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sábado, 12 de septiembre de 2015

Una alternativa para Grecia




Eric Toussaint



En agosto-septiembre de 2013 redacté un proyecto de programa de medidas a poner en práctica en Grecia en caso de victoria electoral de la izquierda radical. Envié dicho texto el 10 de septiembre de 2013, como borrador, a los militantes de Grecia y otros lugares con el fin, como escribí entonces, de «recabar comentario críticos y propuestas de mejora».
Algunas personas me respondieron y corregí ligeramente mi propuesta. Presenté la propuesta en Atenas el 20 de marzo de 2014 en una reunión de trabajo con los militantes del DEA (1) e invitados de otros países (Francia, Estados Unidos, Suiza, Bélgica, Portugal, Italia, Alemania…). También presenté un resumen de la propuesta en una conferencia pública el 30 de marzo de 2014 en la que también tomó la palabra Panagiotis Lafazanis, líder de la nueva formación política griega Unidad Popular, lanzada el 21 de agosto de 2015.
Hasta ahora no se ha publicado la propuesta. Consideré que no había recibido suficientes respuestas a las repetidas peticiones de comentarios y mejoras para exponer la propuesta públicamente. También era consciente de que no conocía demasiado la realidad griega y de que era necesario elaborar una propuesta colectiva elaborada esencialmente por los griegos, conocedores de la realidad nacional. A pesar de las reservas que acabo de expresar, tras la capitulación de julio de 2015, he decidido publicar la propuesta escrita hace ya dos años.
He insertado en cuatro partes del texto las propuestas redactadas en julio de 2015. En el proyecto avanzaba la necesidad de salir de la zona euro sin prejuzgar el momento oportuno para hacerlo. Estaba convencido de que en vista del estado de la conciencia de la población griega había que tomar una serie de medidas prioritarias sin abandonar la zona euro. La salida, para que sea asumida por la mayoría de la población, debe resultar de la demostración práctica de que esta opción se ha convertido en una necesidad (lo que está claramente a punto de pasar desde julio de 2015). Finalmente, una salida de la zona euro implica que las demás medidas hay que tomarlas de forma que se realice una salida favorable para la mayoría de la población. Si no es el caso, la salida de la zona euro se convertirá en una salida de derecha que hay que evitar.

lunes, 17 de diciembre de 2012

El retrasado ajuste de cuentas de la zona del euro

 Por Nouriel Roubini
Project Syndicate


Los riesgos que afronta la zona del euro se han reducido desde el verano, cuando la salida de Grecia parecía inminente y los costos del endeudamiento de España e Italia alcanzaron nuevos niveles insostenibles, pero, si bien han disminuido las tensiones financieras, las condiciones económicas en la periferia de la zona del euro siguen siendo precarias.
Varios factores explican la reducción de los riesgos. Para empezar, el programa de “transacciones monetarias directas” del Banco Central Europeo ha sido increíblemente eficaz: los márgenes de los tipos de interés de España e Italia se han reducido en unos 250 puntos básicos, aun antes de que se gastara un solo euro para comprar bonos estatales. La introducción del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que aporta otros 500 millones de euros (650 millones de dólares) para sostener los bancos y las deudas soberanas, también ha ayudado, como también el reconocimiento por los dirigentes europeos de que una unión monetaria por sí sola es inestable e incompleta, pues requiere una integración bancaria, fiscal y política más profunda.

miércoles, 27 de junio de 2012

Grecia y el resto de la zona euro permanecen en el camino al infierno

Por Marshall Auerback *



No parece que por el momento vayamos a tener un "Grexit", lo que ha llevado a muchos comentaristas a sugerir (cómicamente) que se ha evitado la crisis. Típico de este clima de opinión es un titular en Bloomberg "Grecia evita el caos; amenazan grandes obstáculos" ( “Greece avoids chaos; Big Hurdles Loom”). Parafraseando a Pete Townsend, bienvenidos nuevo caos, que es exactamente igual que el viejo caos. Vale la pena reflexionar cómo la aceptación del programa de la Troika (incluso si se hacen modificaciones cosméticas) ayudará a los hospitales a tener acceso a suministros médicos esenciales (ver aqui), mientras que el gobierno persiste en la aplicación de un programa que está acabando con su sector privado mediante la reducción del gasto público y el impago de facturas legítimas, y la tasa de desempleo se acerca al 25%, llegando al 50% en los jóvenes.
Antes de las elecciones del 17 de junio, los votantes griegos fueron intimidados con amenazas de todo tipo sobre lo que pasaría si no votaban "de manera correcta" (es decir, a todos menos a los "izquierdistas radicales" de Syriza). Incluso así, los conservadores ganaron por los pelos en número de votos a su principal rival anti-austeridad. Sorprendentemente, el líder de Nueva Democracia, Antonis Samaris, sugirió en su discurso de victoria anoche que los resultados reflejan un mandato a  favor del "crecimiento". No es más que un toque “orwelliano” teniendo en cuenta la naturaleza del tipo de programas que los griegos se verán obligados a tragar, que difícilmente pueden favorecer el "crecimiento" y la "prosperidad".

