Por Adan Salgado Andrade.
Una de las ventajas que se lograron cuando se creó al así llamado papel moneda, fue que no siempre el soberano o gobernante en turno, así como su administración, debían de comprobar que, en efecto, poseían los metales preciosos o semipreciosos que ampararan el valor total de las distintas emisiones de billetes que se hacían. Claro que, en principio, el papel moneda se creó cuando en las postrimerías del capitalismo, allá por el año 1200, era más fácil comerciar con letras de cambio emitidas por banqueros que amparaban el depósito de tal o cual persona, comerciantes sobre todo, con tal de que éstos no cargaran con todo el metálico efectivo. Sin embargo, con el tiempo, la emisión de dinero pasó de ser un atributo sólo de los banqueros, a una función exclusiva del estado, quien desde entonces fue el único autorizado para imprimir billetes y acuñar monedas. Pero, como dije, cuando los gobernantes se endeudaban en exceso, más allá de la capacidad de los cofres reales, entonces venía muy bien la impresión de billetes, sin nada realmente que los sustentara, excepto el gobierno y su permanencia en el poder. En México, por ejemplo, esa atribución, la emplearon bastante los distintos bandos revolucionarios, como el de Pancho Villa, quienes imprimían billetes en las zonas que controlaban, con tal de adquirir viandas o pertrechos, obligando a los vendedores aceptar ese "dinero", amparado por el jefe en turno. Sin embargo, cuando dicho jefe caía y huía del lugar, los billetes emitidos quedaban sólo como enormes montones de papel, que no valían, justamente, ni el papel en que se habían impreso.
Una de las ventajas que se lograron cuando se creó al así llamado papel moneda, fue que no siempre el soberano o gobernante en turno, así como su administración, debían de comprobar que, en efecto, poseían los metales preciosos o semipreciosos que ampararan el valor total de las distintas emisiones de billetes que se hacían. Claro que, en principio, el papel moneda se creó cuando en las postrimerías del capitalismo, allá por el año 1200, era más fácil comerciar con letras de cambio emitidas por banqueros que amparaban el depósito de tal o cual persona, comerciantes sobre todo, con tal de que éstos no cargaran con todo el metálico efectivo. Sin embargo, con el tiempo, la emisión de dinero pasó de ser un atributo sólo de los banqueros, a una función exclusiva del estado, quien desde entonces fue el único autorizado para imprimir billetes y acuñar monedas. Pero, como dije, cuando los gobernantes se endeudaban en exceso, más allá de la capacidad de los cofres reales, entonces venía muy bien la impresión de billetes, sin nada realmente que los sustentara, excepto el gobierno y su permanencia en el poder. En México, por ejemplo, esa atribución, la emplearon bastante los distintos bandos revolucionarios, como el de Pancho Villa, quienes imprimían billetes en las zonas que controlaban, con tal de adquirir viandas o pertrechos, obligando a los vendedores aceptar ese "dinero", amparado por el jefe en turno. Sin embargo, cuando dicho jefe caía y huía del lugar, los billetes emitidos quedaban sólo como enormes montones de papel, que no valían, justamente, ni el papel en que se habían impreso.
Eso explicaría, la emisión desproporcionada de billetes, en parte,
que en la historia hayan existido fenómenos hiperinflacionarios tan absurdos
que, por ejemplo, en la derrotada Alemania, posterior a la primera guerra
mundial, en 1923, había billetes de 100,000,000,000,000 marcos (cien billones de
marcos) que servían sólo para adquirir una hogaza de pan. Y eso se dio en muy
corto tiempo, pues en 1922, los billetes de mayor denominación eran de 50000
marcos. Claro, era entendible, pues la vencida Alemania, no había logrado aún
reorganizar su destrozada economía y la mayoría de sus necesidades debían de
llenarse con importaciones. Si un país importa más de lo que exporta, entonces
comienza un desbalance en sus finanzas y su economía, debido al creciente
déficit que se va generando. Así, la "solución" es, simplemente, imprimir más y
más dinero (toneladas de dinero, literalmente). En diciembre de 1923, el valor
del devaluadísimo marco era de 4,200,000,000,000 por dólar. En ese mismo año, la
inflación mensual era de 3,250,000%, es decir, que un producto que valiera,
digamos, un marco al principio de enero, al final de ese mes valía 32500 marcos,
ya que los precios se duplicaban cada dos días. Tuvo que emitirse una nueva
moneda, el Rentenmark, que eliminara tantos ceros, para que volviera a ser
digamos que práctica la unidad monetaria.
