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viernes, 18 de enero de 2013

Teorías económicas sobre la crisis

 Por Vicenç Navarro


Las dos grandes teorías existentes para explicar el porqué de la crisis actual son, una, la que la atribuye a una gran expansión del crédito bancario que ha causado un gran endeudamiento de las poblaciones a los dos lados del Atlántico Norte. Esta teoría está ampliamente extendida en los círculos conservadores y neoliberales europeos (aunque también se presenta entre opciones políticas de centroizquierda) y domina el pensamiento económico que gobierna la Unión Europea. La otra teoría es la que considera que tal endeudamiento se debe a la disminución de la capacidad adquisitiva de la población. Esta teoría es la que prevalece entre las izquierdas y entre los movimientos sociales como los sindicatos, tanto europeos como norteamericanos.

martes, 15 de enero de 2013

El nuevo desafío mercantilista

 Por Dani Rodrik
PROJECT SYNDICATE



La historia de la economía es en gran medida una lucha entre dos escuelas de pensamiento opuestas, el «liberalismo» y el «mercantilismo». El liberalismo económico, con su énfasis en los emprendimientos privados y el libre mercado es la doctrina dominante actual. Pero su victoria intelectual nos ha cegado respecto del gran atractivo –y frecuente éxito– de las prácticas mercantilistas. De hecho, el mercantilismo sigue vivo y goza de buena salud, y su continuo conflicto con el liberalismo probablemente será una importante fuerza que influirá sobre el futuro de la economía.
Actualmente se desecha por lo general al mercantilismo como un conjunto arcaico y patentemente equivocado de ideas de política económica. Y, en su apogeo, los mercantilistas ciertamente defendieron algunas nociones bastante extrañas, entre las cuales la más notoria era que la política nacional debía guiarse por la acumulación de metales preciosos: oro y plata.
El tratado de Adam Smith de 1776, La riqueza de las naciones, demolió hábilmente muchas de esas ideas. Smith demostró, en especial, que no debe confundirse al dinero con la riqueza. Según él, «la riqueza de un país no está constituida solamente por su oro y su plata, sino por sus tierras, viviendas y bienes de consumo de todo tipo».

lunes, 7 de enero de 2013

Las crisis posteriores a la crisis

 Por Joseph Stiglitz
Project Syndicate


A la sombra de la crisis del euro y del precipicio fiscal en los Estados Unidos, resulta fácil pasar por alto los problemas a largo plazo de la economía mundial, pero, mientras nos centramos en las preocupaciones inmediatas, siguen agravándose y no por no tenerlos en cuenta dejarán de afectarnos.
El problema más grave es el calentamiento planetario. Si bien los débiles resultados de la economía mundial han propiciado una desaceleración correspondiente del aumento de las emisiones de carbono, representa tan sólo un corto respiro. Y estamos muy retrasados: como la reacción ante el cambio climático ha sido tan lenta, lograr el objetivo de limitar a dos grados (centígrados) el aumento de la temperatura mundial requiere reducciones pronunciadas de las emisiones en el futuro.
Algunos indican que, dada la desaceleración económica, debemos relegar la lucha contra el calentamiento planetario. Al contrario, reequipar la economía mundial para luchar contra el cambio climático contribuiría a restablecer la demanda agregada y el crecimiento.

domingo, 6 de enero de 2013

EE UU: Dos notas sobre antes y después del “abismo fiscal”

 Por Dean Baker


1 de enero: El umbral no augura nada bueno

El umbral de la franquicia impositiva de Obama no augura nada bueno en las conversaciones sobre el techo de la deuda. El presidente consiguió ser reelegido con la promesa de aumentar los impuestos a quienes ganan más de 250.000 dólares. Está ya capitulando.

Hay tres aspectos de los que tendría la gente que darse cuenta respecto al acuerdo sobre el abismo fiscal alcanzado por el presidente Obama y los republicanos en el Congreso. El primero es la observación simple y evidente de que hemos pasado el abismo fiscal. No hubo acuerdo aprobado por el Congreso y firmado por el presidente Obama antes de la fecha límite del 1 de enero.

