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martes, 12 de junio de 2012

Las anteojeras económicas de Paul Krugman

 Por Michael Hudson *


Paul Krugman es objeto de gran aprecio por sus columnas del New York Times en las que critica las exigencias republicanas de austeridad fiscal. Con razón, argumenta que recortar el gasto público empeorará la depresión económica en la que estamos hundiéndonos. Y pese a su politiqueo partidista con los demócratas, avisó desde un principio en 2009 de que el modesto programa anticíclico del presidente Obama no era lo bastante audaz como para espolear la recuperación.

Estos son los temas de su nuevo libro, End This Depression Now. [Acabad ya con esta crisis, Crítica, Barcelona, 2012] Al viejo estilo keynesiano, cree que la solución a la insuficiente demanda del mercado es que el gobierno gestione mayores déficits presupuestarios. Debería empezar a conceder subvenciones, compartiendo ingresos, de 300.000 millones de dólares anuales a los estados y poblaciones cuyos presupuestos se han visto reducidos por la caída  de los impuestos sobre la propiedad y la ralentización económica general.

sábado, 21 de enero de 2012

El acuerdo secreto de Geithner con los dirigentes de la Unión Europea



Los mercados de valores estadounidenses y extranjeros siguen zigzagueando salvajemente a la espera de despejar la incertidumbre sobre la supervivencia del euro y ante unas sufridas poblaciones que arrostran las consecuencias de las políticas de austeridad neoliberal impuestas a Irlanda, Grecia, España, Italia, etc. Voy a contarles la historia que me fue confiada por responsables económicos europeos en relación con los últimos episodios caóticos en Grecia y en otras economías europeas deudoras y presupuestariamente deficitarias. (Faltan los detalles, puesto que las negociaciones se han desarrollado en el más absoluto de los secretos: lo que sigue es, pues, una reconstrucción.)
En otoño de 2011, resultaba evidente que Grecia no podría saldar su deuda pública. La UE sacó la conclusión de que había que depreciar esa deuda en un 50%. La alternativa a eso era la quiebra sobre el total de la deuda. Así que, básicamente, la solución para Grecia venía a reproducir lo que había ocurrido con la deuda latinoamericana en los 80, cuando los gobiernos substituyeron la deuda existente y los préstamos bancarios por bonos Brady, así llamados por el secretario del Tesoro de Reagan, Nicolas F. Brady. Esos bonos tenían un principal más bajo, pero al menos se consideraba seguro su cobro Y en efecto, se hicieron los pagos.