Obviamente que en la actualidad, inmersos en la salvaje competencia
capitalista, lo que ampara el valor de los billetes emitidos por un país, no se
basa ya en la cantidad de oro o plata que posea (aunque últimamente se está
regresando a eso, a atesorar oro o plata, como veremos adelante), sino en su
capacidad productiva, tanto primaria, así como secundaria, o sea, que tenga
buena agricultura, así como industria. Entonces, lo que importa ese país, debe
de compensarse al menos con lo que exporta y si esto, exportar, supera a las
importaciones, pues se tendrá un superávit. Muchos de los países que actualmente
han caído en profundas crisis, como en el caso de Grecia, y los que seguirán
cayendo, se debe, sobre todo, a que producen mucho menos en relación a lo que
requieren, y por eso sus déficits están llegando a niveles enormes, que tardarán
varios años en liquidar o, de plano, nunca lo harán. Puede emplearse la analogía
de aquella persona que ganando, digamos, 400 dólares mensuales, gaste 600, lo
que requerirá que viva del crédito, pero súmenle a eso que si un día pierde su
trabajo, o sea, dejara de producir, entonces estará mucho peor, dado que seguirá
requiriendo gastar 600 dólares, pero ahora esos 600 dólares provendrán
exclusivamente del crédito, hasta que quien le haya estado prestando, no lo haga
más y decida de repente cobrarle el total de su abultada deuda. Con esta fácil
analogía, podremos entender, grosso modo, lo que está sucediendo en todo el
mundo. Por eso algo común en todas estas quiebras de corporaciones y países es
la frase sobreendeudamiento.
Y eso no ha exentado a ningún país, pues desde el inicio de la
actual debacle económica (una de tantas que sufre crónicamente el capitalismo
salvaje, pero de las que sale cada vez más debilitado), no sólo naciones
individualmente han ido cayendo, víctimas de las irracionales imposiciones del
capitalismo salvaje, sino regiones completas. EEUU fue quien comenzó a generar
la debacle, que consideró "resuelta" a finales del 2009, dado que por su ya
declinante dominio económico, simplemente la trasladó a otras regiones, como a
la eurozona, que desde hace ya varios meses ha experimentado muy graves
problemas económicos, como lo sucedido a Grecia, que comento antes. España y
Portugal están en igual situación. Y, por si fuera poco, Italia, considerada
como uno de los "motores" económicos de la eurozona, junto con Francia y
Alemania (este país, el más industrializado y productivo de los tres), también
ya se declaró incapaz de hacer frente a sus deudas, sin la ayuda del Banco
Central Europeo.
Eso lo logró EEUU, trasladar la crisis, como señalé, debido a que
como desde finales de los años 40's, el dólar comenzó a imponerse como la divisa
internacional de cambio, además de como fuente de ahorro, digamos, muchos
países, justo por el poderío económico de EEUU (que además "ayudó" a la
reconstrucción europea y japonesa, luego de la segunda guerra), procuraban tener
suficientes reservas de dólares, así que esa moneda terminó por ser aceptada en
todas partes como medio de pago y de ahorro. Y si en un principio, en efecto,
dada la fuerte economía de EEUU, el dólar era una muy confiable divisa, con los
años, ante la pérdida de ese poderío económico estadounidense, ahora ya está
dejando de serlo, mucho más pronto de lo que podría esperarse, sobre todo porque
EEUU se ha ido desindustrializando, gracias principalmente a sus corporaciones,
las que han ido monopolizando la producción industrial en dicho país,
destruyendo a otras industrias y "optimizando" a los trabajadores en activo, o
sea, explotándolos más, con tal de producir más mercancías con menos trabajo.
