Por Michael Roberts
El presidente Obama y la Cámara de Representantes de EE UU, de
mayoría republicana, están enfrascados en una batalla para encontrar la manera
de superar lo que se ha llamado "el abismo fiscal" ante el que se
encuentra la economía de EE UU este año nuevo. El abismo fiscal es una metáfora
que describe el aumento automático de diferentes impuestos y las reducciones en
el gasto público que se aplicarán a partir de principios de 2013.
Sucederá a causa de toda una serie de recortes de impuestos y
exenciones fiscales, que la administración Bush adoptó como medidas
"temporales" y con caducidad anual a menos que el Congreso las
renovase. Y hay otras medidas, como la exención de la contribución a la
seguridad social de los empresarios –que se adoptó para evitar despidos-, así
como otros recortes automáticos en el gasto acordados, que se aplicarán si el
Presidente y el Congreso no se ponen de acuerdo en un plan para controlar el
gasto y reducir la deuda pública el resto de la década.