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viernes, 13 de julio de 2012

Escándalo Libor: la lucha entre tiburones




Por Alejandro Nadal





¿Manipulaciones sobre la tasa de interés? Es un tema aburrido, pero el escándalo que involucra al banco inglés Barclays por la manipulación de información para fijar la tasa Libor afecta la vida cotidiana de miles de millones de personas en todo el mundo. El episodio revela una vez más que los agentes del mundo financiero se despachan con la cuchara grande. La investigación de las agencias reguladoras busca tapar con un dedo el deslumbrante resplandor de las mentiras y canalladas de los banqueros.
Vamos por partes. El sector financiero y sus comparsas en el mundo académico han buscado hacer creer, desde hace más de cien años, que la tasa de interés es una variable que se determina en el mercado de fondos prestables. Es decir, se ha difundido la fábula de que en una economía capitalista la tasa de interés es el precio que pone en equilibrio la oferta y demanda de fondos (hechas por los ahorradores y los inversionistas). De acuerdo con esta visión, los bancos sólo desempeñan una función de intermediación que es remunerada (por las diferencias entre las tasas activas y pasivas de interés). Un mecanismo de mercado impersonal, análogo al del mercado de manzanas, realiza el equilibrio entre oferta y demanda y determina la tasa de interés.

lunes, 28 de mayo de 2012

El ideario neoliberal en la era de la superchería

Por Alejandro Nadal *




La crisis en Europa ha atravesado varias etapas y ahora ha llegado la fase de la discusión política. Es la fase que más temen el establishment, el sistema bancario y las grandes corporaciones y centros de poder. Se nota en la prensa internacional de negocios. Esta es la etapa más importante porque en ella se abre la controversia política y los pueblos comienzan a deliberar sobre su futuro. Recuperan la palabra, la conciencia histórica y piensan su destino. Al poder establecido le repugna este momento democrático y buscará distorsionarlo y corromperlo de mil maneras.

sábado, 14 de abril de 2012

Metafísica contra maquinaria: Marx, Keynes, Minsky y la crisis

Por Alejandro Nadal.



Una versión muy popular sobre los orígenes de la crisis sostiene que la avaricia condujo a los operadores del sector financiero al exceso que generó la debacle. Es una interpretación de la crisis que encuentra muchos adeptos porque permite encontrar la falla en las debilidades y vicios de unas cuantas personas. El sistema está bien, sólo que siempre hay unas cuantas manzanas podridas que todo lo echan a perder.
De entrada esta representación de la crisis tiene un problema. Se supone que el mercado es un dispositivo que se nutre del egoísmo y de la ambición individual. Como dice Adam Smith, es precisamente porque los individuos son egoístas y persiguen su interés personal que se logra una situación de armonía social en y por el mercado. De ahí su metáfora: es como si cada uno fuera guiado por una “mano invisible” y por su egoísmo terminara haciendo el bien para todos los demás. ¿Cómo es que ahora la ambición desmedida provoca las crisis?
Bueno, también se dice que la desregulación del sector bancario hizo posible la debacle. La ambición habría sido el motor, pero la eliminación de controles sobre el sector bancario y financiero abrió el camino para el despliegue de esas pasiones, trayendo consigo graves implicaciones macroeconómicas.
Pero aquí hay algo interesante. Resulta que si son las pasiones desmedidas las que engendran la crisis, entonces lo que se necesita para prevenirla es establecer los límites adecuados a tal frenesí. En el caso actual, la crisis se hubiera evitado si se hubieran puesto límites a la ambición desmedida. En síntesis, el sistema económico está bien, pero a veces algunos seres humanos lo descarrilan por su conducta malévola o torcida.