nuestra economía una sustancial dosis de inercia nominal. Y fue esta inercia la que en, última instancia, provocó el aumento incesante en la tasa de inflación, ya que con su presencia en una economía, solo es posible conseguir cambios importantes en los precios relativos aumentando su ritmo de crecimiento.¿Sigue aún hoy día, a pesar del tiempo transcurrido, la hiperinflación que consumió el régimen monetario diseñado por la misión Klein, despertando viscerales reacciones en el ánimo de todos los peruanos y su pavorosa experiencia determinando las interpretaciones que hacemos de nuestra historia? Dos décadas transcurridas, esta actitud impide conocer con mayor exactitud varios aspectos del fenómeno. En primer lugar, aún hay un serio problema de registro, porque varios de los indicadores económicos que documentan el evento poseen serias deficiencias estadísticas. Es probable, por ejemplo, que el índice de precios al consumidor sobreestime la magnitud de la tasa de inflación, y este hecho impide obtener resultados plausibles para varios indicadores: salario real, tasa de desempleo, producto nominal, entre otros. También desconocemos la explicación de varios hechos intrigantes. La gestión del ministro César Vásquez Bazán resulta bastante intrigante, pues este parece haber logrado “estabilizar“ la tasa de inflación en un nivel de 30% mensual, y aún no queda claro cómo este personaje consiguió semejante proeza. Es necesario dilucidar el efecto psicológico del fallido intento de estatización de la banca, que parece haber sido el elemento crucial que impulsó hacia arriba la velocidad de circulación del dinero. Es notoria la discrepancia que existe en los primeros meses de la hiperinflación entre el ritmo de crecimiento de los precios y la tasa de crecimiento de la emisión monetaria. Asimismo, la estatización bancaria generó una conmoción en el modo de funcionamiento del mercado de capitales al provocar el nacimiento de la banca paralela, y, así, de numerosas transacciones crediticias que escapaban del control del Banco Central. No debemos olvidar que la informalización que se observó en los mercados paralelos de crédito en la práctica equivalió a una reforma financiera, ya que, en estos mercados, las tasas de interés se determinaban con total libertad. A medida que desaparecía el crédito en el sector formal y se expandían estas transacciones, se convertían estas en las medidas más acertadas de evaluación de los costos crediticios. La importancia de este hecho, aunque no comentado, es decisiva, pues, en el mismo período, comienzan a aparecer embrionarios los mecanismos de control monetario que terminarían por prevalecer en el Perú en los años noventa y en el período actual.
IVLlegamos, finalmente, al tiempo en que vivimos, y el Perú, nuevamente, reconstruye su régimen monetario restaurando un sistema de libertad cambiaria. Surgió este gracias a la expansión de los mercados informales que prevalecieron en los años de la hiperinflación, pero la característica distintiva del nuevo régimen fue, probablemente, la bancarización de las enormes tenencias de dólares que el sector privado había acumulado para proteger su riqueza contra el vertiginoso aumento de precios. Si bien este hecho equivalió a una entrada de capitales, también provocó una peculiaridad, que devendrá en decisiva para el funcionamiento del nuevo régimen monetario. En efecto, los depósitos denominados en moneda extranjera no pueden considerarse con precisión activos internacionales, pues el contrato financiero involucra en ambos extremos a dos residentes peruanos, aunque el público los perciba como tales. En realidad, el nuevo régimen se basa en una ilusión construida combinando en un solo activo financiero un procedimiento de indexación al dólar y un compromiso de convertibilidad que estipula el cambio de los depósitos a una tasa de cambio fija de uno a uno con la moneda americana. Frente a estos depósitos se oponen aquellos denominados en moneda nacional, cuya tasa de cambio respecto del dólar se determina en un régimen de flotación sucia. Desde esta perspectiva, el Banco Central de Reserva administra, en realidad, de forma simultánea, dos monedas: los dólares emitidos en el Perú, y los nuevos soles emitidos también en el Perú. Para los primeros, utiliza un régimen de tipo de cambio fijo, y, para los segundos, un régimen de tipo de cambio flexible. No es sorprendente, por esta razón, que el sistema combine las propiedades de ambos regímenes cambiarios.El segmento dolarizado se rige por las mismas leyes explicadas hace trescientos años por David Hume en su clásico ensayo sobre los determinantes de la balanza de pagos. De ahí que la evolución de su cantidad sea especialmente sensible a los flujos internacionales de capitales y que el Banco Central posea poca discreción para afectar en el largo plazo la escala del sistema. Así, tienden