Sin embargo, lo más grave es que se han ido llevando a zonas salariales más
bajas los empleos, no sólo los de cuello azul, sino también los de cuello
blanco, o sea, los administrativos, los gerenciales. Escribí hace unos meses un
artículo acerca de esa situación, titulado "De nueva cuenta la fiebre del oro o
de cómo EEUU está quebrando", en el que analizo justamente la cuestión de su
desindustrialización, que actualmente sólo abarca menos del 11.7% de sus
actividades económicas (verlo en este mismo blog. En 1982, Lee Iacocca, famoso
empresario automotriz, que cuenta entre sus triunfos haber salvado a la Chrysler
de una de sus tantas quiebras, refiriéndose a la desindustrialización
estadounidense, vaticinó que "No sé cuándo despertaremos de letargo, pero
conviene que sea pronto, pues de lo contrario, dentro de unos años nuestro
bagaje económico se reducirá a los autobancos, los puestos de hamburguesas y las
galerías de videojuegos". En efecto, basta ir a cualquier ciudad de EEUU y casi
todo se reduce a comercios, malls y parques de diversiones).
También analizo en dicho artículo que eso, la desindustrialización,
le ha generado a EEUU un enorme déficit gubernamental, de casi dos billones de
dólares ($2,000,000,000,000), así como una deuda pública y privada de casi 15
billones de dólares (15,000,000,000,000), que representa casi un 95% de su PIB
del 2011 ($15.3 billones de dólares). Eso, como indiqué en ese trabajo, da
claras señales de que EEUU pronto va a dejar de ser solvente y que el dólar sólo
se está sosteniendo debido a la indiscriminada impresión de billetes. Incluso,
comenté allí mismo que por esa situación, dada la inminente quiebra de EEUU, sus
barones del dinero están buscando "seguras" inversiones, y una de ellas ha sido
comprar oro y/o plata, ya que son fuentes de riqueza "legítimas", o sea, no
requieren de la estabilidad de un país para tener su valor. Lo mismo pasa con
las mercancías, las tierras, los mares, los bosques... que representan riqueza
verdadera (si simplemente se desconocieran las "leyes" del capitalismo salvaje,
no habría ningún problema, dado que tenemos todos los recursos naturales y
humanos para salir adelante). Justamente porque los metales preciosos como el
oro están siendo tan demandados, las empresas mineras mundiales están en una
fiebre explotadora en busca de nuevos sitios con tal de encontrar oro, cueste lo
que cueste y destrúyase lo que se destruya. Aquí en México, por ejemplo, el
entreguista, corrupto gobierno panista que nos mal administra, ha dado en
"concesión" el 25% de nuestro territorio a las voraces, inescrupulosas compañías
mineras, la mayoría canadienses, que destruyen todo a su paso, como el
emblemático cerro de San Pedro, en San Luís Potosí, que quedó reducido a
montañas de polvo y piedra molida, acabando con bosques, áreas verdes y
envenenando tierras y acuíferos con miles de litros de cianuro, empleado para la
separación del metal del material pétreo (es tan ineficiente la obtención de
oro, que se requiere demoler una tonelada de material pétreo para obtener apenas
44 gramos de oro, una onza). Y eso es una constante en todo el mundo, en lo que
podría asemejarse a la fiebre del oro de los años 1850's en EEUU, cuando
gambusinos incluso asesinaban o quemaban bosques completos, con tal de hacerse
de mucho oro y volverse así muy ricos.
Eso es justo lo que está también demostrando que el otrora fuerte
dólar, ahora está dando estertores, aproximándose rápidamente su fin como divisa
y reserva universal.
