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viernes, 1 de marzo de 2013

La transformación del modelo de desarrollo de China y su impacto sobre América Latina (Parte II)

  


Por Daniel Munevar
CADTM


La transformación del modelo de desarrollo de China analizada en el artículo anterior posee profundas implicaciones para América Latina. Estas pueden ser desagregadas en 3 grupos: su impacto sobre los precios de las materias primas y por definición sobre los términos de intercambio de América Latina; su impacto sobre los ingresos reales de la población; su impacto sobre los ingresos fiscales y la estrategia de desarrollo de los países en la región. Estos elementos serán explorados en la siguiente parte del artículo.
En lo que respecta al primer punto, la desaceleración de la economía China en el marco de un proceso de rebalanceo eliminaría el último sostén en la economía real de la especulación de materias primas. Los últimos meses se han caracterizado por una creciente desconexión entre la evolución de la demanda y oferta real en los principales mercados de materias primas y las curvas de precios de futuros de estas |1| . Mientras un número creciente de indicadores en la producción y demanda de metales y petróleo indican sobreoferta e incapacidad para lidiar con masivos stocks acumulados, los precios de futuros indican escases en el corto y mediano plazo |2|. En este contexto, para los futuros y derivados sobre las materias primas la desaceleración del crecimiento de China sería el equivalente de lo ocurrido en el verano de 2007 con los primeros problemas de las hipotecas subprime.
Sin embargo aun si los precios de las materias primas no cayeran de manera estrepitosa, el proceso de rebalanceo de China demanda una modificación de sus términos de intercambio. La consecuencia básica del proceso de industrialización de China es un aumento de la frontera de posibilidades de incremento de la productividad y la retención de valor agregado. Mientras América Latina permanece sujeta a las limitaciones de los incrementos en materia de productividad inherentes a las materias primas, China ya se encuentra en capacidad de desplazarse a renglones más dinámicos e intensivos en tecnología del comercio global. Es esta diferencia clave en materia de crecimiento de la productividad la que marcara la evolución de los términos de intercambio entre China y América Latina, de manera desfavorable para esta última. En otras palabras las mejoras en términos de ingresos reales y crecimiento del consumo de los hogares en China tendrán lugar a costa de los sectores exportadores de materias primas en la región.
En este sentido es importante aclarar que mientras los volúmenes de ciertos renglones de materias primas se verán afectados, tales como petróleo y metales, otros seguirán creciendo de manera sostenida a la par del consumo de los hogares en China, fundamentalmente alimentos. Sin embargo, el crecimiento de la demanda tendrá lugar en un contexto marcado por precios significativamente más bajos. Es decir que la región se verá atrapada una vez más en el dilema Prebisch Singer de reducción secular de los términos de intercambio. Mayores volúmenes de exportaciones se traducen en menores ingresos reales para sus productores en la medida que los diferenciales de productividad permiten a los países industrializados, en este caso China, retener todas las ganancias de valor agregado. De esta forma mientras China aprovecho las últimas décadas para su reposicionamiento dentro la economía global, América Latina las ha desperdiciado cometiendo el mismo error en términos de políticas de desarrollo desde tiempos de la independencia al apostar en las materias primas como motor principal del crecimiento económico.
Asociado este dramático cambio en los términos de intercambio de la región se encuentra el segundo elemento a destacar, a saber el impacto sobre los ingresos reales de la población. Resultado del rápido crecimiento económico que ha tenido lugar en la región, cerca de 70 millones de personas pasaron de una situación de pobreza a integrar una clase media entre 2003 y 2010 |3|. Al mismo tiempo se produjo en la mayoría de los países una ligera reducción en los altos niveles de desigualdad de ingresos |4|. El problema con esta situación es que es un resultado directo de la especialización en materias primas y de la mejora en los términos de intercambio que experimento la región en los últimos años. Visto de otra forma, las mejoras observadas en América Latina representan la imagen inversa de lo ocurrido en China. Mientras en dicho país se adoptó un tipo de cambio que reprimía el consumo interno, la significativa apreciación del tipo de cambio que ha tenido lugar en algunas de las principales economías de la región como Brasil, Colombia o Chile resulta en el efecto opuesto. Al reducir el costo de las importaciones, una moneda apreciada fomenta el consumo y de facto representa un traslado de ingresos de los sectores exportadores netos de la economía a los sectores importadores netos. Desde el punto de vista de un hogar que percibe un aumento sostenido de su capacidad adquisitiva en términos de bienes importados dicha situación es bienvenida. Sin embargo, desde la perspectiva de la economía en su conjunto representa un desastre toda vez que se afecta de manera directa aquellos sectores con mayor capacidad de crecimiento y dinámica de generación de empleos.
