Mostrando las entradas con la etiqueta OPINION. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta OPINION. Mostrar todas las entradas

jueves, 24 de julio de 2014

Cómo disminuir las desigualdades y salir de la crisis





Por Vicenc Navarro



He indicado en artículos anteriores (ver mi artículo “Capital-Trabajo: el origen de la crisis actual”, Le Monde Diplomatique, julio de 2013) que el incremento de las desigualdades ha sido una de las principales causas de las crisis financiera y económica actuales. Las políticas neoliberales llevadas a cabo por los gobiernos Thatcher y Reagan primero, y extendidas más tarde a otros países, causaron una gran concentración de las rentas derivadas de la propiedad del capital a costa de un descenso muy marcado de las rentas del trabajo. Esto último determinó una disminución de la demanda y del crecimiento económico, con lo cual disminuyó el porcentaje de personas trabajando, a la vez que creció el desempleo. No es casualidad que los países más desiguales en Europa, como España y Grecia, estén también entre los que están en una situación económica peor.
De esta explicación de las causas de las crisis debería derivarse que la reducción de las desigualdades tendría que estar en el centro de las políticas económicas y sociales de los gobiernos de los países en crisis. Y una de las medidas más eficaces para reducir las desigualdades es llevar a cabo políticas de pleno empleo. No es tampoco casualidad que los países europeos con menos desigualdades (como los países escandinavos) tengan también menos desempleo, un mayor porcentaje de población empleada y que estén entre los que tienen un mayor crecimiento económico. La explicación de ello es que el pleno empleo aumenta las rentas del trabajo, disminuyendo proporcionalmente las rentas del capital, con lo cual disminuyen las desigualdades. Y puesto que el crecimiento de las rentas del trabajo estimula más la demanda y el crecimiento económico que el crecimiento de las rentas del capital, las políticas orientadas a incrementar las primeras ayudan al país a salir de la recesión, ese agujero que está dañando enormemente la calidad de vida de las clases populares.
La causa de que la creación de empleo origine este círculo virtuoso se debe a que el pleno empleo empodera al mundo del trabajo, permitiendo que aumente su seguridad y su nivel de exigencias. A menor desempleo, mayor es el nivel salarial. En EEUU, por ejemplo, una disminución de la tasa de desempleo de un 1% se traduce en un incremento de los salarios de los trabajadores de menor renta (las dos decilas inferiores) de un 12,4%.

jueves, 16 de enero de 2014

La guerra contra la pobreza

  

 

Por Paul Krugman*

EL PAIS

 

El estancamiento de los salarios es la razón por la que la pobreza resulta tan difícil de erradicar

 Han transcurrido 50 años desde que Lyndon Johnson declaró la guerra a la pobreza. Y ha sucedido algo curioso mientras se acercaba este aniversario. De repente, o eso parece, los progresistas han dejado de pedir disculpas por sus esfuerzos en defensa de los pobres y, en vez de eso, han empezado a proclamarlos a los cuatro vientos. Y los conservadores se han puesto a la defensiva.

No era esto lo que se esperaba. Durante mucho tiempo, todo el mundo sabía —o, para ser más exactos, “sabía”— que la guerra contra la pobreza era un lamentable fracaso. Y se sabía por qué: era culpa de los propios pobres. Pero eso que todo el mundo sabía no era cierto, y los ciudadanos parecen haberse dado cuenta.
La historia era esta: los programas contra la pobreza no habían logrado reducirla porque la pobreza en Estados Unidos era en esencia un problema social; un problema relacionado con las familias rotas, la delincuencia y una cultura de la dependencia que las ayudas públicas no hacían más que agravar. Y como todo el mundo se creía esta historia, despotricar contra los pobres era una buena política, acogida con entusiasmo por los republicanos y también por algunos demócratas.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Los saldos del neoliberalismo

  




Por David Brooks
La Jornada



Resulta que el modelo económico estadounidense –ese que dicen que es ejemplo para el mundo– funciona requetebién, algo verdaderamente milagroso que ofrece un esquema para aquellos que promueven los consensos multipartidistas en otros países para un proyecto de política económica, donde el gobierno asume su responsabilidad para asegurar que el interés nacional prevalezca. Bueno, siempre y cuando uno sea rico.

Para todos los demás, es otra historia. La aplicación de las políticas que en el resto del planeta se conocen como neoliberalismo ha tenido justo los mismos efectos en el país más rico del mundo que en cualquiera de los países del llamado Tercer Mundo (obviamente, en el contexto de cada uno). Esta es la gran guerra en uno de los países más belicosos del mundo en las últimas tres décadas.

