Por Alfredo Jalife R.
Se consolida así el teorema de que la dupla anglosajona controla el
mundo financiero, en su quintaesencia centralbanquista monetarista que
hemos denominado la bancocracia global –que a su vez domina la economía
real cuando la clase política está totalmente ausente, para no decir que
ha sido excesivamente lubricada
New Scientist revela la identidad de la plutocracia bancaria (uno por ciento ) que controla al mundo (99 por ciento).
Andy Coghlan y Debora MacKenzie, de la revista científica New
Scientist (19/10/11) revelan la red capitalista que gobierna el mundo,
basados en una investigación de tres teóricos de los sistemas complejos
–Stefania Vitali, James B. Glattfelder y Stefano Battiston– del
Instituto Federal de Tecnología Suizo, con sede en Zurich.
Coghlan y MacKenzie aducen que la ciencia ha confirmado los peores
temores de los contestatarios indignados en todo el mundo (ver Bajo la
Lupa, 16/10/11): Un análisis de las relaciones entre 43 mil
trasnacionales ha identificado un relativamente reducido grupo de
empresas, principalmente bancos (¡supersic!), con un poder
desproporcionado sobre la economía global.
Se confirma también nuestro axioma añejo sobre el supremo poder que
ejerce la bancocracia, quintaesencia de la parasitaria plutocracia
global.
Los investigadores suizos extrajeron de ORBIS 2007 –base de datos que
lista 37 millones de empresas e inversionistas en el mundo– los datos
de 43 mil 60 trasnacionales y la participación propietaria que las
vincula entre sí, con lo que construyeron un modelo que expone a las
empresas que controlan a otras mediante redes de acciones en común,
acoplado a los ingresos operativos de la empresa que revela el mapa de
la estructura del poder económico.
El notable hallazgo, que será publicado de manera formal en PLoS ONE
–publicación científica de Public Library of Science–, reveló un núcleo
de mil 318 empresas con propiedad accionaria entrelazada; cada una
estaba ligada en promedio con otras 20.
Coghlan y MacKenzie explayan que “aunque las mil 318 empresas
representan 20 por ciento de los ingresos operativos globales, son
dueñas en forma colectiva mediante sus acciones en la mayoría de las
empresas estelares (bluechips) y manufactureras del mundo –es decir, la
economía real– que representa 60 por ciento adicional de los ingresos
globales”. ¡Son las dueñas invisibles del mundo gracias a la
conectividad de redes financieras!
Cuando los investigadores profundizaron y desenmarañaron la red
propietaria, encontraron que ésta llevaba a una superentidad de “147
empresas aún más estrechamente conectadas –cuya propiedad total está
controlada por otros miembros de la superentidad– que controlan 40 por
ciento de la riqueza total de la red”, es decir, menos de uno por ciento
(¡extrasupersic!) de las empresas controlan 40 por ciento de la red
entera, cuya mayoría son instituciones financieras.
Entre las 20 primeras destacan el banco británico Barclays, y los
bancos estadunidenses JPMorgan Chase & Co, y el Grupo Goldman Sachs.
Los expertos suizos consideran que se trata de la primera
investigación científica de la arquitectura de la red de propiedad
internacional y la computación del control que detenta cada jugador
global en la que encontraron que un diminuto número de instituciones
financieras forma una superentidad. Una de las consecuencias de su
asombroso hallazgo es que la estructura del control de la red de las
trasnacionales afecta la competencia global de los mercados y la
estabilidad financiera.
Para los autores suizos es fundamental entender el funcionamiento de
la economía mundial y su implicación en la estabilidad financiera global
cuando las instituciones financieras establecen entre sí vinculantes
contratos financieros, como los empréstitos con los derivados, con
varias otras instituciones lo cual les permite diversificar el riesgo
pero al mismo tiempo les expone al contagio.
