¡Chillidos! ¿De ratas de alcantarilla? Esa es la sensación –en los oídos del rey Alan I– de las millones de voces que protestan, "olvidando" –gracias a la infiltración comunista– que están viviendo en el paraíso de AL. "Saldrán a chillar" este 9 de julio, dijo a la prensa días atrás. ¿Como Moquegua? ¿Son solo chillidos irracionales las extendidas protestas en los últimos 20 meses, que han involucrado a más del 60% de las regiones del país, a obreros de construcción y trabajadores mineros en huelga, a médicos y trabajadores de la Salud, a cocaleros y algodoneros, a comunidades campesinas y nativas, a productores de leche y a pescadores, a maestros de escuela, docentes y estudiantes universitarios? ¿Está Palacio asediado por una plaga de ratas o serán chillidos de los corredores palaciegos?
García obvia un país erizado y una protesta que crece no solo en dimensiones, sino en razones. ¿Es irracional oponerse a una política de crecimiento económico sin desarrollo, sin redistribución de la riqueza, sin beneficios para las mayorías? ¿Es absurdo reaccionar frente a la incesante alza del costo de vida que golpea a los más humildes, ante la pasividad de un gobierno que ni regula ni actúa frente al problema que desborda todas las previsiones del mismo régimen? ¿Es tolerable que mientras las utilidades de las grandes empresas se multiplican varias veces, los salarios y sueldos de los trabajadores hayan permanecido prácticamente congelados durante los casi dos años de reinado alano-fujimorista? ¿Es un chillido demandar freno a que las grandes transnacionales se lleven nuestros recursos naturales a cambio de migajas, mientras hacen sobreutilidades gigantescas (más de S/.62,000 millones de soles en los últimos 3 años), con vergonzosos privilegios tributarios y atropellando comunidades campesinas y nativas, mientras el gobierno incumple su compromiso electoral de aplicar el impuesto a las sobreganancias? ¿Será que podemos seguir viendo –impasibles– cómo se deteriora nuestra educación y salud públicas, mientras del país parten –cual carabelas coloniales cargadas de oro– los ingentes recursos naturales que nos pertenecen?
La inflación anualizada del 2008, solo tomando en cuenta los tres primeros meses del año, supera el 5.55%, según los conservadores cálculos de la U. del Pacífico, sin aclarar que para los pobres, que emplean la mayor de sus ingresos en alimentos, es mucho mayor. A julio es más, pero Alan se niega a aumentar los sueldos y salarios. ¡Cómo no reaccionar!
La ofensiva gubernamental contra la propiedad de las comunidades campesinas y nativas, y su pretensión de subordinarlas a la expansión y expoliación de transnacionales mineras, petroleras o madereras no generan chillidos sino protestas y reacciones justificadas. La privatización de puertos y aeropuertos (entregándolos a intereses geopolíticamente negativos, como los del gran capital chileno) exacerba la reacción nacional. La privatización del mar, con la ley de cuotas del rey que maneja Produce, convoca a la acción a pescadores y armadores. La intención de subordinar el manejo de los recursos de las regiones a la autorización de la caja central, los turbios manejos del canon y la negativa a trasladarles las empresas públicas regionales alientan a los movimientos descentralistas. La negación de los derechos que corresponden a los trabajadores mineros reanima su huelga nacional. La obstaculización de la negociación colectiva por rama y la continua precarización de los derechos de los trabajadores de la MYPES para permitir a grandes empresas dividirse y aprovechar de regímenes laborales de mínimos derechos generan movilización y justificada reacción laboral. Y si a ello se suman la corrupción impune y una agresiva política de criminalización de la protesta social, persiguiendo y deteniendo a los que reclaman cambios y enfrentan los abusos, pues el Paro Nacional tiene razones.
Se equivoca García también al responder qué vendrá después del 9. Dice "después del 9, viene el 10, y el Perú continúa lo de siempre". No, el Perú no continuará "en lo de siempre" después del Paro Nacional Agrario del 8 y 9, y del Paro Nacional –cívico y popular– del 9. Estamos hartos de "lo de siempre". Algo nuevo está naciendo: una gran unidad de fuerzas por el cambio. Viene la Asamblea Nacional de los Pueblos del Perú, convocada para noviembre. Viene el esfuerzo de construir un gran tejido de organizaciones sociales, regionales y políticas, capaz de construir, articular y representar una propuesta de nuevo Perú, de nuevo rumbo para el país: un país dueño de su propio destino, en control de sus recursos naturales y sus servicios fundamentales, con capacidad de transferir una importante parte de la renta que hoy genera la explotación de nuestros recursos naturales agotables para promover un desarrollo sostenible, al servicio del bienestar de las mayorías. Viene el esfuerzo de forjar una representación amplia y consistente de esa alternativa, que sume a todos los que quieren y batallan por el cambio, por un Perú soberano y descentralista, con justicia social. Un nuevo rumbo se está abriendo paso.
AUTOR : JAVIER DIES CANSECO
DIARIO LA REPUBLICA,07/07/2008