Así, es tan grave el problema del endeudamiento de EEUU que la
Asociación Nacional de la Inflación, de ese país, considera que aún si todos los
ciudadanos estadounidenses (los más de 310 millones que hay ya), fueran gravados
en sus ingresos al cien por ciento, o sea, que el gobierno les quitara todo por
completo, ni aún así se pagaría la deuda, se tendría que pedir prestado con tal
de no colapsarse. Y es que todas las quiebras, tanto de los bancos, así como de
instituciones públicas, como las inmobiliarias Fannie Mae y Freddie Mac, que se
colapsaron en el verano del 2008 (ver en este mismo blog mi artículo "La crisis
de los créditos en los Estados Unidos: la consecuencia de gobernarse por
índices", en donde abundo sobre la quiebra de esos organismos gubernamentales),
han sido absorbidas por el gobierno, claro, empleando el dinero de los
contribuyentes, los que han pagado los platos rotos de la voracidad financiera
de los barones del dinero, quienes junto con las grandes corporaciones, han sido
los directos responsables de la debacle que hoy se está viviendo. Por ello se
han dado las protestas recientes, aún en curso, de un creciente sector social
estadounidense, no sólo de los estratos bajos, sino de los medios, tales como
estudiantes o profesionistas, en contra del 1% de la población mundial, sí, la
clase adinerada, los dueños del dinero, de la riqueza social y del futuro de
toda la humanidad, que están afectando y literalmente matando de hambre al 99%
de la población restante (y en todos lados es lo mismo. En México, por ejemplo,
recientemente se reveló que sólo el 0.17% de la población, osea, menos de
200,000 personas poseen casi el 42.5% del PIB nacional en valores de la Bolsa, o
sea, casi la mitad del valor de la economía generada anualmente).
Y, como ya señalé, EEUU ha ido aplazando su colapso gracias a que
puede imprimir dólares, claro, mientras éstos aún sigan siendo aceptados, lo que
ya está dejando de ocurrir. En muchos países, se están dejando de aceptar
dólares como medio de pago. Cuba, por ejemplo, sólo acepta euros. Sin embargo,
tiene aún suerte EEUU de que su divisa siga siendo aceptada, por ejemplo, para
cotizar el petróleo, pues aunque en apariencia el barril sube en cuanto a su
valor en dólares, como éstos cada vez valen menos, en realidad el petróleo lo
compra EEUU artificialmente barato, en relación con otros países, pero además lo
hace con dólares que no tienen un sustento real, como ya mencioné. Y por eso el
valor de la gasolina allí se mantiene digamos que bajo, en relación con otros
países, que estarían pagando el precio real por dicho petróleo. Por ejemplo,
mientras en EEUU el precio promedio de un galón de gasolina es de $3.61, en
Canadá, es de $5.56, en Francia, es de $8.21, en Japón, cuesta $6.62, en
Australia, se paga $5.41 y en China, $4.54 (el encarecimiento es porque como
deben de pagar en dólares, al comprarlos, les resulta más caro, no así EEUU, que
sólo debe de imprimir billetes y ya). Así que si el petróleo se cotizara ya en
otra moneda, no se haría en su equivalente en dólar, sino en su precio real (que
es mucho mayor al que actualmente se vende), por lo que EEUU tendría que pagar
ese petróleo con sus muy devaluados dólares y entonces, sí, será el principio de
muy altos índices inflacionarios, como nunca antes se hayan visto allí, pues
pagado el petróleo en precios reales, la gasolina también se vendería en su
precio real, lo que iniciaría la espiral inflacionaria, además de que todas las
demás importaciones subirían también. Y ya ha habido reuniones "secretas",
digamos, de varios países árabes, quienes junto con China, Rusia, Japón y
Francia, están planeando dar fin al dólar como divisa internacional, dadas las
debilidades estructurales ya mencionadas de EEUU, y están buscando otra divisa
más segura. Incluso, entre los países del llamado Concejo de Cooperación del
Golfo, el cual incluye Arabia Saudita, Abu Dhabi, Kuwait y Qatar, se ha pensado
en crear una moneda regional única. Y varios de esos países, como China, están
deshaciéndose lo más pronto posible de sus reservas en dólares, pues ha vendido
más del 8% de los bonos del tesoro que poseía (comento más sobre los bonos del
tesoro, que ya tampoco ofrecen seguridad a sus tenedores, en el ya mencionado
artículo: "De nueva cuenta la fiebre del oro o de cómo EEUU está quebrando", que
está en este mismo blog. China, de hecho, con sus cuantiosas reservas de
dólares, comparte la vulnerabilidad del dólar, así que si éste cae, le seguirá
dicho país, cuan efecto dominó. Por eso es que actualmente China está en la
fiebre de comprar empresas en donde se pueda, con sus reservas de devaluados
dólares, con tal de irse deshaciendo de esa peligrosa "bomba de tiempo").