La magnitud del impacto de los términos de intercambio sobre el ingreso real y los patrones de consumo ha sido amplificada por la dinámica del sistema financiero en los diferentes países, donde contrario a lo que ocurre en China, el crédito se ha concentrado en los renglones de consumo e hipotecario. Con tasas de crecimiento superiores al 20% en la mayoría de los países de la región, el crédito se ha concentrado en sectores que por un lado aumentan la dependencia de importaciones y por el otro incrementan la inestabilidad financiera al propiciar burbujas en los precios de activos, fundamentalmente finca raíz. El problema con el crecimiento del crédito, es que justo como las políticas de desarrollo regionales, está basado en dos supuestos. Primero, que el crecimiento económico basado en la exportación de materias primas se sostendrá en el tiempo, creando así los ingresos para validar la toma de créditos. Segundo, que la entrada de capitales asociada a la Inversión Extranjera Directa en materias primas y a las perspectivas de apreciación se mantendrá en el tiempo. Como se ha explicado anteriormente, ambos supuestos son incorrectos. Ante este escenario, los hogares en América Latina se van a encontrar en una situación en la cual la capacidad adquisitiva de su ingreso disminuye a la par del deterioro de los términos de intercambio regionales, justo al mismo tiempo que se produce una contracción del empleo y del acceso al crédito. Ello no necesariamente se tiene que traducir en una crisis económica, pero si es claro que tendrá como resultado una significativa disminución de la calidad de vida de la población en la región.
Esto nos lleva al último punto, el impacto sobre las políticas de desarrollo regionales. Independientemente de la orientación política del gobierno, los países de América Latina han experimentado un incremento de la participación de ingresos fiscales asociados a materias primas. Así, mientras en el año 2000 los ingresos fiscales asociados a materias primas representaban menos del 20% del total de los ingresos de los gobiernos en la región, en el año 2008 esta cifra se ubicó en cerca de 35% |5|. Este significativo aumento de los ingresos fiscales permitió una mejora de los indicadores fiscales, y con ello una reducción de los niveles de endeudamiento, al mismo tiempo que facilito el aumento del gasto social en la región. Como promedio los gastos sociales entre el año 2000 y 2010 pasaron de representar un 13,3% del PIB a 18,1%, un aumento del 36% |6|.
El problema es evidente. No solo el crecimiento económico ha incrementado su dependencia respecto a la exportación de materias primas, sino que también la implementación de políticas públicas en la región es altamente sensible a la evolución de los precios e ingresos asociados a estas. El rebalanceo de China con su impacto sobre los términos de intercambio y el crecimiento económico regional limitara la capacidad de los diferentes países en América Latina de hacer frente al nuevo escenario que se avecina. Precisamente en el momento en que los gobiernos se vean abocados a implementar políticas contra cíclicas y a reforzar las redes de seguridad social para hacer frente a la caída del crecimiento y el empleo, una de sus principales fuentes de financiamiento presentara una importante reducción. De hecho es una pregunta abierta si en un escenario de este tipo se podrían mantener los niveles de gasto social sin la implementación de reformas fiscales significativas.
Ante esta oscura perspectiva, el hecho más preocupante es la falta de previsión que aqueja a la mayoría de los gobiernos en la región. En cierta forma, la posición de estos se reduce a cerrar los ojos y esperar a que el futuro traiga lo mejor. Frente a esta postura de negación, es necesario dejar en claro que la toma de medidas para afrontar los desafíos impuestos por el modelo de desarrollo de China debe realizarse antes de que los efectos mencionados en este artículo empiecen a golpear a la región. Medidas tales como la aceleración de la integración regional, el abandono de un modelo económico extractivista y la realización de auditorías de la deuda son algunos de elementos que se pueden tener en cuenta en este sentido.

Notas

|1| Ver, “A physical vs forward commodity market disconnect”, disponible en: http://ftalphaville.ft.com/2013/02/...?
|2| Sobre oferta en la producción de metales ver, “Hey, spendy miners, operate Glencore style”, disponible en: http://ftalphaville.ft.com/2013/02/.... Sobre oferta en la producción de petróleo ver, “Scarcity amid plenty, Oil edition”, disponible en: http://ftalphaville.ft.com/2012/06/...
|3| Ver, BBVA Research (2013), “Emerging middle classes in fast track mode”, disponible en: http://www.bbvaresearch.com/KETD/fb...
|4| Ver, Palma G. (2011), “Homogeneous middles vs. heterogeneous tails, and the end of the ‘Inverted-U’: the share of the rich is what it’s all about”, disponible en: http://www.econ.cam.ac.uk/dae/repec...
|5| Ver, World Bank (2010) “Natural Resources in Latin America and the Caribbean: Beyond Booms and Busts?”, disponible en: http://siteresources.worldbank.org/...
|6| Datos para Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Venezuela. Base datos en línea de CEPAL.