Los saldos del neoliberalismo al estilo estadounidense se resumen rápidamente así: nunca desde antes de la Gran Depresión los ricos han concentrado tanta riqueza mientras todos los demás –a pesar de que su productividad se ha incrementado 40 por ciento desde 1979– se han mantenido, en el mejor de los casos, igual, pero en muchos rubros peor, que hace 30 años, cuando primero se aplicaron las formulas clásicas neoliberales.

jueves, 4 de julio de 2013

La silenciada lucha de clases



 




Por Vicenc Navarro
VNAVARRO.ORG



¿Existe la lucha de clases? En realidad, muchos se preguntarán incluso si existen clases sociales. Algunos columnistas ultraliberales que gozan de grandes cajas de resonancia en los medios públicos y privados de Catalunya incluso han llegado a ridiculizar el mero concepto de clase social. En realidad, términos como burguesía , pequeña burguesía o clase trabajadora casi nunca aparecen en las páginas de los medios de mayor difusión. El único término que se utiliza en tales medios es el de clase media, donde, por lo visto, la mayoría de la ciudadanía se encuentra. En esa estructura social, la población se divide en ricos, clase media y pobres. Esta definición de la estructura social refleja, por cierto, la enorme influencia en España de la cultura dominante en EEUU, donde términos como burguesía o clase trabajadora nunca se utilizan. Son parte del lenguaje prohibido. En aquel país, el término clase media se utiliza para definir clase trabajadora. La americanización de la cultura política y mediática de España (fenómeno masivo que considero muy preocupante) se traduce, así, en la americanización del lenguaje.
Y en este nuevo lenguaje, el concepto de lucha de clases aparece también en España como anticuado. Ya nadie lo utiliza. ¿Por qué? Por la misma razón por la que está en la práctica prohibido en EEUU. La enorme influencia de la clase dominante, es decir, de la clase capitalista (término que es considerado más que anticuado; se define casi como blasfemo) aparece en una cultura en la que el lenguaje de clases y lucha de clases no existe. Este es uno de los mayores indicadores de aquel dominio de clase. El mero concepto de clase desaparece. Y esto es lo que está ocurriendo en nuestro país.
Y, sin embargo, continúa existiendo lo que Noam Chomsky, en la introducción al libro Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar en España (de Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón) ha definido acertadamente como la guerra de clases unilateral , es decir, la agresividad que se ve y se palpa en bases diarias de la clase capitalista en contra de la clase trabajadora y de las clases medias, que juntas suman la gran mayoría de la población, las clases populares. Es lo que en lenguaje anglosajón radical (del Occupy Wall Street Movement) se llama la lucha del 1% de la población (los súper ricos, que junto con otro 9% constituyen los establishments financieros, empresariales -de las grandes corporaciones-, mediáticos y políticos que dominan las instituciones mal llamadas representativas del país) contra la gran mayoría de la población. En esta “guerra de clases”, la lucha de la burguesía en contra de la clase obrera se ha ampliado y redefinido para pasar a ser la lucha de una minoría –las elites financieras y de las grandes corporaciones que controlan la actividad económica del país- ayudada por las elites mediáticas y políticas, frente a la gran mayoría de la población (el 90%).
No hay manera más fácil de demostrar que España tiene clases sociales que mirar a nuestro alrededor, observando dónde vive la gente, cómo vive y cuándo muere. Cojan ustedes un taxi y conduzcan por los barrios de Barcelona. Verán ustedes que hay claramente barrios burgueses, barrios pequeño burgueses, barrios de clase media y barrios de clase trabajadora, que a su vez pueden diferenciarse entre clase trabajadora cualificada y clase trabajadora no cualificada. Verán fácilmente que no es cierto que todos los barceloneses vivamos en barrios de clase media. Y verán también como el tipo de comercio va orientado a distintas clases sociales. Y si miran las tasas de mortalidad verán que siguen un gradiente según su clase social, de manera que en España un burgués, como promedio, vive diez años más (sí, diez años más) que un trabajador no cualificado en paro crónico.
¿Existe lucha de clases?
Una manera fácil de verlo es analizar la distribución de las rentas en el Estado español hoy. Estas, las rentas del país, derivan bien de poseer capital (tal como acciones bancarias u otros bienes que generan dinero) o del trabajo, es decir, de los salarios y otras rentas asociadas al trabajo. La gran mayoría de la ciudadanía consigue sus rentas a partir de su trabajo. Solo una minoría (muy minoría) deriva sus rentas del capital.
Pues bien, analicemos cómo han ido evolucionando estos dos tipos de rentas en España. Si las rentas estuvieran distribuidas proporcionalmente a como se distribuye la población, las rentas del capital serían un porcentaje del total de rentas muy bajo, pues los capitalistas –que obtienen sus rentas de la propiedad del capital- son un sector muy pequeño de la población. Pero en realidad, debido a la mala distribución de las rentas a favor del capital (es decir, de los capitalistas) a costa del mundo del trabajo (incluido usted lector y yo, puesto que deduzco que los capitalistas no me leen), observamos como las rentas del capital alcanzaron más del 40% de las rentas totales. Y las rentas del trabajo oscilaron alrededor de un 50% (hay un 10% que procede de otras fuentes) durante los últimos treinta años.
Esta cifra ya le da a usted una idea de quién tiene más poder en España. Por cierto, que España es uno de los países de la UE-15 donde las rentas del capital son más altas, y por lo tanto donde las rentas del trabajo son más bajas. El poder del capital sobre el Estado explica que las rentas del capital se grabaran mucho menos que las rentas del trabajo. Incluso el Banco Central Europeo (que es una institución de las más conservadoras que hay en el establishment conservador que gobierna la Eurozona) ha indicado que los beneficios de las grandes empresas en España son demasiado altos en comparación con otros países de la Eurozona.
Pero, por si fuera poco, las políticas neoliberales (que son las políticas promovidas por el capital en los medios y en las instituciones llamadas democráticas) han ido acentuando todavía más esa polarización, de manera que este año las rentas del capital, por primera vez desde que se recogen datos sobre la distribución de las rentas, han sido mayores (46%) que las rentas del trabajo (45%). La situación no podía haber ido mejor para los capitalistas. Aunque usted no lo sabrá puesto que no aparecerá en los medios de mayor difusión, donde usar la palabra “capitalista” es anticuado, y hablar de “lucha de clases” es “demagógico”. ¿Se da cuenta usted, lector, del significado que tiene que a un lenguaje se le fuerce y margine para que aparezca como anticuado? Y mientras tanto la lucha de clases ha alcanzado un nivel de hostilidad sin precedentes. Excepto en la mal llamada Guerra Civil, que fue una lucha de clases de primera magnitud, realizada por medios militares, no habíamos visto una lucha con semejante agresividad. Llevada a cabo ahora por el gobierno más reaccionario que España (ver “El gobierno Rajoy, el más reaccionario de la eurozona”, El Plural , 01.07.13) ha tenido desde el establecimiento de la democracia, se están recortando derechos laborales, sociales, civiles y políticos con una hostilidad que justifica la definición de “guerra de clases” que utiliza Chomsky. La única alternativa a esta situación es que esta guerra sea bilateral y que la mayoría de la ciudadanía, que deriva sus rentas del trabajo, se rebele por todos medios (siempre y cuando no sean violentos) a fin de parar/revertir aquella agresividad. Nunca olvidemos lo que se nos quiere hacer olvidar: que Franco murió en la cama pero la dictadura murió en la calle. Hoy estamos al final del periodo que se inició con aquella Transición de la dictadura a la democracia, una Transición profundamente inmodélica que nos dio una democracia profundamente limitada y un bienestar sumamente insuficiente. Hoy se requiere una segunda Transición que permita el paso a una democracia completa y a un bienestar social que responda a las necesidades de las clases populares (que son la gran mayoría de la ciudadanía), revirtiendo y cambiando la enorme concentración de las rentas y de la riqueza en España que están corrompiendo la democracia subdesarrollada que existe en este país.

