Mostrando las entradas con la etiqueta Birmania. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Birmania. Mostrar todas las entradas

domingo, 18 de marzo de 2012

Cambio en Birmania

 Por Joseph E. Stiglitz*


Aquí en Myanmar, (Birmania), donde el cambio político ha sido extremadamente lento durante medio siglo, una nueva dirección está tratando de hacer una rápida transición desde dentro. El gobierno ha liberado a los prisioneros políticos, realizado elecciones (y otras en camino), iniciado reformas económicas y está buscando vehementemente la inversión extranjera.
 Es comprensible que la comunidad internacional, que desde hace mucho ha castigado al régimen autoritario de Myanmar con sanciones, mantenga la cautela. Las reformas se están llevando a cabo a tal velocidad que ni siquiera los expertos sobre el país saben qué esperar.
Lo que me queda claro es que este momento en la historia de Myanmar representa una oportunidad real de cambio permanente – una oportunidad que la comunidad internacional no debe dejar pasar. Ya es tiempo de que el mundo participe en el desarrollo de Myanmar no sólo ofreciendo asistencia sino levantando las sanciones que se han convertido en un impedimento para la transformación del país.
Hasta ahora, la transformación, que arrancó tras las elecciones legislativas de noviembre de 2010 ha sido impresionante. Puesto que los militares, que habían ejercido el poder exclusivo desde 1962, conservaron el 25% de los escaños, se temía que la elección fuera una fachada. No obstante, el gobierno que surgió refleja las preocupaciones fundamentales de los ciudadanos de Myanmar mucho mejor de lo que se esperaba.
Bajo el liderazgo del nuevo presidente, Thein Sein, las autoridades han respondido a los llamados de apertura política y económica. Se ha avanzado en los acuerdos de paz con los insurgentes de las minorías étnicas – conflictos que tienen sus orígenes en la estrategia colonial de dividir y gobernar que los líderes que llegaron después de la independencia mantuvieron durante más de seis décadas. La Premio Nóbel Daw Aung San Suu Kyi no sólo fue liberada de su arresto domiciliario sino que ahora lleva a cabo una intensa campaña para obtener un escaño en las elecciones que se celebrarán en abril.
En lo que se refiere a la economía, se ha adoptado una transparencia sin precedentes en el proceso presupuestario. Los gastos en atención a la salud y educación se han duplicado, aunque se parta de una base baja. Se han flexibilizado las restricciones en materia de licencias en varias esferas clave. El gobierno incluso se ha comprometido a avanzar en la unificación de su complicado sistema de tipo de cambio.
La sensación de esperanza en el país es palpable, aunque algunas de las personas más viejas, que han visto ir y venir tiempos de aparente relajamiento del gobierno autoritario, mantienen la cautela. Tal vez por ello algunos miembros de la comunidad internacional también dudan para mitigar el aislamiento de Myanmar. No obstante, la mayoría de los birmanos sienten que si los cambios se manejan bien, el curso del país será irreversible.