Y en muchos países, ya no se aceptan dólares, sólo euros, yenes o
yuanes chinos. Incluso, irónicamente ya dentro de los propios EEUU, hay regiones
que están usando una especie de monedas locales, como la que reportó el diario
USA Today hace poco, el Berkshare, que se está usando bastante en la región de
Berkshire, al oeste de Massachussets, y que desde el 2006, se han cubierto
transacciones por $2.3 millones de dólares en su equivalente. Se aceptan también
euros. Además, en algunas partes de Texas, resulta curioso, ya también se
reciben pesos mexicanos. Se estima que unas 150 monedas alternativas se están
aceptando en distintas partes de EEUU, lo cual es un fuerte indicador de que las
cosas andan mal, pues a veces el sentido común vale más que toda la ciencia
económica o, peor, que las falsas declaraciones de políticos mentirosos
asegurando que las cosas "están bien" y no hay de qué preocuparse (de hecho, en
un reciente viaje que hice a EEUU, pude emplear mi tarjeta de débito mexicana,
sin ningún problema).
Por tanto, se acerca el fin del reinado del dólar y con ello, como
ya he señalado, la estrepitosa caída de EEUU.
Aún así, antes del colapso total, EEUU está dejando de ser la
superpotencia económica que presumía que era. Un grave indicador es el número de
pobres que ya hay, y no me refiero a gente que gane poco, no, sino a aquéllos
que ni siquiera tienen empleo y, lo peor, padecen hambre, como en cualquier país
subdesarrollado. Como señalo arriba, ha habido ya varias protestas en distintos
estados de EEUU, de gente de distintos niveles y condiciones en contra de los
barones del dinero y las corporaciones, los que sí son rescatados por el
gobierno, pero no ellos, los ciudadanos comunes. En alguna de esa protestas, que
se denominó "Ocupa una casa", se denunciaron las abusivas prácticas de los
bancos, los que han embargado a gente que por quedarse sin trabajo o no haber
podido pagar su hipoteca, fue echada de su hogar. Esa protesta fue para ocupar
casas vacías, que nadie compra, porque no hay, sencillamente, compradores, y que
allí están, sin ocuparse, pudiendo servir a los miles de ciudadanos que las
perdieron. En una de las protestas, una sexagenaria mujer, de origen
puertorriqueño, tomó la palabra y expuso su caso. Hace un tiempo compró su casa, dando un enganche de
85 mil dólares, los ahorros de su vida, y comenzó pagando menos de 900 dólares
mensuales como pago por el crédito otorgado. Vivía con su hijo, hasta que éste
se enroló en el ejército. Fue enviado a Irak, en donde murió a causa de una mina
terrestre. La mujer, entre amargo llanto, denunció que mientras le llegaban
cartas de Hillary Clinton y del secretario de la defensa, Leon Panetta, de
"sentidas" condolencias, también le estaban llegando las del banco, diciéndole
que le daba unas cuantas semanas para desalojar su casa, la que por haber subido
la mensualidad a más de 3500 dólares, además de no tener trabajo o no seguir
contando con el salario de su hijo, ya no había podido seguir pagando. Esa
tendencia, que comenzó más acentuada desde el 2008, se ha mantenido, y el número
de personas sin empleo y sobre todo de pobres, ha subido incesantemente. Ni
siquiera esos pobres tienen ingresos suficientes para comer, dado que 13% de la
población depende para su subsistencia de los vales de comida que provee el
gobierno y ha ido en aumento el número de las personas que los solicitan (ante
la imposibilidad real de la mayoría de la gente que aún tiene trabajo de comprar
una casa, muchos han optado mejor por rentar pequeños departamentos, los que
incluyen todos los servicios, además de cocina integral, por un promedio de
$1000 a $1200 dólares mensuales, mediante contratos establecidos. Así, si se
quedan sin trabajo o los cambian de lugar, simplemente dejan de rentar allí y ya
no están agobiados por una hipoteca que durará toda su vida... claro, eso si
pueden pagarla. Constaté personalmente todo eso, en un viaje que realicé
recientemente a dicho país. Escribí mis experiencias en el artículo "En busca de
los signos de la decadencia estadounidense", que se encuentra en este mismo
blog).