lunes, 10 de junio de 2013

Los arquitectos del desastre económico

  



Por Dean Baker



Las economías de Estados Unidos y Europa están experimentando su peor recesión desde la Gran Depresión. Decenas de millones de personas están desempleadas o subempleadas. Esto ha llevado a millones de personas que pierdan sus hogares, su acceso a servicios de salud y, en algunos casos, sus vidas.
Sorprendentemente, los dos individuos que tienen la mayor responsabilidad de este desastre,son- el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, y el ex presidente del Banco Central Europeo Jean-Claude Trichet, que no parecen estar sufriendo en absoluto por su fracaso. Ambos viven cómodamente y siguen siendo buscados por su experiencia en materia de política económica. Esto debería enfurecer a la gente razonable en todas partes.En este punto, todo el mundo debe entender que los resultados económicos destruyeron decenas de millones de vidas en todo el mundo,  un desastre totalmente evitable. En el caso tanto de los Estados Unidos y Europa se les permitió burbujas de activos insostenibles - crecer a niveles cada vez más peligrosos. Era inevitable que  las burbujas estallasen y cuando lo hicieron el resultado sería una grave recesión de la que no sería fácil de recuperar.En el caso de los Estados Unidos, la historia de una burbuja inmobiliaria  dio lugar a un aumento sin precedentes en los precios inmobiliarios. Después de tan sólo mantener el ritmo de la inflación durante cien años, los precios inmobiliarios en todo el país aumentó en más de 70 puntos porcentuales por encima de la tasa de inflación durante la década 1996-2006.

