Mostrando las entradas con la etiqueta Argentina. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Argentina. Mostrar todas las entradas

lunes, 4 de febrero de 2013

¿FMI o soberanía popular?

 Por Julio C. Gambina
CADTM



En una situación sin antecedentes, por primera vez en la historia, el Directorio Ejecutivo del FMI, en base a un informe de Christine Lagarde, Directora Ejecutiva del Fondo, acaba de sacar “una declaración de censura a Argentina en relación con el incumplimiento de su obligación ante el FMI establecida en el Convenio Constitutivo” |1| (el convenio remite al “Fortalecimiento de la eficacia del artículo VIII, sección 5”).
No hay dudas que es una iniciativa más de chantaje del poder económico mundial expresado en la hegemonía del FMI, ya que Brasil por ejemplo no acordó con la medida y se sumó a las lógicas críticas provenientes desde la Argentina.

viernes, 27 de abril de 2012

Argentina recupera su petróleo


 Por Will Hutton *


Vamos a suponer que el gobierno británico supiera que un accionista clave de Centrica, nuestra última gran empresa energética británica, propietaria de British Gas, iba a vender su participación a Gazprom, verificando con ello su traspaso en propiedad al Estado ruso. Yo esperaría que, ante esta situación, el gobierno ampliara las disposiciones de la Enterprise Act [Ley sobre empresas], que permite a Gran Bretaña bloquear adquisiciones que van contra el interés nacional, para incluir el gas y la energía nuclear (la ley se limita en la actualidad a la defensa, servicios financieros y medios de información). Tengo fundadas certezas de que el presidente de Centrica, Sir Roger Carr, presidente también de la CBI [Confederation of British Industry, la patronal británica], comparte la misma opinión. Ningún país puede mostrarse indiferente a la propiedad de activos estratégicos y, por tanto, al uso que se haga de ellos. Su obligación primera se encuentra en el bienestar de sus ciudadanos. 

El gobierno argentino tuvo justo que enfrentarse a este dilema la semana pasada. YPF es su empresa nacional de petróleo y gas, que vendió a la petrolera española Repsol por 15.000 millones en 1999 como parte de su esfuerzo privatizador. No ha resultado un gran acuerdo para ninguna de las partes. La producción argentina de petróleo y gas se ha desplomado, se ha detenido la exploración de nuevas reservas y este país rico en petróleo tiene ahora que importarlo, con Repsol acusada de saquear la empresa y traicionar sus obligaciones.

La excusa de Repsol es que los controles de precios argentinos son absurdamente severos. Lleva queriendo vender desde hace algún tiempo su participación y en julio pasado encontró un comprador potencial: la compañía de petróleos estatal china Sinopec. El lunes, temiendo que el acuerdo estuviera a punto de cerrarse, el gobierno argentino se quedó con la parte del león de las acciones de Repsol para hacerse con el control de la mayoría. Mejor que YPF sea propiedad del gobierno argentino que del Partido Comunista Chino es su razonamiento.

Muchos gobiernos habrían hecho lo mismo. La propiedad importa. Sin embargo, Argentina ha sido rotundamente condenada: la UE, España, México, y hasta Gran Bretaña han echado su cuarto a espadas. The Economist truena diciendo que las travesuras de la  presidenta Cristina Fernández no deben quedar sin castigo: la nacionalización es un pecado irredimible. Se deduce que debería haberse permitido a Repsol disponer libremente de sus acciones a cualquier comprador y al mayor precio que pudiera conseguir. Argentina y sus ciudadanos no tienen derecho a intervenir.

domingo, 22 de abril de 2012

Los desafíos de la nueva YPF


 Por Claudio Katz


La intervención de YPF y la introducción de una gestión estatal de la empresa son medidas necesarias para comenzar a revertir la depredación energética. Pero constituyen tan solo un punto de partida para recuperar los recursos petroleros.

Durante una década REPSOL lideró el vaciamiento de pozos, reservas e instalaciones pre-existentes. Extrajo lo máximo posible sin invertir y expatrió ganancias en forma escandalosa. Esta conducta no irritó a ninguno de los críticos neoliberales de la expropiación en curso. Ahora cuestionan la "violación del orden jurídico", olvidando el total incumplimiento de los contratos por parte de la firma. Esta doble vara es congruente con su habitual aprobación de los atropellos contra los derechos de los asalariados o jubilados. Nunca extienden a estos sectores los principios de la seguridad jurídica.

sábado, 25 de febrero de 2012

Grecia debe romper con la Troika y suspender el pago de la deuda

Por Erick Toussaint.

Es urgente que los movimientos sociales de Europa expresen una auténtica solidaridad activa con el pueblo griego y constituyan una plataforma común europea de resistencia a la austeridad con el fin de conseguir la anulación de las deudas ilegítimas. Una gran parte de la población griega ha mostrado desde el primer memorándum de mayo de 2010 una oposición creciente a las medidas de austeridad impuestas por las autoridades griegas y la Troika: huelgas generales, ocupación de las plazas públicas, manifestaciones en las calles, movimientos de resistencia a los aumentos de las tarifas de los servicios y los transportes, sin olvidar el relanzamiento de la actividad de algunos servicios como el del hospital de Kilkis en Macedonia o la recuperación de la actividad, el 15 de febrero de 2012, del periódico Eleftherotypia conducido por los trabajadores.
La sumisión y el compromiso del gobierno griego con la Troika agravan la situación económica del país y violan los derechos económicos y sociales de la población. El último plan, falazmente llamado «de salvamento», constituye una etapa más del abandono de la soberanía griega a favor de la Unión Europea y los acreedores: el total de los nuevos créditos irá a reembolsar una deuda ampliamente ilegítima y será gestionado directamente por los acreedores.