Por Dean Baker
1
de enero: El umbral no augura nada bueno
El
umbral de la franquicia impositiva de Obama no augura nada bueno en las
conversaciones sobre el techo de la deuda. El
presidente consiguió ser reelegido con la promesa de aumentar los impuestos a
quienes ganan más de 250.000 dólares. Está ya capitulando.
Hay tres aspectos de los que
tendría la gente que darse cuenta respecto al acuerdo sobre el abismo fiscal
alcanzado por el presidente Obama y los republicanos en el Congreso. El primero
es la observación simple y evidente de que hemos pasado el abismo fiscal. No
hubo acuerdo aprobado por el Congreso y firmado por el presidente Obama antes
de la fecha límite del 1 de enero.
Lo cual tiene su importancia,
porque las informaciones sobre el presupuesto en relación con el “abismo”
fiscal afirmaban repetidamente que el país y la economía se enfrentaban a
graves consecuencias por no haber llegado a un acuerdo para esa fecha.
Declararon repetidas veces que corríamos el riesgo de una recesión,
tergiversando groseramente las previsiones de la Oficina Presupuestaria del
Congreso, y otros predijeron las consecuencias de mantener mayores tasas
tributarias y grandes recortes del gasto durante todo el año.