miércoles, 20 de junio de 2012

La víctima griega

 Por Paul Krugman *







Desde que Grecia cayó en picado, hemos oído hablar mucho de lo que no va bien en todo lo que sea griego. Algunas de las acusaciones son ciertas, y otras son falsas, pero todas ellas son irrelevantes. Sí, existen importantes fallos en la economía griega, en su política, y, sin duda alguna, en su sociedad. Pero estos fallos no son los que causaron la crisis que está desgarrando a Grecia, y que amenaza con extenderse por Europa.
No, los orígenes del desastre se encuentran más al norte, en Bruselas, Fráncfort y Berlín, donde las autoridades crearon un sistema monetario profundamente defectuoso —y quizás abocado a morir— y luego agravaron los problemas de ese sistema sustituyendo el análisis por las lecciones de moral. Y la solución a la crisis, si es que existe alguna, tendrá que llegar de los mismos lugares.
Por tanto, veamos esos defectos griegos: sin duda alguna Grecia tiene mucha corrupción y mucha evasión fiscal, y el Gobierno griego tiene por costumbre vivir por encima de sus posibilidades. Más allá de eso, la productividad laboral griega es baja de acuerdo con los niveles europeos, ya que es inferior en un 25% a la media de la Unión Europea. Sin embargo, vale la pena señalar que la productividad laboral en, vamos a decir, Misisipi, es más o menos igual de baja según los niveles estadounidenses, y más o menos por el mismo margen.

martes, 12 de junio de 2012

Las anteojeras económicas de Paul Krugman

 Por Michael Hudson *


Paul Krugman es objeto de gran aprecio por sus columnas del New York Times en las que critica las exigencias republicanas de austeridad fiscal. Con razón, argumenta que recortar el gasto público empeorará la depresión económica en la que estamos hundiéndonos. Y pese a su politiqueo partidista con los demócratas, avisó desde un principio en 2009 de que el modesto programa anticíclico del presidente Obama no era lo bastante audaz como para espolear la recuperación.

Estos son los temas de su nuevo libro, End This Depression Now. [Acabad ya con esta crisis, Crítica, Barcelona, 2012] Al viejo estilo keynesiano, cree que la solución a la insuficiente demanda del mercado es que el gobierno gestione mayores déficits presupuestarios. Debería empezar a conceder subvenciones, compartiendo ingresos, de 300.000 millones de dólares anuales a los estados y poblaciones cuyos presupuestos se han visto reducidos por la caída  de los impuestos sobre la propiedad y la ralentización económica general.

lunes, 28 de mayo de 2012

Alemania o Grecia: ¿quién tiene de verdad la sartén por el mango en la eurozona?

 Por Marshall Auerback *


Dada la vieja aversión del electorado alemán al "libertinaje fiscal" y a una economía de moneda débil (que, se dice, conduciría inexorablemente a una hiperinflación estilo Weimar), uno se pregunta cual fue el motivo real por el que Alemania se adhirió a una Unión Monetaria Europea tan "grande y amplia",  que incluyó a países como Grecia, Portugal, España y Italia. Para entenderlo, es útil observar el país a través del prisma de las tres Alemanias, del que ya hemos hablado en otros artículos:

domingo, 20 de mayo de 2012

Grecia debe abandonar el euro

 Por Nuriel Roubini *


Ya está cerca el desenlace de la tragedia griega del euro: es muy probable que este año o el que viene, Grecia declare la cesación de pagos de su deuda y abandone la eurozona.
Posponer la salida para después de la elección de junio, con un gobierno nuevo comprometido con alguna variante de las mismas políticas que ya fracasaron (austeridad recesiva y reformas estructurales), no restaurará el crecimiento y la competitividad. Grecia está atascada en un círculo vicioso de insolvencia, pérdida de competitividad, déficits externos y una depresión cada vez peor. La única forma de cortar este círculo es iniciar un default con abandono del euro, en forma ordenada y con coordinación y financiación del Banco Central Europeo, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (la “troika”), de modo de minimizar los daños colaterales para Grecia y el resto de la eurozona.
El último paquete financiero otorgado a Grecia con supervisión de la troika redujo el endeudamiento del país mucho menos de lo que se necesitaba. Pero, incluso con una reducción de la deuda pública considerablemente mayor, Grecia no puede volver a crecer si no recupera rápidamente la competitividad. Y si no vuelve a crecer, la carga de la deuda seguirá siendo insostenible. Pero todas las alternativas para recuperar la competitividad demandan una depreciación real de la moneda.
La primera alternativa, una devaluación abrupta del euro, difícilmente se producirá; esto se debe a la fortaleza de Alemania y a que el BCE no sigue una política agresiva de flexibilización monetaria. Igualmente difícil es una reducción rápida del costo laboral unitario por medio de reformas estructurales que aumenten el crecimiento de la productividad por encima de los salarios. A Alemania le llevó diez años recuperar la competitividad de esta manera, y Grecia no puede seguir deprimida una década. Asimismo, una deflación veloz de precios y salarios, lo que se conoce como “devaluación interna”, llevaría a cinco años de agravamiento de la depresión.

sábado, 14 de abril de 2012

¿Por qué tienen que decidir los banqueros quién paga el desastre en que está Europa?

Por Aditya Chakrabortty *



Lo que van a leer, lo reconozco, suena a una teoría conspirativa. Comprende gente poderosa que se reúne en despachos particulares, cientos de miles de millones de euros y arreglos clandestinos que determinan el destino de países enteros. Lo único que falta es un montículo de hierba [uno de los enigmas del asesinato de Kennedy] o una banda errante de illuminati. Hay, sin embargo, dos diferencias cruciales: estos acontecimientos todavía se están desarrollando…y son más preocupantes que cualquier fantasía acerca de quien-mató-a-JFK que yo haya oído.
Volvamos mentalmente a las conversaciones sobre la crisis del euro el año pasado, cuando se estaba decidiendo el futuro de Grecia. Cuánto debía pagar Grecia a sus alguaciles en los bancos, en qué condiciones, y las penurias que habrían de soportar los griegos del común como resultado.
Hubo momentos en que el conjunto de 2011 pareció una larga cumbre europea, cuando se oía hablar de Papandreu y Merkozy más de lo que era estrictamente necesario. Pero lo más probable es que no encontraran ustedes muchas referencias a Charles Dallara y Josef Ackermann.
Se trata de dos de los banqueros más veteranos del mundo, de los que están entre el 1% del 1% más alto. Dallara trabajó en el Tesoro con Ronald Reagan, antes de pasar a Wall Street, en tanto que Ackermann es alto ejecutivo del Deutsche Bank. Pero su papel en las negociaciones del euro, y a la hora, por tanto, de decidir el futuro de Grecia, consistía en actuar como representantes del Instituto Internacional de Finanzas [Institute of International Finance,

Las breves vacaciones de Europa

 Por Nouriel Roubini *


Desde el pasado mes de noviembre, el Banco Central Europeo, bajo su nuevo presidente, Mario Draghi, ha reducido sus tipos de interés y realizado dos inyecciones de más de € 1 billón de liquidez al sistema bancario de la eurozona. Esto condujo a una reducción temporal de las tensiones financieras que enfrentan los países endeudados y en peligro de su periferia (Grecia, España, Portugal, Italia e Irlanda), redujo drásticamente el riesgo de una corrida de liquidez en el sistema bancario de la eurozona, y bajó los costes de financiación para Italia y España con respecto a sus insostenibles niveles del otoño pasado.
 Al mismo tiempo, se evitó que Grecia cayese en el impago técnico, y el país implementó una exitosa (si bien coercitiva) reestructuración de su deuda pública. Un nuevo pacto fiscal (y nuevos gobiernos en Grecia, Italia, y España) generó la esperanza de un compromiso creíble con la austeridad y las reformas estructurales. Y la decisión de combinar el nuevo fondo de rescate de la eurozona (el Mecanismo Europeo de Estabilidad) con el antiguo (el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera) aumentó significativamente el tamaño del "muro de contención financiera" de la zona euro.

sábado, 3 de marzo de 2012

Situación pre-revolucionaria en Grecia

Por Alan Woods


La crisis griega ha alcanzado el grado de situación pre-revolucionaria. El domingo vimos la mayor manifestación en la historia de Grecia. Cientos de miles de personas se reunieron ante el parlamento de Atenas para protestar contra el acuerdo reaccionario. Aquí estaba la verdadera cara del pueblo griego: trabajadores y estudiantes, jubilados y comerciantes, jóvenes y viejos. Todos salieron a las calles para expresar su rabia.