Lo cual tiene su importancia, porque las informaciones sobre el presupuesto en relación con el “abismo” fiscal afirmaban repetidamente que el país y la economía se enfrentaban a graves consecuencias por no haber llegado a un acuerdo para esa fecha. Declararon repetidas veces que corríamos el riesgo de una recesión, tergiversando groseramente las previsiones de la Oficina Presupuestaria del Congreso, y otros predijeron las consecuencias de mantener mayores tasas tributarias y grandes recortes del gasto durante todo el año.

jueves, 3 de enero de 2013

Mitos del pensamiento neoliberal

 Por Vicenc Navarro
EL PLURAL




Hoy el pensamiento económico dominante en los círculos políticos, mediáticos, económicos y financieros españoles continúa siendo el neoliberalismo y ello a pesar de que la evidencia científica existente muestra, sin que haya lugar a dudas, que la aplicación de las políticas públicas inspiradas en tal pensamiento han sido responsables de la génesis de las crisis financiera y económica que vivimos. Tal pensamiento se continúa reproduciendo en los mayores medios de información (también en fórums académicos) del país, como consecuencia del enorme poder de los grupos promotores de tal conocimiento (mejor definido como ideología) en tales medios. Entre ellos destacan la banca y la gran patronal. Las premisas de tal ideología son:

lunes, 31 de diciembre de 2012

EE UU: El abismo fiscal…del 32

 Por Sam Pizzigati 


Cierras los ojos en Washington estos días y casi se pueden oír los ecos de 1932. Hace ochenta años, al igual que hoy, una crisis fiscal dominaba casi por completo la capital del país.
 
Entonces, como ahora, los conservadores fiscales exigían actuar de inmediato para poner remedio a un presupuesto federal repleto de números rojos. Y entonces, como ahora, el norteamericano medio se preguntaba a qué venía tanto alboroto por el déficit. La Depresión iba  por su tercer año y había millones de personas sin trabajo. ¿Por qué andaban los políticos regateando para equilibrar el presupuesto?
 
¿Se repite la historia simplemente? Si es el caso, que se repita, con el mismo resultado final. Esa crisis fiscal de 1932 produjo un punto de inflexión inesperado e imponente en la historia norteamericana, el momento en que los ricos y poderosos de Norteamérica comenzaron a perder su capacidad de bloquear el pulso político del país.
 
Hasta el momento, los dirigentes electos habían aceptado en lo esencial la perspectiva plutocrática. La Depresión, insistían quienes tenían a su favor las finanzas, equivalía a un desastre natural. Debía permitirse que la naturaleza siguiera su curso.

sábado, 29 de diciembre de 2012

El BCE y la Reserva Federal al servicio de los grandes bancos privados

Por Eric Toussaint
CADTM
 


La actuación del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal |1|

A partir de junio 2011, los bancos europeos entran en una fase realmente crítica. Su situación era casi tan grave como aquella en que se encontraban después de la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008. Muchos de ellos corrían el riesgo de morir por asfixia debido a que los money market funds americanos no habían satisfecho sus necesidades enormes de financiación a corto plazo (varios cientos de miles de millones de dólares) por considerar que la situación de los bancos europeos era cada vez más arriesgada |2|. La posibilidad de no poder hacer frente a sus deudas amenazaba a los bancos. En este contexto, y tras una cumbre europea convocada de urgencia para el 21 de julio de 2011 con el objetivo de hacer frente a una posible cascada de quiebras bancarias, el BCE volvió a adquirir volúmenes enormes de deuda pública griega, portuguesa, irlandesa, italiana y española para inyectar liquidez a los bancos y libralos de una parte de los títulos que habían comprado con avidez en el período precedente. Esto no fue suficiente para evitar que la cotización en bolsa de los bancos continuase su caída en picado.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Al capitalismo le sobra gente: El sistema solo produce para quien paga

 Por Manuel Freytas
IAR NOTICIAS


Dentro del mercado y de la sociedad de consumo capitalista, la lógica de producción  no se mide por la satisfacción de las necesidades básicas de la sociedad (comida, vivienda  salud,  educación etc.) sino por los parámetros de optimización de la rentabilidad capitalista privada. Esta dinámica irracional (como lo hace cíclicamente) ya generó un nuevo proceso desocupación masiva con huelgas y protestas sociales que empiezan a surgir y a expandirse desde el centro a la periferia del mundo capitalista globalizado. Se trata de un Apocalipsis social en puerta, no explicado por el libro de los Profetas, sino por las leyes históricas de la explotación del hombre por el hombre y de la concentración de riqueza en pocas manos. 

