martes, 8 de julio de 2008

EL 9 POR DOS SUELDOS

El gobierno ha dado una nueva ley referida a las microempresas: el Decreto Ley 1064. Ya desde el 2003, los trabajadores de microempresas solo tenían derecho a la mitad de vacaciones y gratificaciones que el resto, y no tenían Compensación por Tiempo de Servicios (CTS). Esta reducción de derechos laborales se ha agravado, ya que ahora este sector podrá tener una Remuneración Mínima más reducida que para el resto, como si los alimentos en el mercado no costaran igual para todos.

En relación al seguro de salud, el nuevo decreto establece que las microempresas ahora asegurarán a sus trabajadores en el SIS - Seguro Integral de Salud (antes debían hacerlo en EsSalud). El DL 108 establece que el empleador deberá pagar la "mitad del aporte mensual total del Régimen Semicontributivo" del SIS y que el Estado pagará un monto similar. El problema es que de esa manera sólo se aportará la mitad de lo que efectivamente cuesta brindar este seguro para una persona. Además, el Decreto 1086 establece que estos aportes se hacen por trabajador, pero los beneficios son también para su cónyuge e hijos. Así, de seguirse al pie de la letra el DL 1086, el SIS recibirá ingresos para atender a media persona y con esa plata deberá atender a cuatro o más personas. Y eso, si es que el Tesoro pone los montos ofrecidos, algo en lo que no se puede tener demasiada confianza: históricamente nuestro Estado no ha cumplido con sus compromisos financieros con la seguridad social, y la salud no ha tenido ni tiene prioridad presupuestal.

Bajo estas condiciones, el SIS estará tremendamente desfinanciado, es decir, sin los recursos necesarios para atender a sus afiliados. Eso impediría que el decreto logre promover efectivamente su objetivo, que es el de formalizar a las microempresas. El pago del seguro de salud puede que vaya a ser barato (20 soles mensuales) para proteger a los trabajadores y sus familias, pero si la atención que reciben es muy mala, sigue sin ser atractivo. Es lo que ha pasado con los mototaxistas, a quienes se les ha ofrecido este mismo seguro por 10 soles mensuales: la gran mayoría de quienes se afiliaron al mismo dejaron de pagarlo por la deficiencia de la atención.

En la vigilancia que tanto la Defensoría como Forosalud han hecho sobre el SIS, las quejas de desabastecimiento de medicinas, largas colas, discriminación y mala atención son muy difundidas. Si el SIS no tiene el financiamiento necesario, los problemas se mantendrán, y con ellos el poco atractivo de este nuevo régimen de seguro de salud para las microempresas y sus trabajadores.

El nuevo decreto también establece un sistema de pensiones al que el estado aportará en la misma medida que la microempresa. Nuevamente, la clave para que esto sea atractivo es que los trabajadores tengan confianza en este sistema, pero el administrador será una empresa privada, sin mecanismos de participación de los trabajadores o condiciones mínimas de seguridad o transparencia.

En realidad, la formalización de las micro y pequeñas empresas no pasa principalmente por medidas legales sino por mejorar su economía, aumentando su productividad y ampliando su mercado. Por eso, programas de capacitación, asistencia técnica y apoyo a la comercialización son fundamentales. También lo son la protección del mercado interno frente a la competencia desleal, lo que el TLC con Estados Unidos y con China impiden. Subsidiar un seguro de salud para los trabajadores de microempresas es una buena idea, que puede ayudar a su progreso y formalización. La clave, sin embargo, es que ese seguro de salud otorgue una buena atención, lo que sin el presupuesto necesario y una gestión eficaz no será posible.

MEDIANAS EMPRESAS

Al mismo tiempo, este mismo decreto (DL 1086) ha reducido los beneficios a los trabajadores de empresas medianas, reduciéndoles a la mitad sus vacaciones, gratificaciones y CTS. El Decreto llama a estas empresas como "pequeñas empresas", pero en el Perú es evidente que una empresa con 100 trabajadores que vende 6 millones de soles, no tiene nada de "pequeña". Es sólo un truco propagandístico más para pasar gato por liebre.

El efecto sobre los trabajadores es sustancial: en esencia, este decreto les quita a estos trabajadores dos sueldos completos al año. Los trabajadores pierden medio mes de vacaciones, medio sueldo de CTS, medio sueldo en diciembre, medio sueldo en julio: ¡Feliz 28!

La nueva ley dice que estos beneficios no podrán ser retirados a los actuales trabajadores y que no se puede subdividir a una empresa en varias menores para gozar de este beneficio. Pero es improbable que esos controles funcionen. ¡Si el gobierno permite que las empresas destruyan sindicatos impunemente, incluso en empresas con miles de trabajadores! ¡Si se puede despedir a un trabajador para contratar a otro en el mismo puesto pero que sólo tenga la mitad de los beneficios!

Hagamos un cálculo: ¿cuánto puede ganar una empresa que tiene 300 trabajadores, subdividiéndola en cuatro y acogiéndose a la nueva ley? Para un obrero que gana mil soles mensuales, la empresa se ahorra dos mil soles anuales (que pierde el trabajador). Si son 300 trabajadores, la empresa se ahorra 600 mil soles anuales.

Recordemos: en el capitalismo, las empresas se dedican a buscar obtener las mayores ganancias posibles. Si lo pueden hacer restándole beneficios a los trabajadores, ¿por qué no lo harían?

En los últimos años, los trabajadores que recibían en total 25% del PBI, han pasado a recibir 20% del PBI. Esto quiere decir que han perdido unos US$ 7 mil millones de dólares al año, menores ingresos que han pasado a engrosar las ganancias de las empresas. Ahora, los trabajadores perderán otro poco frente al capital.

DESPUÉS DEL 9

Desde Fujimori en adelante, los trabajadores han ido perdiendo beneficios y derechos. Como algunos pronosticaron en su momento, el TLC ha servido para, con el pretexto de la competitividad, quitarles otros dos sueldos anuales a los trabajadores de medianas empresas. Es un pretexto, porque la competitividad se gana con avance tecnológico y aumento de productividad; en base a "cholo barato" ningún país llega muy lejos.

Los trabajadores han ido perdiendo beneficios y sus salarios están estancados en medio del mayor crecimiento económico de nuestra historia, porque están siendo avasallados políticamente.

Esto puede cambiar si los trabajadores hacen oír su voz, fuerte, como lo han hecho más de una vez en el pasado.

Es esto lo que puede hacer que, en contraposición a lo dicho Alan García, el 10 de julio sea distinto al 9.

Es esto lo que el gobierno teme del Paro Nacional.

AUTOR : PEDRO FRANCKE
ACTUALIDAD ECONOMICA DEL PERU,07/07/2008