Debido a su transcendencia vale la pena señalar a las primeras 50 empresas de las 147 firmas superconectadas:
1) Barclays PLC; 2) Capital Group Companies Inc; 3) FMR Corporation;
4) AXA; 5) State Street Corporation; 6) JP Morgan Chase & Co; 7)
Legal & General Group PLC;
Vanguard Group Inc; 9) UBS AG; 10) Merrill Lynch & Co Inc; 11)
Wellington Management Co LLP; 12) Deutsche Bank AG; 13) Franklin
Resources Inc; 14) Credit Suisse Group; 15) Walton Enterprises LLC; 16)
Bank of New York Mellon Corp; 17) Natixis; 18) Goldman Sachs Group Inc;
19) T Rowe Price Group Inc; 20) Legg Mason Inc; 21) Morgan Stanley; 22)
Mitsubishi UFJ Financial Group Inc; 23) Northern Trust Corporation; 24.
Société Générale; 25) Bank of America Corporation; 26) Lloyds TSB Group
PLC; 27) Invesco PLC; 28) Allianz SE; 29) TIAA; 30) Old Mutual Public
Limited Company; 31) Aviva PLC; 32) Schroders PLC; 33) Dodge & Cox;
34) Lehman Brothers Holdings Inc; 35) Sun Life Financial Inc; 36)
Standard Life PLC; 37) CNCE; 38) Nomura Holdings Inc; 39) The Depository
Trust Company; 40) Massachusetts Mutual Life Insurance; 41) ING Groep
NV; 42) Brandes Investment Partners LP; 43) Unicredito Italiano SPA; 44)
Deposit Insurance Corporation of Japan; 45) Vereniging Aegon; 46) BNP
Paribas; 47) Affiliated Managers Group Inc; 48) Resona Holdings Inc; 49)
Capital Group International Inc, y 50) China Petrochemical Group
Company.
De este núcleo supercompacto, 24 (¡supersic!) empresas pertenecen a
EU, ocho a Gran Bretaña, cinco a Francia, cuatro a Japón, tres a
Alemania, dos a Holanda, dos a Suiza, una a Italia, y una a China (la
50). De ellas, 44 son entidades financieras: ¡88 por ciento!
Se consolida así el teorema de que la dupla anglosajona controla el
mundo financiero, en su quintaesencia centralbanquista monetarista que
hemos denominado la bancocracia global –que a su vez domina la economía
real cuando la clase política está totalmente ausente, para no decir que
ha sido excesivamente lubricada–, al unísono de algunas entidades que
sobreviven del G-7 (Francia, Japón y Alemania) –extensivo al G-10 (Suiza
y Holanda)–, mientras apenas irrumpe China de parte de los BRICS
(Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), quienes exhiben su dramática
vulnerabilidad, no se diga la patética miseria de Latinoamérica, África,
el mundo islámico y el mundo árabe.
Por lo menos es saludable conocer cuál es la superentidad
financierista que ha impuesto su dictadura global, la bancocracia, en su
quintaesencia anglosajona.
Un enfoque zoom (literal) devela la circularidad superconectada de
las principales 18 trasnacionales del sector financiero al momento del
arranque del análisis (2007: un año antes al estallido de la grave
crisis financiera global): Prudential Financial, Morgan Stanley,
Citigroup, Bank of America Corp., State Street Corp., Goldman Sachs,
Bear Stearns, Lehman Brothers, T Rowe Price, UBS AG, Deutsche Bank,
Credit Swiss, Commerzbank, Franklin Resource, Barclays PLC, JP Morgan
Chase &Co., Merril Lynch y Axa.
Cuatro años después algunas de estas entidades financieras, en su
mayoría anglosajonas, han quebrado (Lehman Brothers) o se han fusionado
(Bear Stearns, adquirida por el gigante de los derivados financieros JP
Morgan Chase) o están al borde de la insolvencia (Bank of America y
Citigroup) y, más que nada, han colocado al mundo al borde del
precipicio debido a su maligna superconectividad totalmente desregulada.
El diagnóstico de la patología que asuela al mundo está hecho; falta la terapéutica liberadora.