lunes, 17 de diciembre de 2012

El retrasado ajuste de cuentas de la zona del euro

 Por Nouriel Roubini
Project Syndicate


Los riesgos que afronta la zona del euro se han reducido desde el verano, cuando la salida de Grecia parecía inminente y los costos del endeudamiento de España e Italia alcanzaron nuevos niveles insostenibles, pero, si bien han disminuido las tensiones financieras, las condiciones económicas en la periferia de la zona del euro siguen siendo precarias.
Varios factores explican la reducción de los riesgos. Para empezar, el programa de “transacciones monetarias directas” del Banco Central Europeo ha sido increíblemente eficaz: los márgenes de los tipos de interés de España e Italia se han reducido en unos 250 puntos básicos, aun antes de que se gastara un solo euro para comprar bonos estatales. La introducción del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que aporta otros 500 millones de euros (650 millones de dólares) para sostener los bancos y las deudas soberanas, también ha ayudado, como también el reconocimiento por los dirigentes europeos de que una unión monetaria por sí sola es inestable e incompleta, pues requiere una integración bancaria, fiscal y política más profunda.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Reglas mundiales para el capital

 Por Dani Rodrik
Project Syndicate


Es oficial. El Fondo Monetario Internacional ha puesto el sello de aprobación a los controles al capital, legitimando el uso de impuestos y otras restricciones sobre los flujos financieros transfronterizos.
No hace tanto, el FMI presionaba duramente a los países –pobres y ricos– para que abriesen sus finanzas al mundo. Ahora reconoce que la globalización financiera puede ser perjudicial e incluir crisis financieras y movimientos de divisas económicamente desfavorables.
Henos aquí frente a otro giro en la trama de la interminable saga de nuestra relación de amor y odio con los controles al capital.
Con el patrón oro clásico que se mantuvo hasta 1914, la libre movilidad del capital era sacrosanta. Pero la turbulencia del período de entreguerras convenció a muchos –entre los que destaca John Maynard Keynes– de que una cuenta de capital abierta es incompatible con la estabilidad macroeconómica. El nuevo consenso se reflejó en el acuerdo de Bretton Woods en 1944, que consagró los controles del capital en los Artículos de Acuerdo del FMI. Como dijo Keynes en esa época, «lo que antes era herejía hoy se sostiene como ortodoxia».

sábado, 10 de noviembre de 2012

La política de los Estados Unidos, propia del Tercer Mundo

 Por Dani Rodrik
Project Syndicate




Una vez concluida la elección presidencial, los Estados Unidos pueden por fin tener un respiro después de tanta política de campaña, al menos por algún tiempo, pero queda pendiente una pregunta incómoda: ¿cómo es posible que el país más poderoso del mundo y su democracia ininterrumpida más antigua exhiba unas formulaciones políticas que recuerdan más a un Estado africano fallido?
Tal vez sea una evaluación demasiado severa de las nacientes democracias de África. Si cree el lector que exagero, no habrá prestado bastante atención. El halago a los grupos extremistas, el rechazo de la ciencia, las mentiras y distorsiones descaradas y la desatención a las cuestiones reales que han caracterizado el ciclo electoral más reciente representa un nuevo nivel mínimo para la política democrática.

Autodestrucción sistémica global, insurgencias y utopías

Por Jorge Beinstein
Bolpress







El fatalismo global abandona su máscara optimista neoliberal de otros tiempos y va asumiendo un pesimismo no menos avasallador. En el pasado los medios de comunicación nos explicaban que nada era posible hacer ante un planeta capitalista cada día más próspero (aunque plagado de crueldades), solo nos quedaba la posibilidad de adaptarnos, una ruidosa masa de expertos avalaban las grandes consignas con argumentos científicos irrefutables. A eso se le llamó discurso único, aparecía como un formidable instrumento ideológico y prometía acompañarnos durante varios siglos aunque duro unas pocas décadas y se esfumó en menos de un lustro.