Los sentimientos están muy exaltados sobre el precio que el país está siendo obligado a pagar por su segundo rescate financiero: un préstamo de 130 mil millones de euros de la UE y el Fondo Monetario Internacional, destinado a evitar la amenaza de bancarrota y su salida del euro. Sin embargo, el llamado préstamo está condicionado a un paquete de austeridad que incluye un nuevo recorte de € 3.300 millones en salarios, pensiones y puestos de trabajo para este año, añadiendo al sacrificio de cuatro años de recesión, salarios más bajos y desempleo más alto.

La presión implacable ejercida por la UE ya ha reducido los niveles de vida a niveles mínimos, sumiendo al país en una profunda depresión. El desempleo se ha disparado a más de un millón. La cifra oficial de 21% subestima la magnitud del problema. No tiene en cuenta el gran número de trabajadores griegos que en teoría están empleados, pero no han sido pagados durante semanas o incluso meses.

Recortes de pensiones por un total de 300 mil millones de €, una reducción del 22% en el salario mínimo (32% para los menores de 25 años) y la pérdida de 150.000 puestos de trabajo del sector público para el año 2015 golpearán a casi todos los hogares griegos. Los hospitales se están quedando sin medicamentos. Los salarios y las pensiones se han reducido. El estado de ánimo de la gente se está volviendo desesperado.

sábado, 25 de febrero de 2012

Grecia debe romper con la Troika y suspender el pago de la deuda

Por Erick Toussaint.

Es urgente que los movimientos sociales de Europa expresen una auténtica solidaridad activa con el pueblo griego y constituyan una plataforma común europea de resistencia a la austeridad con el fin de conseguir la anulación de las deudas ilegítimas. Una gran parte de la población griega ha mostrado desde el primer memorándum de mayo de 2010 una oposición creciente a las medidas de austeridad impuestas por las autoridades griegas y la Troika: huelgas generales, ocupación de las plazas públicas, manifestaciones en las calles, movimientos de resistencia a los aumentos de las tarifas de los servicios y los transportes, sin olvidar el relanzamiento de la actividad de algunos servicios como el del hospital de Kilkis en Macedonia o la recuperación de la actividad, el 15 de febrero de 2012, del periódico Eleftherotypia conducido por los trabajadores.
La sumisión y el compromiso del gobierno griego con la Troika agravan la situación económica del país y violan los derechos económicos y sociales de la población. El último plan, falazmente llamado «de salvamento», constituye una etapa más del abandono de la soberanía griega a favor de la Unión Europea y los acreedores: el total de los nuevos créditos irá a reembolsar una deuda ampliamente ilegítima y será gestionado directamente por los acreedores.

sábado, 21 de enero de 2012

El acuerdo secreto de Geithner con los dirigentes de la Unión Europea



Los mercados de valores estadounidenses y extranjeros siguen zigzagueando salvajemente a la espera de despejar la incertidumbre sobre la supervivencia del euro y ante unas sufridas poblaciones que arrostran las consecuencias de las políticas de austeridad neoliberal impuestas a Irlanda, Grecia, España, Italia, etc. Voy a contarles la historia que me fue confiada por responsables económicos europeos en relación con los últimos episodios caóticos en Grecia y en otras economías europeas deudoras y presupuestariamente deficitarias. (Faltan los detalles, puesto que las negociaciones se han desarrollado en el más absoluto de los secretos: lo que sigue es, pues, una reconstrucción.)
En otoño de 2011, resultaba evidente que Grecia no podría saldar su deuda pública. La UE sacó la conclusión de que había que depreciar esa deuda en un 50%. La alternativa a eso era la quiebra sobre el total de la deuda. Así que, básicamente, la solución para Grecia venía a reproducir lo que había ocurrido con la deuda latinoamericana en los 80, cuando los gobiernos substituyeron la deuda existente y los préstamos bancarios por bonos Brady, así llamados por el secretario del Tesoro de Reagan, Nicolas F. Brady. Esos bonos tenían un principal más bajo, pero al menos se consideraba seguro su cobro Y en efecto, se hicieron los pagos.