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domingo, 28 de octubre de 2012

Inmanejablemente grande

 Por Simon Johnson
Project Syndicate


En la discusión sobre el excesivo tamaño de las mayores instituciones financieras estadunidenses se avecina un formidable cambio de opinión. Hace dos años, durante el debate sobre la legislación Dodd-Frank para la reforma financiera, pocos pensaban que los megabancos globales constituyesen un problema apremiante. Algunos destacados senadores llegaron a sugerir que los enormes bancos europeos representaban una suerte de modelo para Estados Unidos.
En todo caso, el gobierno, según los directores ejecutivos de los mayores bancos, no podía imponer un límite al tamaño de sus activos, ya que eso socavaría la productividad y competitividad de la economía estadounidense. Aún se escuchan esos argumentos, pero cada vez más provienen solamente de los empleados de los megabancos globales, incluidos sus abogados, consultores y sumisos economistas.
Todos los demás han aceptado que estos mastodontes financieros se han tornado demasiado grandes y complejos para ser administrados, y que esto produce masivas consecuencias adversas para la economía en su conjunto. Cada vez el director ejecutivo de uno de esos bancos se ve forzado a renunciar, se acumula evidencia sobre la imposibilidad de administrar estas organizaciones de manera responsable, que genere valor sostenible para sus accionistas y mantenga la seguridad de los contribuyentes.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Mitt y los pedigüeños

 Por Simon Johnson


El Partido Republicano cuenta con algunos temas potencialmente ganadores para las elecciones presidenciales y parlamentarias estadounidenses de noviembre. Desde hace mucho tiempo los estadounidenses mantienen su escepticismo respecto del gobierno. Tienen una tradición de resistencia a los excesos estatales que se remonta a la fundación de su país. Esta tradición legó a los estadounidenses de hoy un rechazo por los subsidios públicos y una aversión cultural ante la «dependencia» de la asistencia estatal.
Pero el candidato presidencial Mitt Romney y otros miembros líderes de su partido han jugado esas cartas de manera completamente equivocada en este ciclo electoral. A Romney aparentemente lo entusiasmó la idea de que muchos estadounidenses, los que forman parte del llamado 47%, no pagan impuestos federales a la renta. Cree que se ven como «víctimas» y son «dependientes» del gobierno.
Pero esto deja de lado dos cuestiones obvias. En primer lugar, la mayor parte del 47% paga una gran cantidad de impuestos sobre sus ingresos, sus propiedades, y los bienes que compran. También trabajan duro para ganarse la vida en un país donde el ingreso medio de los hogares ha caído a un nivel inusitado desde mediados de la década de 1990.