Y cada vez son más abundantes las "ciudades perdidas" (shanty
towns), cerca de ciudades como Sacramento, Fresno, Nashville... "construidas"
con basura, como cartones, llantas, piezas de autos... justamente como podrían
verse en cualquier ciudad de país latinoamericano (como en México, por ejemplo,
que tenemos gente viviendo entre la basura, como los así llamados pepenadores).
Vaya, es ya grave eso. De hecho, luego de que el huracán Katrina pegó durísimo
en las costas de Luisiana, destruyendo varias partes de Nueva Orleáns, costaba
trabajo, al ver esas escenas de los damnificados y los daños provocados, que
tuvieran lugar en EEUU, pues parecían mas de países como Haití, por ejemplo (de
hecho, ahora se sabe que la inundación pudo haber sido evitada si se hubieran
reforzado a tiempo los sistemas de diques que protegían a la ciudad de las
inundaciones, cosa que no se hizo por falta de fondos públicos para hacerlo. El
siguiente video muestra dramáticas fotografías del desastre:
http://www.youtube.com/watch?v=IPFIUzGAJBA&feature=related).
Como decía, el número de pobres y de indigentes ha ido en alarmante
aumento y cada vez más es muy evidente la descomposición social que ya sufre ese
país, como cualquier otra nación, en donde los estragos de desigual capitalismo
salvaje son más que evidentes (en el siguiente video se muestran escenas y
cifras de los niveles de indigencia que ha alcanzado EEUU:
http://www.youtube.com/watch?v=XyGrrUg0gIs).
Y entre las familias que aún tienen trabajo, están excesivamente
endeudadas (quebradas), pues se calcula que un 47% están en esa situación,
debiendo en promedio $8,000 dólares sólo en sus tarjetas de crédito, pero al
dividir el endeudamiento total de EEUU entre sus habitantes tenemos que cada
estadounidense debe actualmente casi ¡50 mil dólares!, impagables, claro.
Y como señalé también, el desempleo sigue creciendo, y actualmente
casi 30 millones de estadounidenses no lo tienen y más de 10 millones de ellos
ya perdieron las esperanzas de conseguir uno (además, de todos modos, la
tendencia del capitalismo salvaje es de ir desempleando, hacer más, con menos
trabajadores. Ver mi artículo en este mismo blog: "Desempleo en EEUU, agudizada
tendencia del capitalismo salvaje del incremento en la desocupación", en donde
ejemplifico justamente con el caso de EEUU).
En su desesperación por tener empleo, los desocupados tratan de
conseguir lo que sea. Por ejemplo, en la ciudad de Long Island, 2000 personas
hicieron fila por más de cuatro días para llenar la solicitud para trabajar
¡como aprendices de mecánicos de elevadores!, de los que sólo se ofrecían cien
puestos.
Otra solicitud, en Massillion, Ohio, era para un solo empleo como
conserje de un edificio. El salario era de sólo 16 dólares la hora (3840 dólares
al mes), más prestaciones. Aún así, ¡700 personas hicieron cola para ver si se
quedaban con el puesto!
