Por Juan Luis Berterretche
El mecanismo privilegiado de la especulación capitalista siempre se basa
en la creación fraudulenta de capital ficticio e invariablemente se
manifiesta como una forma de fetichización y enajenación del capital que
devenga interés. “El interés en cuanto precio del capital es, desde un
principio, una expresión cabalmente irracional.”/1
Es la división de los capitalistas en capitalistas dinerarios (prestamistas o financieros) y capitalistas industriales, la que en su origen transforma una parte de la ganancia bruta en interés, la que crea realmente la categoría del interés; y es sólo la competencia entre ambas variedades de capitalistas la que crea el tipo de interés. De esta forma se procesa el fetichismo del capital dinerario: con la apariencia de “dinero que incuba dinero”.
Es la división de los capitalistas en capitalistas dinerarios (prestamistas o financieros) y capitalistas industriales, la que en su origen transforma una parte de la ganancia bruta en interés, la que crea realmente la categoría del interés; y es sólo la competencia entre ambas variedades de capitalistas la que crea el tipo de interés. De esta forma se procesa el fetichismo del capital dinerario: con la apariencia de “dinero que incuba dinero”.