sábado, 1 de junio de 2013

Nubes de tormenta económica se avecina

  



 Por ROBERT  REICH
Blog del Autor


Existen analistas económicos que los astrólogos ven bien. Pero el reciente júbilo es suficiente para hacer que incluso los meteorólogos hoy se ruborizen."Basta con mirar el mercado. Mira los precios de la vivienda! Mira la confianza del consumidor " Por favor.
Puedo entender el júbilo en el sentido estricto de que hemos estado abajo tanto tiempo que todo se ve arriba. Además, los economistas profesionales tienden a saludar porque creen que si los consumidores y las empresas piensan que el futuro va a ser grande, que van a comprar e invertir más - esto conduce a una profecía autocumplida.Pero las profecías no pueden ser auto-cumplida si están basados ​​en ilusiones.
La realidad es que todavía estamos en  crisis, y los datos más recientes es motivo de seria preocupación. 
Casi todo el movimiento  de la economía está llegando a los consumidores - cuyo gasto es del 70 por ciento de la actividad económica. Pero los salarios  todavía no van a ninguna parte, lo que significa que el gasto del consumidor se reducirá ya que los consumidores simplemente no tienen el dinero para gastar. 
El jueves el Departamento de Comercio informó que el gasto del consumidor subió un 3,4 por ciento en el primer trimestre de este año. Sin embargo, la tasa de ahorro personal se redujo a 2,3 por ciento - de 5,3 por ciento en el último trimestre de 2012. Ese es el nivel más bajo de los ahorros desde antes de la Gran Recesión. Usted no tiene que ser un pronosticador económico, o un astrólogo, para ver que esto no puede seguir así.
  Sí,los precios de la vivienda están aumentando. El problema es que están comenzando a elevarse por encima de su media histórica a largo plazo. (Antes de la crisis inmobiliaria se fueron muy, muy por encima de la media a largo plazo.) Así que cuidado con sus carteras. Hemos estado aquí antes: La Fed mantiene los tipos de interés artificialmente bajos, lo que permite a los consumidores obtener préstamos bajos con garantía hipotecaria y préstamos frente a los valores crecientes de sus hogares. Huelga decir que esta tendencia también es insostenible.
 ¿Qué pasa con el mercado de valores? Es hora de que dejemos el supuesto de que un mercado de valores en aumento conduce a la prosperidad generalizada. Más del 90 por ciento del valor del mercado de valores - incluyendo 401 (k) s, y IRAs - está en manos del 10 por ciento más rico de la población.
 Por otra parte, la  razón principal que los precios de las acciones suban, es que  han aumentado las ganancias corporativas y  se han disparado. Pero eso es en gran parte porque las empresas han reducido sus nóminas y mantienen salarios bajos. Lo que nos lleva al punto de partida, de nuevo al hecho fundamental de que los salarios no van a ninguna parte de la mayoría de la gente.
 Ni siquiera los beneficios de las empresas gordas son sostenibles si los consumidores estadounidenses no tienen suficiente dinero en sus bolsillos. Las exportaciones no pueden compensar el déficit, dada la forma podrida que se encuentra Europa y la desaceleración en Asia.
 Así que no espere que los beneficios continúen. De hecho, el nuevo informe del Departamento de Comercio muestra que los beneficios empresariales se contrajeron en el primer trimestre, revirtiendo algunas de las ganancias en el segundo semestre de 2012.Y, por cierto, el efecto total de los recortes en el gasto del gobierno ni siquiera se ha dejado sentir aún. El secuestro va a ser un gran lastre fiscal a partir del próximo mes.
 Mira, yo no quiero aguar la fiesta. Pero cualquier meteorólogo que se precie le advertiría de la cremallera y tomar un paraguas. No se deje llevar por toda la charla soleada. Hay demasiadas nubes de tormenta por delante.

martes, 15 de enero de 2013

Causas estructurales y respuestas alternativas a la crisis

 Por Juan Torres López
Web del Autor






Para poder dar respuestas eficaces a las crisis entiendo que es fundamental partir de un diagnóstico lo más acertado posible de sus causas, no solo de las más inmediatas sino de las estructurales, es decir, de las que tienen relación con los procesos socioeconómicos más profundos, con las variables enraizadas en lo más hondo de las relaciones económicas y que, precisamente por eso, suelen quedar más ocultas al análisis que se necesita para poner en marcha las soluciones políticas.
En mi opinión, y como he tratado de demostrar en otros trabajos[1], lo que viene siendo habitual en el tipo de análisis dominante sobre la crisis es que se pase por alto una serie de circunstancias que a mi juicio son precisamente las determinantes de lo que ha ocurrido y, por tanto, fundamentales para poder acertar con el tratamiento que realmente permita superar sus efectos más negativos para la inmensa mayoría de la población.
Por ello, me gustaría dedicar mi intervención a señalar diez aspectos que me parecen esenciales en relación con los problemas que viene sufriendo la economía española en el contexto de la crisis internacional en el que nos desenvolvemos.