En Arizona vi, por ejemplo, pegado sobre una caja de conexiones
telefónicas, el anuncio de una chica ofreciendo sus servicios de escort, que
decía "Siempre que tengas necesidad de placer, llámame", y luego enunciaba la
lista de los placeres ofertados, tales como "masaje, uniforme, lesbianismo,
anal, oral, fetiche y humillación" (Ni en México, país de mayores necesidades
ocupacionales, se pegan letreros así. En todo caso, hay medios, digamos que
"especializados", como folletines eróticos o sitios de Internet, en los que se
ofrecen). También me encontré letreros pegados en postes en donde se ofrecían
muchos artículos en "venta de patio".
Y no sólo se están perdiendo empleos, sino que el gobierno está
reduciendo los gastos de cuestiones tan vitales como la salud, la seguridad
social, la educación. Edificios públicos se están vendiendo y, ya vendidos,
mejor se rentan, pues sale más barato (lo que menciono antes). Además, servicios
como la pavimentación de las calles, el mantenimiento de la infraestructura o
tan necesarios como la limpia, están muy limitados. Por ejemplo, en mi reciente
viaje a Arizona, presencié algo inaudito: alguna tubería de agua potable debió
romperse en una calle, lo que ocasionó una enorme fuga que formó un riachuelo de
un medio metro de ancho por unos veinte de fondo, que corría por más de tres
kilómetros, aguas abajo. El agua, vital líquido en ese estado mayoritariamente
desértico, es un inapreciable bien, ya que se debe de llevar desde muy lejos.
Incluso, México contribuye con una cuota de agua cada cinco años, debiendo de
ceder algo así como 431 millones de metros cúbicos para que ese sediento estado,
con temperaturas en promedio de 40 grados Celsius en verano, disponga de ella.
Como dije, transcurrieron dos días sin que la fuga se reparara (no supe cuándo
se hizo, pues debía de regresar ya a México). Sólo se apareció momentáneamente
un vehículo de servicios de la ciudad, con un par de empleados que sólo
cabeceaban ante el problema, seguramente incapaces de hacer algo por
remediarlo.
Incluso, el muy lucrativo negocio de las cárceles, que en ese país
son privadas, se está viendo afectado. Un estado como California, gasta nada
menos que 11% de su presupuesto anual en el mantenimiento de prisiones,
alrededor de $8,000 millones de dólares (más de lo que gasta en el pago de
educación superior, ¡absurdo! Sí, es más lucrativo en EEUU pagar a carceleros
que a maestros). Así que planea "liberar" a 6500 prisioneros en el 2012, con tal
de "reducir" sus gastos en prisiones (este es un serio problema, el de las
prisiones, ya que como son un muy lucrativo negocio privado, cualquier intento
por despenalizar ciertos delitos, como el de la posesión de droga, son
boicoteados por los carceleros, con tal de seguir teniendo pretextos para
atrapar y encerrar gente. El intento que hizo ese estado, en el 2011, por
legalizar la posesión de marihuana, fue detenido por aquéllos).
Y abundando sobre los altísimos niveles de desempleo y pobreza a
los que me refiero arriba, George Hemminger, establecido en California, bloguero
independiente, fundador del sitio alternativo de Internet Survive and Thrive TV,
en recientes declaraciones señala que "No hay empleos, la tasa de desempleo es
altísima, es mucho esfuerzo lo que se requiere para alimentar a las familias,
comprarles ropa, calzado. Lo que era la clase media estadounidense, está dejando
de existir y por primera vez, una gran proporción, está viviendo de vales de
comida del gobierno y del seguro de desempleo. Hay gente que no tiene dónde
vivir, han perdido sus casas y lo hacen en albergues, en tiendas de campaña, en
patios traseros de familiares. Muchos sobreviven juntando latas, botellas...
cosas de la basura para vender" (hay que señalar que no hace mucho, el estado de
California, por sí solo, representaba la quinta economía mundial, y vean a lo
que se está reduciendo). Sí, de verdad que ahora hay muchísimas escenas de la
pobreza a la que han llegado muchos sectores en EEUU, que hasta parecieran que
son de un país tercermundista, como comento antes. Por lo mismo, Hemminger
también señala que la gente está muy desilusionada con Obama, en quien habían
puesto muchas esperanzas, pero que ahora se dan cuenta que ha sido ese señor un
simple títere de las corporaciones y los banqueros, y no ha hecho otra cosa que
servir a sus intereses, pero en cambio a la población, a los ciudadanos comunes,
los está dejando a su suerte. Y esa suerte, como vemos, los ha llevado a una
pobreza tan brutal, como nunca antes se había visto. Las cifras más recientes
indican que uno de cada dos estadounidenses es pobre, así como que una de cada
siete familias ya padece hambre. Muchos perdieron su "capital" de toda la vida
al no poder ya seguir pagando sus casas y que el banco se las hubiera embargado.