Ahora la reproducción ideológica del sistema mundial de poder empieza a acudir a un nuevo fatalismo profundamente pesimista basado en la afirmación de que la degradación social (desplegada como resultado de “la crisis”) es inevitable y se prolongará durante mucho tiempo.
Como en el caso anterior los medios de comunicación y su corte de expertos nos explican que nada es posible hacer más que adaptarnos ante fenómenos universales inevitables. Como cualquier otra civilización, la actual en última instancia controla a sus súbditos persuadiéndolos acerca de la presencia de fuerzas inmensamente superiores a sus pequeñas existencias imponiendo el orden (y el caos) ante las cuales deben inclinarse respetuosamente. El “mercado global”, “Dios” u otra potencia de dimensión oceánica cumplen dicha función y sus sacerdotes, tecnócratas, generales, empresarios o dirigentes políticos no son otra cosa que ejecutores o intérpretes del destino lo que de paso legitima sus lujos y abusos.
Así es como en septiembre de 2012 Olivier Blanchard, economista jefe del Fondo Monetario Internacional anunciaba que “la economía mundial necesitará por lo menos diez años para salir de la crisis financiera que comenzó en 2008” (1). Según Blanchard el enfriamiento durable de los cuatro motores de la economía global (Estados Unidos, Japón, China y la Unión Europea) nos obliga a descartar cualquier esperanza en una recuperación general a corto plazo. Aún más duro en agosto del mismo año el Banco Natixis integrante de un grupo que asegura el financiamiento de aproximadamente el 20% de la economía francesa publicaba un informe titulado “La crisis de la zona euro puede durar veinte años” (2).

domingo, 28 de octubre de 2012

Inmanejablemente grande

 Por Simon Johnson
Project Syndicate


En la discusión sobre el excesivo tamaño de las mayores instituciones financieras estadunidenses se avecina un formidable cambio de opinión. Hace dos años, durante el debate sobre la legislación Dodd-Frank para la reforma financiera, pocos pensaban que los megabancos globales constituyesen un problema apremiante. Algunos destacados senadores llegaron a sugerir que los enormes bancos europeos representaban una suerte de modelo para Estados Unidos.
En todo caso, el gobierno, según los directores ejecutivos de los mayores bancos, no podía imponer un límite al tamaño de sus activos, ya que eso socavaría la productividad y competitividad de la economía estadounidense. Aún se escuchan esos argumentos, pero cada vez más provienen solamente de los empleados de los megabancos globales, incluidos sus abogados, consultores y sumisos economistas.
Todos los demás han aceptado que estos mastodontes financieros se han tornado demasiado grandes y complejos para ser administrados, y que esto produce masivas consecuencias adversas para la economía en su conjunto. Cada vez el director ejecutivo de uno de esos bancos se ve forzado a renunciar, se acumula evidencia sobre la imposibilidad de administrar estas organizaciones de manera responsable, que genere valor sostenible para sus accionistas y mantenga la seguridad de los contribuyentes.

Las generaciones perdidas

 Por Jeffrey D. Sachs.
Project Syndicate


El éxito económico de un país depende de la educación, las aptitudes y la salud de su población. Cuando sus jóvenes están sanos y bien educados, pueden encontrar empleos bien remunerados, lograr la dignidad y conseguir ajustarse a las fluctuaciones del mercado laboral mundial. Las empresas invierten más cuando saben que sus trabajadores serán productivos. Sin embargo, muchas sociedades de todo el mundo no cumplen con el imperativo de garantizar una salud básica y una educación decorosa para todas las generaciones de niños.
¿Por qué no se cumple con el imperativo de la educación en tantos países? Algunos son, sencillamente, demasiado pobres para disponer de escuelas decorosas. Los propios padres pueden adolecer de una ecuación insuficiente, lo que les impide ayudar a sus hijos más allá del primer o segundo año de escuela, con lo que el analfabetismo y la falta de conocimientos básicos de aritmética se transmiten de una generación a la siguiente. La situación más difícil es la de las familias numerosas (de seis o siete hijos, pongamos por caso), porque los padres invierten poco en la salud, la nutrición y la educación de cada uno de los hijos.
Sin embargo, también los países ricos fallan. Los Estados Unidos, por ejemplo, permiten cruelmente el sufrimiento de sus niños más pobres. Los pobres viven en barrios pobres con escuelas pobres. Con frecuencia los padres están desempleados, enfermos, divorciados o incluso encarcelados. Los niños quedan atrapados en un persistente ciclo generacional de pobreza, pese a la riqueza general de la sociedad. Con demasiada frecuencia, los niños que se crían en la pobreza acaban siendo adultos pobres.