a expandirse estos depósitos cuando se registran saldos favorables en la cuenta de capital, y a contraerse cuando ocurre lo contrario. Sin embargo, en el muy corto plazo, el BCR puede afectar la magnitud de estos flujos manipulando los encajes en moneda extranjera y así practicar una política de control de dicho crédito. El sistema de flotación sucia domina la parte no dolarizada, y, en él, la autoridad monetaria era capaz de controlar sin ningún impedimento la magnitud de la emisión.Para administrar el segmento en soles del sistema, el Banco Central, en la década de los noventa, adoptó un sistema basado en la programación de la emisión, emulando, quizás, el comportamiento de los bancos centrales de los países desarrollados a finales de los años setenta, cuando estos abandonaron el sistema de Bretton Woods y abrazaron sistemas de flotación sucia. No es necesario detallar los pormenores de su funcionamiento, pues se trata de un fenómeno ampliamente conocido. Sin embargo, puede ser interesante comentar dos puntos para los cuales no existe adecuada explicación. En primer lugar, la varianza del dólar fue, en este régimen, bastante reducida, a pesar de no existir un compromiso expreso por parte del Banco Central que lleve a determinar de forma rígida la paridad con respecto al dólar de la moneda nacional. En la práctica, aunque el Perú no contara oficialmente con un sistema de tipo de cambio fijo, operó como si lo hubiera. Lo realmente interesante no es la escasa variabilidad del dólar, sino entender cuál es el conjunto de fuerzas que determinaron este resultado, ya que el Banco Central ha señalado en repetidas oportunidades que no tiene como política fijar el precio de la moneda americana. El segundo rasgo esencial del sistema es que su operación parece requerir una cantidad mayor de reservas internacionales que el antiguo sistema de tipo de cambio fijo. En efecto, mientras que el antiguo sistema nunca requirió una cantidad de reservas que excediera a tres meses de importación, la magnitud de estas en el nuevo excede con creces un año de importaciones. Finalmente, no se registraron tendencias evidentes que llevaran a la desdolarización. En los años ochenta, a pesar de la caída en la tasa de inflación, el coeficiente de dolarización se mantuvo bastante estable, y aunque existen teorías que explican el hecho, no resultan convincentes.Introdujo el gobierno de Alejandro Toledo a principios del nuevo milenio un nuevo sistema para administrar el segmento denominado en moneda nacional: el régimen de metas de emisión. Inicialmente, este había ganado popularidad en los países industrializados en los años ochenta, cuando los bancos centrales se desilusionaron debido al enorme desarrollo financiero que caracterizó en dicho período a los sistemas basados en la programación de la emisión. El problema que se registraba fue la inestabilidad de la demanda por los distintos instrumentos financieros que cuestionaban la efectividad de la política monetaria. Por ello, gradualmente se inclinó la balanza a favor de la tasa de interés, ya que esta política permitía con mayor eficacia regular la dinámica de una economía. Para orientar la política monetaria el nuevo sistema intenta limitar la discreción de las autoridades monetarias mediante el uso de la regla de Taylor. Especifica esta las razones que pueden motivar los movimientos de la tasa de interés: las variaciones en la tasa de inflación y los movimientos en el nivel de actividad. Los impulsos de la política monetaria se transmiten hacia el sector real usando como vehículo fundamental la estructura temporal de las tasas de interés, y su efectividad depende de la forma como esta estructura responde a las intenciones de cada banco central.Aunque no podemos discutir a plenitud el funcionamiento de este sistema, pues hacerlo requeriría de un espacio semejante al que ya hemos abarcado, podemos concluir este breve ensayo notando dos puntos que nos parecen importantes. Es preciso notar que su puesta en practica en el Perú ha sido especialmente favorecida por las excepcionales circunstancias económicas que han predominado en el mundo en el quinquenio pasado. No hay que perder la perspectiva de que solo hemos podido apreciar el funcionamiento de dicho régimen en una coyuntura de expansión de la economía mundial, distinguida por el notorio descenso de las tasas de interés. No sabemos cómo funcionará este cuando esta se altere y las tasas de interés se comporten de manera distinta. En segundo lugar, el sistema parece haber provocado tendencias evidentes hacia la desdolarización del sistema, pero no queda claro si estas son un producto de su lógica de funcionamiento o de la coyuntura internacional. Es claro que estos temas merecen estudiarse con mayor profundidad.
Publicado por Bruno Seminario en 3:01 PM
AUTOR: BRUNO SEMINARIO,BLOG LOS CANTOS DEL CHIVO MORIBUNDO,5/9/2006