lunes, 7 de enero de 2013

Las crisis posteriores a la crisis

 Por Joseph Stiglitz
Project Syndicate


A la sombra de la crisis del euro y del precipicio fiscal en los Estados Unidos, resulta fácil pasar por alto los problemas a largo plazo de la economía mundial, pero, mientras nos centramos en las preocupaciones inmediatas, siguen agravándose y no por no tenerlos en cuenta dejarán de afectarnos.
El problema más grave es el calentamiento planetario. Si bien los débiles resultados de la economía mundial han propiciado una desaceleración correspondiente del aumento de las emisiones de carbono, representa tan sólo un corto respiro. Y estamos muy retrasados: como la reacción ante el cambio climático ha sido tan lenta, lograr el objetivo de limitar a dos grados (centígrados) el aumento de la temperatura mundial requiere reducciones pronunciadas de las emisiones en el futuro.
Algunos indican que, dada la desaceleración económica, debemos relegar la lucha contra el calentamiento planetario. Al contrario, reequipar la economía mundial para luchar contra el cambio climático contribuiría a restablecer la demanda agregada y el crecimiento.

viernes, 14 de diciembre de 2012

La causas reales de las políticas de austeridad

 Por Vicenc Navarro
Publico


En un artículo reciente indiqué que las medidas que se están tomando para racionalizar el sistema financiero en la Unión Europea no están teniendo un impacto en la resolución de la Gran Recesión que la Unión Europea está experimentando (“¿Qué está ocurriendo en la Eurozona?, Sistema 30.11.12). Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía española descenderá un 1,5% del PIB, la italiana un 2,3%, la portuguesa un 3%, la griega un 5,2%, la británica un 0,6%, la alemana un 0,9% y la francesa un 0,1%. Para el promedio de la Unión Europea, las predicciones de crecimiento económico son nulas, como señala la Comisión Europea. En realidad, se calcula que el descenso de la economía europea será de un 0,4% de su PIB. Un mal presente y un futuro peor. Las reformas financieras parecen no estar mejorando la situación. Antes al contrario, muchas de las medidas que se están tomando para mejorar el sistema financiero, están empeorando, en lugar de mejorando, la situación económica. El énfasis del Banco Central Europeo (BCE) y de la Comisión Europea en continuar las políticas de austeridad es un claro ejemplo de ello. Se argumenta que la disciplina fiscal (reducir el déficit público de los Estados) es clave para recuperar la confianza de los mercados financieros. De ahí que, como consecuencia, se están realizando más y más recortes en las transferencias y en los servicios públicos del Estado del Bienestar.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Insuficiente inversión en resiliencia

 Por  Michael Spence
Project Syndicate




El huracán ocurrido la semana pasada en el litoral oriental de Estados Unidos (durante el cual yo me encontraba en el sur de Manhattan) se suma a una creciente serie de fenómenos meteorológicos extremos de los cuales se deben aprender lecciones (lessons should be drawn). Desde hace ya mucho tiempo atrás los expertos en clima han sostenido que tanto la frecuencia como la magnitud de tales eventos están en aumento, y los hechos que evidencian esta situación deberían, sin duda, influir en las medidas de precaución – y deberían conducirnos a revisar tales medidas con regularidad.
Hay dos componentes distintos y cruciales en el ámbito de la preparación para casos de desastre. De manera comprensible, el que recibe la mayor atención es la capacidad para montar una respuesta rápida y eficaz. Tal capacidad siempre será necesaria, y pocos dudan de su importancia. Cuando está ausente o es deficiente, la pérdida de vidas y de medios de subsistencia puede ser horrible – como ejemplo patente se tiene al Huracán Katrina que devastó a Nueva Orleans y Haití en el año 2005.
El segundo componente está formado por las inversiones que minimizan el daño a la economía que se espera sufrir. Este aspecto de la preparación general recibe mucha menos atención.

domingo, 21 de octubre de 2012

La guerra de clases en un futuro sin crecimiento

 Por Harold Meyerson *


Supongamos que el crecimiento de la economía norteamericana se ralentiza hasta quedar en una gota. No me refiero a los próximos cuatro meses ni al próximo año, ni siquiera a la próxima década. Me refiero de aquí en adelante.