Por qué ni siquiera el presidente Obama defenderá la Seguridad Social


 Por Dean Baker





Resulta notable que la Seguridad Social no haya figurado como una cuestión más destacada en la carrera presidencial. Al fin y al cabo, el gobernador Romney ha propuesto un plan que implicaría recortes de más del 40% para los trabajadores de clase media que estén incorporándose al contingente laboral. Puesto que la Seguridad Social es inmensamente popular en todo el espectro político, daría la impresión de que el presidente Obama podría lograr una enorme ventaja declarando su apoyo al programa.

Pero el presidente Obama ha rechazado de manera continuada salir en defensa de la Seguridad Social. De hecho, en el primer debate, dejó la cuestión fuera de la mesa, diciéndole al pueblo norteamericano que no hay gran diferencia entre su posición sobre la Seguridad Social y la de Romney.

Así visto, resulta difícil de entender. Además de ser política de la buena, hay una sólida base política para defender la Seguridad Social. El sistema de Seguridad Social constituye acaso la mayor historia de éxito de cualquier programa en la historia de los Estados Unidos. Al proporcionar un núcleo de renta para la jubilación, ha sacado a millones de jubilados y sus familias de la pobreza. También proporciona seguro de discapacidad a casi toda la mano de obra. Es mínimo el volumen de fraude en el sistema, y los costes administrativos son veinte veces menos que los costes de las aseguradoras del sector privado.

El secreto de nuestra falta de éxito

 Por Paul Krugman
El Pais


Parece que por fin la economía estadounidense está recuperándose en serio, ahora que la vivienda empieza a repuntar y la creación de empleo supera el aumento de la población en edad de trabajar. Pero la noticia es buena, no estupenda —tendrán que pasar años hasta que recuperemos el pleno empleo— y se ha hecho mucho de rogar. ¿Por qué se ha alargado tanto la recesión?
La respuesta —respaldada por pruebas abrumadoras— es que esto es lo que suele pasar después de una crisis financiera severa. Pero el equipo económico de Mitt Romney rechaza esas pruebas. Y este rechazo a ultranza no augura nada bueno para la política si Romney gana el mes que viene.
En cuanto a las pruebas: el estudio más famoso es el de Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, de Harvard, que han analizado crisis financieras anteriores y observado que este tipo de crisis por lo general van seguidas por años de desempleo elevado y crecimiento débil. Trabajos más recientes llevados a cabo por economistas en el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones han confirmado este análisis: las crisis que se producen como consecuencia de una fuerte acumulación de deuda del sector privado, desde el pánico de 1983 en Estados Unidos hasta la crisis bancaria sueca de principios de la década de 1990, proyectan largas sombras en el futuro de la economía. No había razón para creer que esta vez sería diferente.

El plan secreto de Ryan y Romney para reducir el déficit

 Por William K. Black


Mi escena favorita de El ala oeste es el episodio en el que el secretario de prensa del Presidente se recupera de una endodoncia y Josh Lyman decide difundir una nota de prensa.  Lyman es un "whiz kid" [un tipo listo] que se cree el más inteligente de la clase, pero la nota acaba en desastre. Lyman tiene que explicar al Presidente que, de forma sarcástica, ha dicho a la prensa que el Presidente tiene "un plan secreto contra la inflación". La prensa, harta de la arrogancia de Lyman, decide difundir la declaración de Lyman sobre el plan secreto sin notar el sarcasmo. Pero lo peor viene después, ya que al interrogar a Lyman respecto al incidente, el Presidente pregunta exasperado: "¿Me estás diciendo que no solo te has inventado un plan secreto contra la inflación sino que ahora no lo apoyas?"
En el debate vicepresidencial del jueves, el congresista  Ryan declaró de nuevo que tenía un plan secreto para reducir el déficit reduciendo al mismo tiempo en un 20 por ciento los tipos impositivos y sin eliminar ninguna deducción de las que benefician especialmente a las clases medias. ¡Ah! Y Romney prometió además aumentar el gasto militar.
Romney está retomando las tres promesas presupuestarias contradictorias que hizo el Presidente Reagan durante la campaña de 1980. El director de la OMB [Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca] de Reagan, David Stockman admitió que ningún plan puede cumplir las tres promesas. El trabajo de Stockman consistía en mentir para ocultar el hecho de que la Administración no tenia ningún plan que pudiera simultáneamente (1) reducir impuestos, (2) acabar con el déficit, y (3) aumentar el gasto militar. Stockman invento el "asterisco mágico" para ocultar la verdad a la opinión publica.