Incluso, increíble, ya hay algunos millonarios que ven en esas lamentables
cifras un latente estallido social. Personas como Warren Buffet, George Soros o
Richard Branson, están de acuerdo en que algo se debe de hacer y a la mayor
brevedad, so pena de graves conflictos en el muy corto plazo. Por lo pronto,
Hemminger señala que es tal la desilusión de los empobrecidos estadounidenses,
que a muchos ya ni siquiera les llama la atención la política, más que para
criticarla. Hace algunas semanas que Barack Obama acudió a los empresarios de
Hollywood para reunir "fondos" para su campaña, aquéllos le "donaron" 72
millones de dólares, lo cual es una total insolencia, señala Hemminger, cuando,
insiste, la mayoría de lo que solía ser la muy consumista clase media, está
dejando de serlo y está ya en los límites de la sobrevivencia pura.
Como he dicho arriba, la tendencia de las grandes corporaciones en
el capitalismo salvaje es a ir desocupando gente. Esto lo hacen explotando más a
los obreros activos (producir más con menos), lo que eufemísticamente se llama
"aumento de la productividad", así como exportando empleos a zonas salariales
más bajas (China). Súmese a lo anterior la actual debacle económica y los
millones de empleos adicionalmente perdidos debido a ella no se recuperarán ni
ahora, ni en el futuro. Aún así, el gobierno del inepto Obama está buscando
absurdas alternativas para crear unos cuantos empleos (una, por ejemplo, hacer
más difícil la estancia de ilegales allí, con tal de que los empleos que ellos
les pudieran "robar" a los estadounidenses, los obtengan éstos, lo que es
estúpido, pues muchos de esos puestos, los estadounidenses no se consideran a
ese nivel, como para trabajar de, por ejemplo, pizcadores en el campo o
trabajadores en un rastro). Otro proyecto que se le ocurrió a Obama es la
construcción de un oleoducto desde Alberta, Canadá, que transportará petróleo
obtenido del procesamiento de las tierras aceitosas que abundan en ese país,
proyecto que además de ser muy costoso, antiecológico y peligroso, por los
potenciales accidentes que pueden presentarse, sólo creará 6000 empleos durante
dos años (Ver en este mismo blog mi artículo "Desechos radioactivos flotantes y
nuevos oleoductos, inminentes desastres ecológicos", en donde hablo sobre la
peligrosidad y los daños ecológicos que ese oleoducto, bautizado como Keystone
XL, puede provocar).
En fin, pues por todo lo comentado, estamos, en efecto, en la
antesala de que EEUU y su dólar dejen de ser factores dominantes dentro del
actual periodo histórico. Y es de esperarse que también el capitalismo salvaje,
deje ya de ser considerado como el único sistema económico que la humanidad
puede tener. Hemminger señala al respecto que el futuro en ese país será de
gente que trate de buscar la autosuficiencia por sus propios medios, como smbrar
sus propias legumbres, criar sus propias vacas, fundar comunidades de autoayuda.
Incluso, sostiene que, como señalo arriba, se dejará de emplear al dólar como
medio de pago y la gente buscará otras monedas. "Veremos ciudadanos
intercambiando trabajo por comida". Parece muy drástico todo eso, pero ya se
está haciendo en muchos países, gente trabajando por comida.
En fin, es tiempo de que el 99% nos impongamos ya sobre los
mezquinos intereses del minoritario 1%, el único sector que aún defiende a
ultranza a este patético, decadente sistema.
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