Ese es la previsión que hace el economista de la Northwestern University, Robert Gordon, en un nuevo trabajo [1] que ha sido objeto de amplios comentarios. [2]

Escribe Gordon que se han producido tres revoluciones industriales en los últimos 250 años: la primera se centró en la máquina de vapor y los ferrocarriles; la segunda se basó en la energía eléctrica, el motor de combustión interna y la fontanería doméstica; y la tercera hunde sus raíces en los ordenadores e Internet. Al substituir la fuerza humana por la potencia mecánica en el proceso de producción y acelerar enormemente el transporte y la comunicación, afirma Gordon, la segunda revolución elevó la productividad y la riqueza bastante más que las otras dos.

lunes, 13 de agosto de 2012

Wall Street quiere que les estemos agradecidos

 Por Mark Engler


El progreso internacional en la recuperación del descenso económico de los últimos años ha ido a paso de tortuga. Pero hay crecimiento al menos en un sector. La desvergüenza de la élite financiera global.
Enfrentado a una crítica del movimiento Ocupar que se ha unido bajo el lema “Somos el 99 Por ciento”, el restante uno por ciento ha respondido. Y, al menos aquí en Estados Unidos, no ha sido agradable.
Anteriormente en este mismo año, The New York times ofreció un atisbo de un mundo en el que chocan el privilegio extremo, el “acceso” político y las perspectivas sorprendentemente fuera de contacto con la realidad. En una reunión con Jim Messina, director de campaña de Obama, más de 20 importantes donantes, muchos de ellos de Wall Street, expresaron con ira que se sentían acusados injustamente de crear la recesión y demonizados por su riqueza bien merecida. Un donante sugirió que, de la misma manera en que Obama en una oportunidad pronunció un poderoso y sanador discurso acerca de la raza, el presidente debía pronunciar uno ahora acerca de la desigualdad.
Se aclara que no es para apoyar a los que se quedan rezagados. Él quería un discurso que defendiera a los ricos.
Desde entonces, algunos en la cúspide han ido más allá de la autocompasión y han lanzado una agresiva campaña parta convencer al mundo que debiéramos agradecerles sus servicios.
Entre 1978 y 2011, a pesar de grandes incrementos en productividad, los salaries de los trabajadores se estancaron. Sin embargo, los más acomodados prosperaron. La compensación a los directores generales se incrementó en más de 725 por ciento, según el Instituto de Política Económica. El 10 por ciento más rico de los norteamericanos controla ahora más del 70 por ciento del valor neto del país.

domingo, 12 de agosto de 2012

Mercadona y SAT: ¿Quiénes son los ladrones?

 Por Esther Vivas


Sacar de un supermercado nueve carros de la compra con productos alimentarios de primera necesidad sin pasar por caja para dárselo a quienes más lo necesitan parece ser constitutivo de delito; vulnerar derechos laborales, pagar un precio de miseria a los productores agrícolas y acabar con el campesinado local… queda impune ante la Ley.
Ésta es la conclusión que podemos sacar de la acción llevada a cabo por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), cuando este martes 7 de agosto entraron en dos supermercados, un Mercadona en Écija (Sevilla) y un Carrefour en Arcos de la Frontera (Cádiz), recogieron alimentos básicos, salieron del primero por la puerta sin  pagar y se los entregaron a colectivos necesitados.
Tras esta acción, el ministro de interior Jorge Fernández Díaz ha dado orden de “busca y captura” para los sindicalistas que la llevaron a cabo, afirmando que “todos somos conscientes de que la gente lo está pasando mal, pero el fin no justifica los medios”. Aunque para Fernández Díaz sí hay medios que son justificados por determinados fines. Los sindicalistas del SAT no pueden sacar alimentos de un supermercado para dárselos a quienes más lo necesitan, pero el gobierno del PP sí puede recortar la prestación de empleo, el salario de los funcionarios, subir el IVA… con el “hipotético” fin de “sacarnos de la crisis”. Está claro que lo que vale para unos, no vale para otros.

Un símbolo de dignidad

 Por Alberto Garzon Espinosa


El martes un grupo de trabajadores del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) entró de forma organizada en dos grandes superficies y se llevó sin pagar un importante número de productos de primera necesidad, con objeto de repartirlos entre los más necesitados. Como consecuencia, el ministerio del Interior ha ordenado ya la detención de los responsables. Varios días después podemos confirmar, a mi juicio, que la acción del SAT ha sido un completo éxito.
Comencemos por el contexto social. Según UNICEF en España un 17,1% de los niños están bajo el umbral de la pobreza, mientras que Acción contra el Hambre denuncia que un 25% están desnutridos. Al mismo tiempo dos millones de españoles se beneficiarán de las ayudas que la Comisión Europea ha enviado este año -con un total de 67 millones de kilos de comida- para combatir el hambre en nuestro país. A nadie se le escapa que las organizaciones solidarias han visto dispararse sus necesidades para poder atender con eficacia a una población crecientemente empobrecida.