domingo, 21 de octubre de 2012

La guerra de clases en un futuro sin crecimiento

 Por Harold Meyerson *


Supongamos que el crecimiento de la economía norteamericana se ralentiza hasta quedar en una gota. No me refiero a los próximos cuatro meses ni al próximo año, ni siquiera a la próxima década. Me refiero de aquí en adelante.

Ese es la previsión que hace el economista de la Northwestern University, Robert Gordon, en un nuevo trabajo [1] que ha sido objeto de amplios comentarios. [2]

Escribe Gordon que se han producido tres revoluciones industriales en los últimos 250 años: la primera se centró en la máquina de vapor y los ferrocarriles; la segunda se basó en la energía eléctrica, el motor de combustión interna y la fontanería doméstica; y la tercera hunde sus raíces en los ordenadores e Internet. Al substituir la fuerza humana por la potencia mecánica en el proceso de producción y acelerar enormemente el transporte y la comunicación, afirma Gordon, la segunda revolución elevó la productividad y la riqueza bastante más que las otras dos.

domingo, 23 de septiembre de 2012

El odio contra Ben Bernanke

 Por Paul Krugman


La semana pasada, Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, anunció un cambio en las estrategias de la institución para combatir la recesión. Al hacerlo, parecía estar respondiendo a las argumentaciones de las voces críticas que han afirmado que la Reserva Federal puede y debe hacer más. Y los republicanos se volvieron locos.
Ahora bien, muchas personas de la derecha llevan mucho tiempo obsesionadas con la idea de que empezaremos a enfrentarnos a una inflación descontrolada en cualquier momento. Lo sorprendente es la inmediatez con la que Mitt Romney se ha unido a la locura.
¿Y qué fue lo que anunció Bernanke, y por qué?
La Reserva Federal normalmente responde a una economía débil comprándoles a los bancos deuda pública de Estados Unidos a corto plazo. Esto aumenta las reservas de los bancos; estos se animan a prestar más, y la economía mejora.
Desgraciadamente, la escala de la crisis financiera, que ha dejado tras de sí un enorme excedente de deuda de los consumidores, ha deprimido la economía tanto que los canales habituales de la política monetaria no funcionan. La Reserva Federal puede rellenar las reservas de los bancos, pero estos tienen pocos incentivos para prestar el dinero, porque los tipos de interés a corto plazo están cerca del cero. Así que las reservas se quedan ahí sin más.

Mitt y los pedigüeños

 Por Simon Johnson


El Partido Republicano cuenta con algunos temas potencialmente ganadores para las elecciones presidenciales y parlamentarias estadounidenses de noviembre. Desde hace mucho tiempo los estadounidenses mantienen su escepticismo respecto del gobierno. Tienen una tradición de resistencia a los excesos estatales que se remonta a la fundación de su país. Esta tradición legó a los estadounidenses de hoy un rechazo por los subsidios públicos y una aversión cultural ante la «dependencia» de la asistencia estatal.
Pero el candidato presidencial Mitt Romney y otros miembros líderes de su partido han jugado esas cartas de manera completamente equivocada en este ciclo electoral. A Romney aparentemente lo entusiasmó la idea de que muchos estadounidenses, los que forman parte del llamado 47%, no pagan impuestos federales a la renta. Cree que se ven como «víctimas» y son «dependientes» del gobierno.
Pero esto deja de lado dos cuestiones obvias. En primer lugar, la mayor parte del 47% paga una gran cantidad de impuestos sobre sus ingresos, sus propiedades, y los bienes que compran. También trabajan duro para ganarse la vida en un país donde el ingreso medio de los hogares ha caído a un nivel inusitado desde mediados de la década de 1990.