martes, 24 de julio de 2012

Manipulación de la Libor

 Por Kurt Burneo *





A las malas noticias en los mercados financieros: Crisis en la Eurozona, pérdidas de JP Morgan que llegarían a US$ 5,800 millones e investigaciones al HSBC por lavado de activos entre otras delicatesen, se suma recientemente cual nueva pista del circo actual, el escandalo asociado a la manipulación que durante el peor momento de la crisis del 2008 sufrió la Libor -London Interbank Offered Rate- ( y de paso la Euribor también); que como sabemos es una tasa de referencia para millones de operaciones financieras en el mundo (depósitos,prestamos,derivados etc.). Al respecto creo que hay dos tipos de miradas sobre  este tema.
La Libor, es una tasa que diariamente se forma sobre la base de la pregunta entre alrededor de  16 bancos globales, a cuanto le costaría tomar prestado con respecto a sus  pares, en 10 monedas distintas y en 15 periodos distintos (desde 1 día hasta 12 meses), descartándose los 4 más altos y los 4 más bajos precios. Pues bien, el hecho es que a inicios de la semana pasada, se conoció que el Barclays Bank (3er. banco inglés) en un arreglo extrajudicial acepto haber manipulado la Libor,  por lo cual se obliga a  pagar a los reguladores norteamericano y británico un equivalente a US$ 450 millones.

lunes, 9 de julio de 2012

¿Por qué trabajamos tanto si es el siglo XXI?


  


Por Owen Hatherley


Si hay algo en lo que prácticamente coincidían antaño todos los futurólogos, es que en el siglo XXI habría muchísimo menos trabajo. ¿Qué habrían pensado, de haber sabido que en 2012 la jornada laboral de 9 a 5 se ha convertido en algo más parecido a de 7 de la mañana a 7 de la tarde? Seguramente habrían echado un vistazo en torno suyo y habrían visto cómo la tecnología tomaba el control en muchas profesiones en las que anteriormente se necesitaba una ingente mano de obra, habrían contemplado el aumento de la automatización y la producción en masa, y se habrían preguntado, ¿por qué pasan doce horas al día en tareas de poca filfa?

Se trata de una cuestión a la que no responden adecuadamente la derecha o la izquierda oficial. A los conservadores siempre les ha gustado pontificar acerca de la virtud moral del trabajo duro y buena parte de la izquierda, concentrada en los terribles efectos del desempleo masivo, ofrece comprensiblemente "más empleos" como solución principal a la crisis. Anteriores generaciones habrían encontrado esto perdidamente decepcionante.

En casi todos los casos, los utopistas, socialistas y demás futurólogos creían que el trabajo acabaría por quedar casi abolido sobre todo por una razón: podríamos dejar que lo hicieran las máquinas. El pensador socialista Paul Lafargue escribió en su breve tratado mordazmente titulado El derecho a la pereza (1883):

viernes, 27 de abril de 2012

Las ideas priman sobre los intereses

 Por Dani Rodrik *


En materia política, la teoría más aceptada es también la más sencilla: los poderosos siempre consiguen lo que pretenden. Los intereses de los bancos dictan las normas financieras; los intereses de las compañías de seguro dictan la política sanitaria; y los intereses de los ricos dictan la política impositiva. Quienes más puedan influir en el gobierno (por medio del control de los recursos, la información, el acceso o la mera amenaza de la violencia) tarde o temprano se saldrán con la suya.
A escala global es lo mismo. Según se dice, la política exterior depende, primero y principal, de los intereses nacionales, no de las afinidades con otras naciones o de la preocupación por la comunidad mundial. Los únicos acuerdos internacionales posibles son aquellos que están alineados con los intereses de Estados Unidos (y, cada vez más, de otras grandes potencias en ascenso). En los regímenes autoritarios, las políticas son expresión directa de los intereses del gobernante y sus secuaces.
Es una teoría convincente con la que podemos explicar fácilmente por qué tan a menudo la política genera resultados no deseados. Tanto en democracias como en dictaduras o en el campo internacional, que se produzcan esos resultados es reflejo de la capacidad que tienen ciertos pequeños grupos de intereses especiales para alcanzar sus fines en detrimento de la mayoría.
Pero esta explicación, además de muy incompleta, suele ser engañosa. Los intereses no son algo fijo ni predeterminado, sino que dependen de las ideas: lo que creemos respecto de quiénes somos, qué pretendemos lograr y cómo funciona el mundo. Lo que percibimos como interés propio siempre se ve a través del cristal de las ideas.

domingo, 22 de abril de 2012

Rebajar el peso de la deuda

 Por Robert Skidelsky


Casi cuatro años después del inicio de la crisis financiera global, muchos se preguntan por qué la recuperación económica está tomando tanto tiempo. De hecho, su lentitud ha confundido incluso a los expertos. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la economía mundial debería haber crecido un 4,4% en 2011 y hacerlo un 4,5% en 2012. En realidad, las últimas cifras del Banco Mundial indican que el crecimiento llegó apenas al 2,7% en 2011 y se desacelerará este año hasta el 2,5%, cifra que bien puede ser necesario revisar a la baja.
 Dos posibles razones pueden explicar la discrepancia entre las previsiones y los resultados. O bien los daños causados ​​por la crisis financiera fueron más graves de lo que se pensó, o la receta económica prescrita fue menos eficaz de lo que los políticos creyeron.De hecho, la gravedad de la crisis bancaria se percibió con rapidez. En 2008-9 se implementaron enormes planes de estímulo, impulsados por Estados Unidos y China, en coordinación con el Reino Unido y con el apoyo reticente de Alemania. Bajaron los tipos de interés, los bancos insolventes fueron rescatados, se dio luz verde a la impresión de dinero, se redujeron los impuestos y aumentó el gasto público. Algunos países devaluaron sus monedas.
 Con esto se logró detener el derrumbe, y la recuperación comenzó con mayor rapidez de lo que esperaban los analistas. Sin embargo, las medidas de estímulo transformaron una crisis bancaria en una crisis fiscal y de deuda soberana. A partir de 2010, los gobiernos comenzaron a aumentar los impuestos y recortar el gasto en respuesta a los crecientes temores a una cesación de pagos de las deudas soberanas. En ese punto, la recuperación se invirtió.

sábado, 3 de marzo de 2012

Reescribir la historia para redefinir la hipocresía

Por Paul Krugman.


George Washington era un hipócrita. Bueno, yo no lo creo así. Pero por lo visto, el senador Scott Brown sí lo cree.
Brown, en su campaña para la reelección, está tratando de sacar el máximo partido a la idea de que Elizabeth Warren es una hipócrita redomada.
Según Brian McGrory, un columnista de The Boston Globe, Brown, un republicano, "al parecer está que arde porque a su principal rival demócrata, Elizabeth Warren, le va bastante bien económicamente".
"Según la declaración que se dio a conocer la semana pasada, ha obtenido unos ingresos de 700.000 dólares (520.000 euros) en los últimos dos años, y es todavía más si tenemos en cuenta el salario del gobierno que recibió durante parte de ese tiempo", escribía McGrory en una reciente columna. "Independientemente de cuál sea la cifra, esta ha irritado sobremanera a Brown. Hasta el punto de que ha llevado a su director de campaña, un joven de Vermont aparentemente majo llamado Jim Barnett, a difundir la descripción de 'hipócrita elitista', como si fuera un crimen ascender por la escala del éxito en Estados Unidos e imposible recordar cómo es la vida en los escalones más bajos", afirmaba en el artículo.
Verán, el problema es que Warren ha estado haciendo campaña para ayudar a la clase media en peligro, pero ella es una catedrática de Harvard bien remunerada, que acabaría pagando impuestos más elevados como consecuencia de las políticas que defiende. ¿Ven la hipocresía?
Yo tampoco.

sábado, 18 de febrero de 2012

Aniversarios de la “nohistoria”


Por Noam Chomsky

George Orwell acuñó el útil término “nopersona” para personas a las que se niega el estatuto de personas porque no acatan la doctrina estatal. Podemos agregar el término “nohistoria” para referirnos a la suerte de nopersonas, expurgadas de la historia por motivos semejantes.

La nohistoria de las nopersonas se recuerda a lo largo de los los aniversarios. Los importantes generalmente se conmemoran con la debida solemnidad cuando resulta apropiado, como por ejemplo Pearl Harbor. Pero otros no se conmemoran y podríamos aprender mucho de nosotros si los sacamos de la nohistoria.

Ahora mismo no conmemoramos un evento de gran significación humana: el 50 aniversario de la decisión del presidente Kennedy de lanzar la invasión directa de Vietnam del Sur, que pronto se convirtió en el crimen más extremo de agresión desde la Segunda Guerra Mundial.

Kennedy ordenó que la Fuerza Aérea de EE.UU. bombardeara Vietnam del Sur (en febrero de 1952, se habían realizado cientos de misiones); autorizó la guerra química para destruir cultivos con el fin de hambrear hasta la sumisión a la población rebelde; y activó programas que acabaron llevando a millones de aldeanos a tugurios urbanos y a campos virtuales de concentración, o “Aldeas Estratégicas”. Allí los aldeanos serían “protegidos” contra las guerrillas indígenas a las cuales, como sabía el gobierno, apoyaban voluntariamente.